Con mucho frío y viento sur las cacerolas no se hicieron sentir tanto
|No llovió, no tronó, pero volvió el frío y con un impiadoso viento sur andar caminando a la tardecita por el centro paranaense fue un castigo. Tal vez por esa razón y por el creciente descrédito que han tenido las convocatorias pro reclamos o demandas diversas, el Cacerolazo anunciado a través de Redes Sociales no tuvo la contundencia que sus organizadores esperaban.
Cómo bajó la temperatura y el viento que estremeció la ciudad de Sur a Norte resultaron puntos neurálgicos para indisponer a los paranaenses respecto a la idea de juntarse frente a la Catedral Metropolitana para peticionar por mayor Seguridad, Justicia y Paz Social.
No obstante, la cantidad de asistentes a la movida que NO TUVO ORADORES alcanzó para hacer bastante ruido y captar la atención de los transeúntes en vehículos que paraban algunos segundos en Su Santidad Francisco, entre 25 de Mayo y Urquiza haciendo sonar sus bocinas y aplaudían la iniciativa.
Luego, los reclamantes se instalaron unos minutos en Peatonal y Urquiza. Vale destacarlo: no hubo consignas y/o cánticos violentos, mucho menos banderas políticas y/o militantes que promovieran demandas de carácter opositor. Solo fue un gesto de edificante democracia por parte de ciudadanos inquietos, preocupados y angustiados por la creciente inseguridad.