Crisis en Bajada Grande: vecinos reclaman a la Municipalidad de Paraná por la falta de agua desde noviembre
La situación en el barrio Bajada Grande se ha vuelto insostenible, según denuncian los propios vecinos. En una entrevista con el programa Puro Cuento (Radio Plaza), Patricia Francisconi, vecina de la zona, compartió la gravedad del problema: “Hay vecinos que desde noviembre no tienen agua”.
La crisis hídrica no solo afecta a Bajada Grande, sino que también se extiende a los barrios Aceitero y a la zona de calle Larramendi. Según los testimonios, las consecuencias de esta falta de acceso al agua son especialmente duras para niños, adultos mayores, personas enfermas y discapacitadas, quienes padecen más intensamente la falta de este recurso esencial para la vida.
Patricia Francisconi detalló que no solo hay una ausencia total de agua, sino que la presión del agua es insuficiente, lo que imposibilita actividades diarias esenciales, como lavar la ropa o mantener una higiene adecuada. Los vecinos se ven obligados a almacenar agua en baldes y botellas, y en muchos casos, tienen que esperar días para recibir la ayuda de los camiones cisterna, que no dan abasto para cubrir la demanda de toda la población afectada. “Ni el lavarropas podemos usar”, lamentó Patricia, quien además relató que personas mayores de 80 años deben cargar agua a mano, lo que agrava aún más la situación.
Lo más preocupante, según los vecinos, es la falta de respuesta por parte de las autoridades municipales. “Ninguna respuesta, nunca. El 147 llamábamos y no nos atendían. Ahora tenemos una asamblea con el secretario de Servicios Públicos, que gracias a Alicia Glauser nos consiguió esa entrevista. Esta noche a las 20”, señaló Patricia, dejando en claro el descontento generalizado con la Municipalidad de Paraná y su falta de acción ante una problemática tan grave.
El barrio Aceitero, ubicado cerca de lo que fue la fábrica de clavos y la antigua escuela, es uno de los más afectados por la crisis. Las viviendas de calle Larramendi y otros sectores de Bajada Grande también están viviendo la misma situación desesperante. Patricia relató casos alarmantes, como el de una familia con un padre de 91 años y una madre con leucemia, quienes se ven obligados a comprar agua constantemente debido a las necesidades médicas de los familiares. Otros vecinos también enfrentan serias dificultades, especialmente los ancianos y enfermos, quienes no pueden acceder al agua para cubrir sus necesidades diarias.
Aunque las autoridades municipales han realizado algunas inspecciones, los vecinos aseguran que las soluciones planteadas hasta el momento no son efectivas. Se mencionó la posible reparación de un tanque en desuso cerca de la fábrica, pero no hay certeza de que esta medida pueda resolver el problema a largo plazo.
La situación sigue siendo crítica y los vecinos exigen una solución urgente. Mientras tanto, se organizan para exigir una respuesta adecuada de la Municipalidad de Paraná.