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Clausura de AFA: Chacarita aplastó a Boca

Chacarita le propinó a Boca una goleada para el recuerdo. Fue 4-1 en cancha de Huracán. El Xeneize ganaba con gol de Giménez (PT 28m) y extendía su fiesta post Superclásico, pero el necesitado Funebrero, con el debut como DT de Navas, lo vio vuelta con tantos de Parra (ST 1m y 36m), Ramírez tras un penal que atajó García (ST 11m) y Sciorilli (ST 43m). Muñoz y el Cebolla terminaron expulsados.

Independiente y Colón empataron en el “Brigadier López”. El Rojo se puso en ventaja con un zapatazo de Núñez (PT 8M), pero Colón decretó el empate con un cabezazo de Fuertes (PT 19m).

Vélez, con un equipo alternativo, superó al Decano tucumano por 1-0 con gol de Torsiglieri (PT 15m) y quedó a cinco puntos de Independiente. Los dirigidos por Mario Gómz siguen sin ganar en el campeonato y continúan en zona de descenso directo.

Arsenal venció 1-0 en casa a un irresoluto San Lorenzo, que tuvo mucho tiempo la pelota y poco pudo generar en el área contraria, y consiguió su cuarto triunfo en cinco partidos.

Boca en llamasPalermo

Parecía que Boca continuaba su fiesta luego del triunfo en el Superclásico, pero la sonrisa le duró poco y se le fue con cuatro durísimos cachetazos. Y quién diría que el causal de esa humillante derrota iba a ser este Chacarita, que pena porque su promedio lo tiene en zona de descenso directo y que tuvo el debut como entrenador de Mauro Navas, otro al que esta jornada le resultará imposible de olvidar. Como a Palermo que aún no se explica por qué Alves lo sacó.

Es que nadie en cancha de Huracán, ni el más entusiasta hincha funebrero, habrá imaginado el desenlace con una goleada histórica 4-1 después de que Boca se fuera al descanso 1-0 arriba y Chaca se mostrara sin espíritu ni reacción. Pero al local le bastó un segundo tiempo de concentración y empuje para desnudar las flaquezas de un Xeneize blando tanto en el fondo como en ataque.

El conjunto de Navas, que tuvo una buena actuación de Federico Vismara en el medio bien acompañado por Alejandro Frezzotti y Diego Morales, arrancó algo mejor. Mariano Echeverría avisó de cabeza en los mejores minutos del local, aunque de a poco sus intenciones se fueron desdibujando.

Como contrapartida, en el Xeneize se empezaron a ver algunas pinceladas de Juan Román Riquelme y una creciente peligrosidad de Nicolás Gaitán cuando bajaba a buscar el balón. Y así, a los 28 y en su primera llegada, golpeó la visita cuando Riquelme le metió un pase profundo a Matías Giménez para que defina a la derecha de Nicolás Tauber.

Después del gol aparecieron los mejores instantes de los de Abel Alves ante un rival sin respuestas. Martín Palermo cabeceó al travesaño y Giménez quedó mano a mano con Tauber, el arquero dio rebote y definió afuera de carambola y luego volvió a exigir a Tauber.

Sin embargo, el complemento arrancó con los roles cambiados: Chaca fue el que salio dispuesto a torcer el rumbo del pleito con sus puntos altos fortalecidos y Boca el que se distrajo y cometió errores que le costaron muy caros. Al minuto, Jorge Núñez apareció muy solo por izquierda y sacó un remate potente hacia el segundo palo que Facundo Parra alcanzó a desviar en las narices de Javier García para decretar el empate.

Y a los nueve, otra jugada accidentada terminó por variar la historia. Emanuel Centurión apuró a García, quien quiso salir y se le fue la pelota entre las piernas, y cuando Morales se aprestaba a convertir Julio Barroso le cometió penal. Saúl Laverni no falló en cobrarlo, pero sí al expulsar erróneamente a Ezequiel Muñoz.

A los diez, Parra ejecutó desde los 12 pasos y García atajó con las piernas arrojándose a su izquierda, pero en el rebote y de cabeza, Nicolás Ramírez convirtió el segundo. Enseguida, Riquelme esbozó un remate desviado, pero desde entonces Boca no iba a llegar más y su peor tarde comenzaría a tomar forma.

Las desatenciones del fondo de los de La Ribera y el domingo inspirado de los funebreros para aprovecharlas tuvieron otro capítulo a los 36, cuando Sciorilli habilitó muy bien desde la derecha a Parra para que, en soledad, definiera por lo bajo ante la salida de García para definir el pleito.

Pero al desarrollo aún le faltaba una entrega más, con el gol que llevó los ánimos xeneizes al punto de ebullición. Sciorilli recibió por la izquierda, se acomodó y la picó en forma exquisita sobre el arquero al segundo palo. Golazo y nada más que agregar. Sólo la posterior expulsión del Cebolla le agregaría otro aliciente a un partido para el recuerdo.

El resultado le significó así a Chacarita un gusto soñado que le devuelve la esperanza de cara al difícil objetivo de que su equipo salga de la zona de riesgo. Para Boca fue una crudísima forma de romper la burbuja de la alegría ante River y volver a transitar una muy pobre realidad.

Independiente rescató un punto muy valioso en Santa Fe

BICHI FUERTES

El equipo de Gallego se puso en ventaja con un zapatazo de Núñez (PT 8M), pero Colón decretó el empate con un cabezazo de Fuertes (PT 19m). El Sabalero generó muchas chances, jugó varios minutos con un hombre de más, primero por la expulsión de Galeano y luego por la de Gandín, y no pudo quebrar al Rojo. En el local vio la roja Goux, a los 15 segundos del complemento.

A diferencia de la sonrisa de la Gioconda, que todavía guarda varios misterios sin develar, la mueca de satisfacción que rápidamente se dibujó en la cara de Gallego, tras el empate que logró Independiente en Santa Fe, atesora un mensaje claro: su equipo, sin jugar bien y con algo de suerte, rescató un punto valiosísimo en un reducto muy complicado. Colón fue más durante los noventa minutos, generó las mejores oportunidades para llevarse el premio mayor y hasta jugó por varios minutos con un hombre más, pero no logró quebrar al líder del torneo Clausura, que hasta se dio el lujo de ampliar la diferencia sobre Godoy Cruz, su escolta.

El Rojo vivió en el primer tiempo situaciones que no le había tocado a lo largo de todo el campeonato. Sus centrales sufrieron como nunca, el mediocampo se mostró realmente quebrado y sus atacantes no se conectaron. Para rescatar: su peligrosidad a la hora de acercarse al arco del Sabalero y que su rival no se fue en ventaja al descanso. Ya a los tres minutos, el local evidenció los serios problemas del fondo visitante: Gómez desbordó por la izquierda y tiró el centro para la llegada en soledad de Moreno y Fabianesi, quien la tiró por arriba del travesaño. Y a los seis, Bertoglio se escapó por la derecha, mandó el centro atrás y Nieto reventó el poste de un Gabbarini que salió a tiempo para molestarlo.

Pero el único líder también tiene sus armas y suele perdonar poco. A los ocho, Fuertes entregó mal una bola hacia el medio, Núñez recorrió 40 metros sin marca y desde muy lejos venció la lenta estirada de Pozo con un soberbio derechazo. ¿La suerte del campeón? No había llegado nunca, se había salvado y en la primera se colocó en ventaja. En ese momento, el Rojo se adelantó algunos metros y se acercó gracias a las desatenciones de su rival, que en algunas situaciones eligió erróneamente salir por abajo que colgarla en la tribuna. A los 14, Acevedo se la movió a Mancuello en la puerta del área y el volante por la izquierda le sacó astillas al poste izquierdo. En el rebote, Furchi le anuló el gol a Núñez por una posición dudosa.

Desde ese instante, todo fue de Colón, que complicó muchísimo por las bandas y ganó todo en el centro con Moreno y Capurro. Además, Bertoglio fue otra complicación con su movilidad. El merecido empate llegó a los 19: Caire la puso en el punto del penal y Fuertes terminó con la racha de 471 minutos sin recibir goles de Independiente. Luego, Gabbarini evitó el segundo tras un disparo de Fuertes -una verdadera complicación junto a Nieto- y en el rebote volvió a salvar ante Moreno. Y a los 32, el Bichi quedó de cara al arquero visitante, Galeano lo bajó y se fue bien expulsado por último recurso. Sin embargo, el Sabalero perdió algo de precisión y no volvió a llegar con tanta facilidad. El Tolo rearmó el equipo con Vittor y sacó a Núñez.

El Sabalero tenía todo el segundo periodo para aprovechar sus once, aunque los papeles se quemaron rápidamente. A los 15 segundos, Goux fue muy fuerte por la espalda de Silvera y vio la segunda amarilla. Pese a emparejar las cosas con una tontería, el dueño de casa mantuvo la iniciativa y siguió siendo el claro dominador del encuentro. Pero pese a tener la pelota, al equipo de Mohamed le costó mucho meter el puñal decisivo, colocar esa pelota entre líneas para enfrentar a Gabbarini. Por eso, se quedó sólo con remates de larga distancia. Primero probó Moreno y Fabbianesi y luego hizo lo propio el ingresado Ramírez.

Recién a los 26, Lucero consiguió desbordar a Vallés y tirar el centro para Fuertes, quien cabeceó muy débil y le permitió a Tuzzio sacarla en la línea. Un minuto más tarde, Gandín cometió una tonta infracción y también se fue por doble amonestación. En ese momento, Independiente se retrasó por completo y dejó únicamente a Silvera y a Patito Rodríguez para sacar alguna contra salvadora. Y Colón apretó: Torres sacó un tremendo zurdazo desde 35 metros y Gabbarini, con la celestial ayuda del travesaño, salvó otra vez a la visita. Y un minuto más tarde, el mismo jugador sabalero probó los magníficos reflejos de la figura del partido. Tuzzio no se quedó demasiado atrás y también sacó mucho de arriba. En definitiva, el Rojo rescató un punto, estiró la diferencia con su escolta y dejó contento a Gallego. Una sonrisa para nada misteriosa.

MARCO TORSIGLIERIVélez se prendió en la pelea

Vélez le ganó como local a Atlético Tucumán por 1-0, en un partido correspondiente a la 11ª fecha del Torneo Clausura. El Fortín, con un equipo alternativo por su participación en la Copa Libertadores, volvió a demostrar su solidez ya característica y se prendió en la lucha por el título.

El equipo que dirige Ricardo Gareca se mostró un poco más seguro que su rival con la pelota en los pies y en el primer tiempo justificó la victoria por la eficacia. Sin haber arrasado, los de Liniers tuvieron situaciones mucho más certeras de cara al arco de Lucas Ischuk.

La primera chance fue para Leandro Caruso, con un cabezazo que salió apenas desviado. La revancha llegó a los 15 minutos con un frentazo letal de Marco Torsiglieri, quien ganó en lo alto tras un tiro libre en forma de centro que llegó desde la izquierda y abrió el marcador.

El orden que intentó plasmar en el campo de juego Mario Gómez se vio alterado con el tanto en contra. Las primeras arremetidas fueron con un testarazo de Matías Villavicencio que cruzó todo el arco, un disparo muy alto de Luis Rodríguez y un remate sin ángulo de Sebastián Longo.

Las respuestas de Vélez fueron más certeras: Rolando Zárate cabeceó muy incómodo frente a la valla de Ischuk y lo perdió, mientras que Pablo Lima sacó un latigazo de zurda que salió apenas afuera. Sobre el cierre, Germán Montoya salvó al Fortín luego de un frentazo de César Montiglio.

El segundo tiempo estuvo de más, porque no se modificó el resultado, aunque tuvo algunos aspectos interesantes. Más allá del adelantamiento lógico por la necesidad de conseguir el empate, Atlético Tucumán no generó situaciones de riesgo y dejó muchos espacios en el fondo.

Los de Gareca aguantaron sin sufrir demasiado y contaron con varias chances para liquidarlo. Entre las más claras, Juan Manuel Martínez desperdició dos -en la primera se la tapó el arquero y luego estrelló su remate en el travesaño- y Víctor Zapata perdió un mano a mano ante Ischuk.

Con el triunfo, Vélez logró descontarle puntos a Independiente (ahora está a cinco unidades) y es otro de los que se ilusiona. Por el lado de Atlético Tucumán la preocupación es cada vez mayor: continúa sin ganar en el campeonato, está último en la tabla y también en zona de descenso directo.

Arsenal dejó a Simeone a un paso de su adiósCHOLITO SE VA

Arsenal sigue pisando fuerte. Luego de un arranque de torneo Clausura realmente flojo, que puso en la cuerda floja a Burruchaga, el elenco del Viaducto consiguió cuatro victorias en los últimos cinco partidos. Su última víctima fue San Lorenzo, que sigue sin levantar cabeza de la mano de Diego Simeone y está muy cerca de los últimos puestos. Fue 1-0, en Sarandí.

El incurable problema del Ciclón no es adueñarse de la pelota, sino qué hacer con ella en los últimos metros de la cancha para herir al rival. Durante el primer tiempo, el conjunto dueño de casa la tuvo menos, pero preocupó más y generó varias chances claras. El equipo de Simeone la movió de acá para allá, pero careció de picardía y velocidad para meter esa estocada decisiva.

Frente a la buena marca del local, la visita intentó primero con centros aéreos y a los cuatro encontró la cabeza de Romeo, aunque este la tiró por arriba. Luego, sin poder entrar, probó con tiros de larga distancia: Menseguez y Bordagaray, en dos ocasiones, fueron los encargados, pero sin la puntería necesaria para complicar a Campestrini.

El elenco de Burruchaga fue más simple, porque trató de meterla rápidamente en el área -sin tantos firuletes-, y cuando se lo propuso generó peligro. A los nueve, Obolo la agarró de aire tras un mal despeje y le quemó las manos a un atento Migliore. Y a los 16, el espigado atacante peinó una bola a la salida de un córner y dejó solo a Aguirre, quien definió arriba para el 1-0.

Al Ciclón le costó hacer pie por arriba y también lo perdió Tula con un frentazo que pasó cerca. Y cuando San Lorenzo se fue con todo en busca del empate, Leguizamón quedó mano a mano con Migliore y desperdició una oportunidad inmejorable. Sobre el cierre, la visita volvió a apretar, aunque nuevamente sin la pimienta necesaria. La única: un disparo elevado de Bordagaray.

Los problemas del Ciclón para generar riesgo se evidenciaron mucho más en el complemento, ya que manejó la pelota durante casi 30 minutos y apenas se aproximó con arrestos individuales. Nuevamente, el Cholo puso mucha gente en ataque, pero al equipo le costó desbordar y ganar en el área. Claro, al equipo azulgrana le falta altura y prueba una y otra vez por arriba.

Dentro de todos los jugadores de ataque que puso el entrenador, el más destacado fue Alfaro, quien se mostró rápido. A los 24, armó una buena maniobra individual y remató cerca del poste izquierdo de Campestrini. A los 35, cabeceó abajo del arco y el uno volvió a tapar. Y a los 42, remató desde 30 metros y el balón se perdió cerca.

San Lorenzo terminó atacando con Menseguez, González, Romeo, Alfaro, Bordagaray, Bertocchi y Pintos, ya como un delantero más, y sin embargo volvió a caer en el mismo desorden de todo el campeonato. Por eso, aunque apretó, nunca puso en jaque a un Arsenal replegado pero tranquilo. Sus centrales se cansaron de sacar por arriba y sellaron el cero.