“Conflicto” AdC – AdJ: verás que todo es mentira…

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Con la mera lectura de los sitios web OFICIALES de Asociación de Clubes de Basquetbol y Asociación de Jugadores, basta para entender que todo lo leído en Olé, Básquet Plus, Pickandroll, o visto en TyC Sports se trata de un nuevo CIRCO tramado por un grupo de “cráneos” que siguen sin tener la más MÍNIMA, ÍNFIMA intención de REGLAR, SISTEMATIZAR, REGULARIZAR el básquet profesional argentino. Ninguna de las páginas FORMALES de cada entidad aborda con SEVERIDAD, PROFUNDIDAD, el “Culebrón” Edición 2015/2016. Desde cada institución, se apela a las declaraciones o comunicados mediante los medios preferidos por los capos de la LNB.

 

Ya por mediados de los ’80 decíamos… “Si los clubes son los que pagan, y los jugadores a través de sus agentes son los que fijan sus valores, ¿por qué cuesta tanto aceptar ley de oferta y demanda, y sobre todo cumplir luego con la obligación contraída?”.

Repasamos o traducimos para mentes a las cuales no les gusta razonar (menos leer). Yo dirigente pongo la plata para jugar. NADIE me pone una pistola en el mate para que contrate a éste o a aquel. Contrato al que quiero y por la plata que PUEDO PAGAR.

 

Es como en casa… No puedo comprarme un Toyota Corolla y tener una heladera vacía, alquilar, descuidar los intereses de mi Familia; por ejemplo en cuanto a Educación, Salud y Seguridad.

Un club no puede hipotecar la vida de su masa societaria por una aventura quimérica (caprichosa).

 

O sea… ¿Quiero jugar Liga? Bueno… Armo primero una ESTRUCTURA que me garantice SERIEDAD, y contrato el Personal adecuado a lo que pretende el entrenador, pero acorde a lo que puedo cumplir.

En la Argentina es el reino del revés. Y HAY CONNIVENCIA. Hay COMPLICES VARIOS. ¿Los primeros? Los propios jugadores y sus representantes.

 

Por estos días, como en todo arranque de Liga / TNA, se superponen intereses de cada parte involucrada, aunque técnicos y árbitros suelen estar ajenos.

Uno quiere buscar que en las web de la AdC y AdJ se otorgue ALGO de claridad y NADA se expone. Lo que es más… La SUPUESTA distribución de PRESUNTOS Comunicados es NEFASTA. Sin embargo, hay medios que acceden a info EXCLUSIVA, como desde el primer día de la LNB.

 

Lo que es más, la discusión versa sobre cuestiones básicas las cuales en cualquier competencia se respetan estrictamente y no podemos olvidar que nuestra LNB tiene más de 30 años y en cada comienzo se habla de casi idénticos exhortos de una parte, remiendos de otra y hace tres décadas los mandamás de cada sector casi no variaron.

 

A ver… recordemos… La Liga fue creada en 1984 por iniciativa de los entrenadores José María Cavallero, León Najnudel y Horacio Seguí, y el periodista Osvaldo Ricardo Orcasitas, entre otros. ¿Cuántos años transcurrieron y se siguen debatiendo temas que se trataban ardientemente en Solo Básquet, en Encestando, y en algunos periódicos excepcionales como La Nueva Provincia, La Voz del Interior, El Diario, La Capital…?

 

Repasemos… La LNB tuvo cracks. Algunos de ellos se fueron a Europa y hasta a la NBA. Otros enriquecieron diversas Ligas del Mundo. Siguen habiendo GENIOS, pero… La Liga “NO DA GANANCIAS” según muchos dirigentes.

Por lo tanto… Si los clubes siguen aceptando pretensiones pero NO CUMPLEN con sus obligaciones, con sus compromisos; NO MODIFICAN la caduca estructura e infraestructura de la Liga, son PLENOS responsables de lo que sucede.

 

Los “Players” tienen TODO EL DERECHO DEL MUNDO a pedir el sueldo que quieren percibir y tienen TODO EL DERECHO DEL MUNDO a exigir jugar en DIGNAS condiciones desde cualquier punto de vista.

Ahora… los dirigentes también TIENEN EL DERECHO A DECIR “basta” y NADIE debe criticarlos por ello.

 

Si los dirigentes dicen “hasta acá llegamos… queremos una Liga más AUSTERA pero con mejores escenarios, con mejor difusión, con óptimas condiciones profesionales para los que aceptan la cotización del mercado”, APLAUSO para los directivos. El punto en cuestión es la CONTRADICCIÓN PERMANENTE. De las DOS PARTES.

 

Por eso decimos que NO SE ASOMBREN si en cuestión de horas ambas partes convienen, acuerdan y todo queda en el olvido.

 

La realidad es incontrastable. Ya lo hemos dicho MIL Y UNA VECES… Nadie se resiste al Archivo. Miren la historia de la LNB. Clubes CAMPEONES FUNDIDOS. Clubes que DESAPARECIERON. Y todo sigue MUY PARECIDO.

 

¿Por qué entonces fustigar a los jugadores que quieren CONDICIONES PROFESIONALES IDEALES? ¿O por qué criticar, denostar a los dirigentes si firman lo que PUEDEN CUMPLIR???

 

Lo que SÍ debe reprobarse, REPROCHAR, es que la LNB siga siendo FECUNDA para un grupete y POBRE para la MAYORÍA.

 

Acá lo que hace falta es algo que pedíamos en páginas de El Diario allá por 1986 y el “Chungo” Butta se enfurecía: TRANSPARENCIA, CRISTALINIDAD. Seguimos con una Liga de contubernios, de connivencias, de COMPONENDAS, de acuerdos bajo la mesa y MUY POCOS, contados con los dedos de una mano, que dan buenos ejemplos.

 

Necesitamos una Liga CONFIABLE, CREÍBLE y MUY BIEN VENDIDA. Con menos besitos y abrazos entre dirigentes/técnicos/jugadores/árbitros/agentes con ciertos periodistas de NOTABLE predicamento logrado precisamente por éste ESTILO DE LIGA, y MÁS VERDAD INCUESTIONABLE.

Necesitamos una Liga con números CLAROS sobre la mesa.

 

¿De qué nos sirve una Liga con jugadores y técnicos que ganan millones, fiestas fastuosas, brindis interminables, relaciones “carnales” entre sus protagonistas con un intimista círculo de Prensa, si LUEGO EL PRODUCTO NO ES MASIVO, NO ES VENDIBLE???

 

De más está decirlo… La “VEDA” es una joda. Es una MENTIRA CATEGÓRICA. Y ya van a ver que se levanta por éstas horas, y raudamente aparecen los contratos de tal o cual head coach o tal o cual jugador que vuelven al país, y como efecto dominó se abre la tranquera para decenas de fichajes.

 

 

No hay chances de refutación. AdC y AdJ se necesitan mutuamente. Digamos que es una relación enfermiza, cuando podría ser ULTRA BENEFICIOSA pero con NITIDEZ, CLARIDAD, LIMPIEZA.

 

Necesitamos ser precisos para que NO QUEDEN DUDAS de nuestro posicionamiento. El agente PUEDE pedir tal o cual salario y NADIE debe reprobarlo. La AdJ PUEDE exhortar acerca de las necesidades de sus afiliados. El dirigente dice: “PUEDO…”, o “NO PUEDO”.

Es un disparate censurar pretensiones de los profesionales o reconvenir decisiones directrices en cuanto a sus posibilidades.

 

Ahora… La LNB requiere SINCERIDAD, HONESTIDAD. Y vale la pena acentuar que acá cada uno pelea por SU NEGOCIO. No por la grandeza de la Liga. ¿Está mal? ¡NO! Pero que no se rasguen las vestiduras. Es una novela de final híper conocido. Aburrido.

 

Por ello, lo ÚNICO que podemos “demonizar” es la cháchara de uno y otro sector para que en un rato, se den un apretón de manos, saquen la foto de rigor, y todo se mantenga sin alteraciones sustanciales.

 

No nos vamos a meter con las ambiciones de agentes y jugadores o entrenadores. No caemos en esa. Ni siquiera nos interesa trazar un paralelo entre lo que quieren, merecen y logran en comparación con cualquier laburante argentino. Reafirmamos… TIENEN TODO EL DERECHO DEL MUNDO A SER MILLONARIOS. Por ende, NEGOCIAR o RENEGOCIAR sus expectativas salariales está recontra bien. Solo que es el dirigente quien avala o no. Punto.

 

En lo que sí nos vamos a meter es en consolidar una idea… En estos conflictos reiterativos, hay intereses de PODER que NO SE HACEN PÚBLICOS. Y por eso de ser TAN PRIVADA la negociación es que la Liga NO ES SERIA para auspiciantes, para sponsors, para directores de medios y para la misma gente. Por eso es que NO SE VENDE.

 

La farsa quedará al descubierto quizás cuando Uds., queridos lectores, terminen de leer esta Editorial, y esperemos que UNA VEZ, sí… UNA VEZ en la vida…, reconozcan, admitan que éste humilde servidor se los anticipó.

 

Pugna de poder y búsqueda con avidez de MANTENER todo en penumbras, en especial, los “JUEGOS DINERARIOS”, o sea, las operaciones solapadas con manejos particulares que cuando UN DÍA sean investigados por AFIP y otros organismos judiciales implicarán un escándalo MUNDIAL, todo por la ridícula intención de AHORRAR (o hasta GANAR) MÁS Y APORTAR MENOS, esquivando deberes jurídicos o normativos vigentes COMUNES en la Ley de Trabajo.