Columna asesina

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- San Martín al 1306 de la capital entrerriana. Una anciana acusa haber sufrido un corte al pasar junto a la columna de alumbrado público ubicada a pocos metros de la esquina. Nos acercamos a ella y verificamos que fue solo una raspadura aunque la manga de la camisa lucía desgarrada. ¿El motivo?: tapa atada peligrosamente con alambres.

 

Ya hemos hablado en no menos de tres oportunidades acerca del insensato gasto de energía a plena luz del día. Hasta citamos irónicamente el slogan televisivo que exhortaba a apagar la luz o artefactos eléctricos inútilmente.

 

También nos referimos a las tapas de algunos medidores como en calle Belgrano o Villaguay, un verdadero riesgo pues las filosas puntas de las mismas pueden ocasionar delicado daño físico a los transeúntes.

 

Tanto las luces prendidas como las tapas mal selladas, siguen siendo un tema sin solución, pero ahora se suma que ALGUIEN manda a reparar imperfecciones y los arreglos son al mejor estilo “lo atamo con alambre, lo atamo…”. Es una IRRESPONSABILIDAD MAYÚSCULA.

La señora lastimada levemente no quiso formular la denuncia y así estamos. Se fue insultando bajito, resignada, impotente. Cometió un grosero error, mascullar la bronca para adentro y no hacer valer su DERECHO.

 

Mucho se habla de los Derechos Humanos pero los argentinos, en el Siglo XXI, seguimos fallando a la hora de promover la legitimación de nuestras atribuciones. Es como que crece la  de un descrédito hacia el ejercicio de denunciar ilícitos, injusticias o alarmas de distinta índole.

 

Hay una impresión de DESPROTECCIÓN y falta absoluta de convicción en que denunciando se puede corregir rumbos o hallar la equidad imprescindible.

 

Un vecino coronó nuestra apreciación señalando: “están listos para aumentar los impuestos pero los servicios están cada vez más deficitarios y cuando reclamás o exigís algo recibís la  exigencia del pago de los tributos diversos en un cada día más evidente: pague y proteste, pero no le garantizamos remedio a lo que demanda. ¿Esto es democracia?”