Cristina Fernández de Kirchner: “Milei, mirá todo lo que debés; no tenés superávit”
|Cristina Kirchner reapareció este sábado en un acto político, después de siete meses alejada de los escenarios. La exvicepresidenta dijo que el gobierno de Javier Milei “no tiene un plan de estabilización”, habló de “anarcocolonialismo” y le reclamó un “golpe de timón”. Además, en su fuerte discurso, se metió en la interna peronista, señaló críticas a la gestión de Alberto Fernández, mandó un duro mensaje a la clase media y apuntó contra empresarios como Marcos Galperin.
Lo hizo en compañía de la intendenta de Quilmes, la camporista Mayra Mendoza, para la la inauguración del microestadio Néstor Kirchner, en ese partido del sur del Gran Buenos Aires. Fue justo a 21 años de la elección en la que el santacruceño quedó segundo, detrás de Carlos Menem, que luego se bajaría de la segunda vuelta y allanaría el camino a la Rosada a Néstor Kirchner.
En el inicio, apuntó a Milei por su reciente celebración de superavit fiscal, en la cadena nacional del lunes pasado.
“No pagaste CAMMESA, las obras públicas… Es como que ustedes en su casa, después de no haber pagado la luz, el agua, el alquiler, la señora que trabaja, digas que tenés superavit. No, hermano, no tenés superavit. Mirá todo lo que debés, no tenés superávit”, le remarcó Cristina.
“Eso de hazaña histórica por el superavit fiscal… ¡Es un trimestre! Entonces nosotros que tuvimos seis años, qué somos, ¿héroes nacionales? ¡No!”, redobló su mensaje la exvicepresidenta.
En tono de consejo, le recordó al libertario que, si bien recibió más del 60 por ciento de los votos en el balotaje, necesita “legitimación de gestión”. “Si sos gobierno y la gente se caga de hambre, no puede llegar a fin de mes, pierde el trabajo… ¿De qué sirve?”.
En ese sentido, aseguró que Milei no tiene “plan de estabilización” y es, en cambio, solamente un plan de ajuste. “Por más que el presidente se enoje, se burle, haga caritas. No tiene plan de estabilización. No es una cuestión técnica, es una cuestión política y social, la sociedad y los empresarios tiene que creer en eso par atener efectividad. Este gobierno no lo tiene: es solamente un plan de ajuste”, expresó la expresidenta.
Al respecto, en otro pasaje, habló de un gobierno “precapitalista”, como “la Argentina Virreinato del Río de la Plata” (sic). “Se llevaban todo. Más que anarcocapitalismo suena a anarcocolonialismo”, definió.
A Milei lo trató de “dogmático” y le hizo una recomendación gráfica para reclamarle un “golpe de timón”, al sostener: “Cuando la cabeza no entra, no achique la cabeza. Agrande el sombrero. Es por ahí”.
“Cuando la cabeza no entra, no achique la cabeza. Agrande el sombrero. Es por ahí. Lo vamos a ayudar”, apuntó la expresidenta contra lo que llamó “dogmatismo” de Javier Milei.
Otro punto repetido de su discurso fue la interna peronista. Allí se mostró disciplinadora, intentando poner orden y también dejando algunas críticas al gobierno del Frente de Todos. Se explayó al lado de Mendoza, la intendenta camporista que ya hizo visibles sus diferencias con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof.
Dijo que al “movimiento nacional” lo integran peronistas no kirchneristas y kirchneristas no peronistas. “Y también peronistas como yo, que toda la vida fui peronista pero me llamo Kirchner, qué le voy a hacer, sé que hay gente que le molesta pero no pienso sacarle el nombre a nadie”, insinuó su primera respuesta a los reclamos que se elevan dentro de ese espacio hacia su figura.
“En 2019 nos eligieron porque se acordaban cómo habían estado hasta 2019. El problema fue cuando alguno pensó que nos habían votado por los buenos modales. Cuando pensás eso y dejas de lado todo lo otro, terminamos como terminamos. Me hago cargo, no esquivo el bulto, pero siempre voy de frente: no soy de las que tiran la piedra y esconden la mano”, continuó hablando directamente sobre aquel gobierno del que fue vicepresidenta.
Ya ordenadora, exclamó que “no es hora de reproches” y pidió: “Hay mucho burro suelto y unos cuantos vivos que aprovechándose de esa burrez instalan cosas que no son. No podemos salir a la bartola y salir a los canales de TV a putear a un compañero. Vayan a hablarle de lo que le importa a la gente, por qué me llega una factura (de servicios) tan alta”.
Y volvió sobre el mismo punto: “¡Hay que salir a discutir estas cosas, no pelotudeces! Están discutiendo para ver cómo cambian la vida de los dirigentes. Hay que empezar a trabajar y discutir para mejorar la vida de la gente”.
A la clase media se dirigió cuando hablaba de las prepagas. Dijo que en 2003 sólo una minoría tenía prepaga pero que ya en 2011 era un servicio común para la clase media. “Después se olvidan y se hacen antikirchneristas y antiperonistas, pero no importa, los queremos igual, los vamos a querer siempre”, expresó.
En ese tramo cuestionó a Claudio Belocopitt, el empresario de Swiss Medical. La mirada crítica contra los empresarios continuó más tarde, con menciones a firmas de energía, unicornios y un pasaje particular para Marcos Galperin y Mercado Libre.
“¿Es normal que el empresario más rico de Argentina haya tenido 103 millones de dólares en exenciones en 2023? Estuvo bien para promover, porque la promoción promueve como promovés a un chico pero un chico cuando cumple mayoría de edad se tiene que arreglar solo, y estas son empresas que han cumplido la mayoría de edad. Comiencen a devolver a todo el pueblo argentino lo que han recibido”, pidió.
La expresidenta había llegado pasadas las 16.30 al lugar, donde fue recibida por Mendoza. Al bajarse del auto, Cristina recordó que hace 21 años Néstor Kirchner salía segundo en las elecciones presidenciales detrás de Carlos Menem. Fueron los comicidios, que tras la baja del riojano antes de la segunda vuelta, llevaron al santacruceño a la presidencia. “Han pasado 21 años y a veces uno siente que, como en el Juego de la Oca, la Argentina, pum, retrocede hasta llegar al punto de partida”, dijo CFK en declaraciones a C5N.
La última vez que Cristina encabezó un acto fue en la presentación de la reedición del libro “Desde el derrumbe”, en la Escuela Justicialista Néstor Kirchner. Ocurrió el 23 de septiembre pasado, antes del balotaje, y la acompañó el conductor de streaming y casi precandidato a jefe de Gobierno Pedro Rosemblat.
Allí salió al cruce de los cuestionamientos por su silencio posterior a los comicios generales. “Que no hablé del resultado de las elecciones… Que si Massa, si lo apoyo a Sergio, que si no, y hay editoriales y gente que habla en la televisión. A ver. ¿Qué iba a decir del resultado de las elecciones? Yo ya había dicho el resultado de las elecciones antes”, se defendió la entonces vicepresidenta, que recordó su evaluación de una “elección de tercios”, una hipótesis que había esgrimido en una entrevista en Duro de Domar.
Desde entonces, sus declaraciones políticas fueron a través de las redes sociales. Primero en la juvenil plataforma TikTok, donde lanzó críticas al gobierno de Milei desde el Instituto Patria; y luego a través de su cuenta de Twitter, la última vez en ocasión de la gigantesca marcha universitaria del martes pasado. Fue esa misma vía la que eligió para anunciar el esperado regreso de este sábado.