Débora Bello: “me hago cargo de mi sensual imagen”

Débora Bello fue otra de las modelos distinguidas en el desfile de FundNeo, desarrollado días atrás en el octavo piso del Howard Johnson. Dueña de un cuerpo impactante, la modelo y conductora tuvo unos minutos para Cuestión Entrerriana entre insistentes aspirantes a autógrafos y fotos más la celosa mirada de Leandro Rut, un hombre que maneja los tiempos rigurosamente.

“La verdad, no puedo creer cuántas muestras de reconocimiento, de afecto. Me sorprende y halaga”, confesó la novia de Diego Torres.

La modelo porteña, con una década en pasarelas de todo el mundo, contó que “sigue disfrutando cada convocatoria. Me da placer. La pasión está intacta porque sé manejar mis tiempos. Me encanta ser modelo, lo disfruto. Cada vez que desfilo siento que la gente me quiere, me respeta. Eso se nota. También me apasiona la conducción. Creo que por ahí va mi actualidad, y mi futuro. Incluso hice cursos de teatro lúdico”.

En cuanto a si no se imagina como vedette, respondió: “siento que no es lo mío. Igual, tengo mucho para aprender, no descarto nada. La conducción es donde percibo que me voy asentando mejor. Es lo que más me agrada. Me gratifica y creo que lo hago bien. Aunque, ojo: no me pienso retirar de la pasarela. Creo que tengo mucho para dar ahí…”.

Sobre su relación con Diego Torres admitió que “es difícil soportar una presión que no tiene nada que ver con los sentimientos internos de la pareja sino por todo lo que se dice. Nuestra vida privada está más expuesta que lo normal. He aprendido a interpretar eso, porque es inevitable. Intentamos resguardar nuestro amor todo lo que podamos y disfrutar ésta relación, acompañarnos todo lo que podamos. No creo en los cuentos de hadas, pero sí en un amor sano y para siempre”.

En cuanto al cómo cuida su imagen, por ejemplo, con muy pocas fotos (o nada) de ropa escasa y con semejante figura no aprovecharla para los desnudos artísticos, explicó “la verdad, no tengo problema con desnudarme. Los desnudos bien hechos son las fotos más lindas de todas. Además, cuando tomo sol en vacaciones, no uso la parte de arriba. No tengo historia. Soy muy natural. Nunca antepuse una pretensión económica. Simplemente no me han seducido las propuestas para hacerlo quizás porque trato de poner mucho celo en especial por todo lo que se maneja luego vía Internet. De hecho elijo el medio, el desfile o la publicidad para la cual presto mi cuerpo”.

En esa tónica, añadió “no critico a quienes siguen esa tendencia o corriente de mostrar todo. A mí me parece que tanto, empalaga, y que lo mejor es sugerir. Está bueno dejar algo oculto en beneficio de la imaginación. Yo sé lo que doy. Y me hago cargo de que vendo una imagen muy sensual. Pero de allí al desnudo total permanente…”.

Sobre su carismática sensualidad reconoció: “la verdad, todas tenemos una conejita de Playboy adentro, pero sinceramente, yo seduzco más por la simpatía que por hacerme la mujer fatal. No soy de estar con los electrodos en la cola, no hago dietas exageradas, me muero por las pastas, me encanta atacar el pan en la mesa y me doy todos los gustos que quiero dentro de lo sano que uno puede consumir. O sea, no pongo en juego mi salud por estar flaca. Conozco gente que no le pone aceite a la ensalada para no engordar, lo cual me parece una pavada. Hay que saber disfrutar de la vida”.

Volviendo a lo de los electrodos, se le preguntó en el fin de la charla si recurría con todo al gimnasio y aclaró: “Soy bastante fiaca, pero hago actividad física. Me encanta el deporte. Prefiero transpirar la camiseta, y me ayuda mucho la genética. Me hice algún drenaje linfático, uso cremas… Pero no más que eso. También probé con las famosas plataformas vibradoras, como wave y power plate. Igual, no soy constante”.

Notas y fotos: Mariana Bourband y Manuela Calderón Bourband.-