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¿Debemos creerle?: Silvio Díaz leyó una carta y pidió perdón

Silvio Díaz pidió disculpas públicamente a la familia de Juan Manuel Martínez Zurbano, el niño de 6 años que atropelló con su auto y mató en la puerta de la Escuela Centenario. Fue en una carta que leyó ante una cámara de televisión. Reflexión.

 

En el video se pueden ver y escuchar las disculpas del conductor que chocó a Juan Manuel y su hermano cuando ingresaban al colegio, la mañana del 6 de junio. El hombre iba a alta velocidad y bajo los efectos de estupefacientes. Recientemente fue excarcelado.

 

“A los padres y familiares de Juan Manuel Martínez Zurbano, con todo mi pesar y respeto”. Así comienza la carta que fue conocida a través de una grabación este viernes. “Pido disculpas desde lo más íntimo y profundo de mi corazón por haber protagonizado el fatal accidente, no hay palabras ni hechos que compensen el daño”, asegura.

 

“Solo de imaginar su dolor y sufrimiento me hace sentir miserable”. En otro párrafo afirma: “Sé que no lo puedo remediar y eso quema mi alma”. Aunque asegura que no busca justificarse, dice que no vio a los niños “en ningún momento” y que “jamás haría daño a alguien intencionalmente”.

 

“Me cuesta dormir por las noches, pensando en todo lo que causé, tanto para ustedes como para mi familia”, expresa más adelante en la carta. “Sé que no tengo perdón, arruiné dos familias”. “Fue un accidente, no soy un asesino. Solo soy una persona que ha atravesado un mal momento y lamentablemente terminé con una tragedia (…) Que la Justicia me juzgue y que Dios me perdone”, finaliza.

 

Además, Silvio Díaz concedió una entrevista a la misma agencia, en la cual habla de su infancia, de su familia, de su trabajo y otros aspectos de su vida. También cuenta sobre el apoyo que recibe de su entorno familiar después de la tragedia.

 

En esa entrevista vuelve a asegurar que se trató de un accidente. “No quise hacerle nada malo a nadie, simplemente tuve una descompensación. Ni siquiera me di cuenta de lo que había pasado. Me enteré en el hospital cuando habían pasado como dos o tres horas”. En otro tramo cuenta cómo fue que comenzó a consumir cocaína hasta volverse adicto. Esta fue la sustancia que había consumido antes de atropellar a los niños.

 

Reflexión

 

Un hombre de estas características, sin familia, sin trabajo, sin tratamiento correccional profundo, ¿cómo puede cambiar? ¿Puede cambiar? ¿No se lo liberó generando un potencial riesgo para TODOS y CADA UNO de los habitantes de esta ciudad y hasta para cualquier visitante? ¿O se cree firmemente en su redención, en su reivindicación moral y cívica?

¿Serán los jueces responsables solidarios, garantes de su libertad y los actos que asuma?

Todo argentino que se presume inocente tiene derecho a un juicio justo. El punto es que SE SABE que Silvio Díaz manejaba borracho, drogado, a alta velocidad con un TOTAL DESPRECIO POR LA VIDA SUYA Y LA DE SUS PRÓJIMOS.

¿Y se lo deja libre solo respetando un Código de Procedimiento?

¿Qué dirá la Justicia entrerriana si Díaz reinicide en su vida disipada que tanto daño, tanto dolor ha provocado?

Francamente, sinceramente, NO LE CREEMOS A DÍAZ.