¿Cobrarán a los candidatos la limpieza de la pegatina con miras a las Elecciones Legislativas?

Apenas iniciada la campaña política con vistas a las próximas elecciones internas, varios sectores de la ciudad muestran los efectos más negativos de la propaganda política, donde las pegatinas han empezado a arruinar el mobiliario público y los pasacalles a generar la llamada “contaminación visual”.

Mientras, el ciudadano común se ilusiona con que la Municipalidad remueva los afiches y realice tareas de constatación para que se apliquen penalidades a los partidos políticos responsables y sus candidatos, a quienes debería enviárseles las facturas por los gastos de la limpieza.

Es un año muy particular y este tipo de cosas son un insulto a la sociedad en su conjunto. La pandemia y sus terribles efectos sanitarios y económicos, han sido una catástrofe, por lo que hacer semejante despilfarro de dinero y, a la vez, destrozar la ciudad, es un despropósito”.

Los partidos deberían abogar por el uso de vías alternativas de difusión que inclusive logran tener más llegada, y reflexionar que es vergonzoso que esto siga ocurriendo.

Las fuerzas políticas que iniciaron este tipo de acciones publicitarias deberían meditar profundamente respecto a esa difusión establecida básicamente sobre columnas de alumbrado público, semáforos y paredes de todo tipo, varias de ellas de pertenencia privada, además de los consabidos pasacalles.

Claro que resulta esencial la Comuna contemple penalidades mediante ordenanzas regulatorias adecuadas, y exhortar a todas las agrupaciones políticas a que se ajusten a la realidad que se vive para que hagan una campaña proselitista austera en función de este contexto de pandemia, pues la pobreza que trajo este flagelo genera que esto se vea como un insulto.

Inundar la ciudad de carteles y este tipo de cosas ya no da. Se puede hacer una buena campaña utilizando las redes sociales y los medios de comunicación con sus vastas opciones, lo que ya no hace imprescindible ensuciar toda Paraná de esta forma.