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Chau Defensor Sporting, hasta pronto…

Este domingo al mediodía partió, rumbo a la bellísima Montevideo, la nutrida delegación del Club Defensor Sporting. Los dos micros repletos de satisfechos botijas salieron cerca de las 14 desde calles Italia y Bavio, para unir los 600 y pico de kilómetros en poco más de 9 horas. Dirigencia, padres y jugadores del Club Recreativo dieron muestras de una ejemplar cordialidad. En noviembre, los “Rojiverdes” serán huéspedes en tierras orientales. Galería de fotos.

 

Recién se fueron los gurises de la ROU y ya se extraña el “Ta”, el “Ahí va”, el “Bo”, o “los championes” (zapatillas), expresiones típicas uruguayas.

Llegaron el viernes a la siesta, fueron albergados de la manera más digna posible en la entidad de calle Italia, o se alojaron en casas de Familia, aunque no faltó la “hamburgueseada” el sábado a la mañana, los sabrosos sándwiches de pernil de cerdo echo de modo exquisito por un padre del “Recrea” (Don Gómez si no nos falla la memoria, un tipazo habituado a trabajar en la Apicultura), y servidos en la gélida noche sabatina por loables papás y mamás de los pibes locales, como las “milangas” con papas servidas este domingo por Dani, el macanudísimo Chef de la Cantina-Comedor de la institución donde SIEMPRE se come sano, abundante y barato siendo la especialidad de la casa una hamburguesa monumental.

 

Los más “Peques” no pudieron hospedarse en domicilios particulares por no preverse su llegada con debida antelación (a priori tenían agendado un intercambio con el CAE, el cual quedó frustrado por la próxima intervención “Albinegra” en el Festival Internacional de Mini), pero los que sí disfrutaron de la hospitalidad paranaense fueron quienes pararon en hogares de los jugadores U17, U15 y algunos U13.

 

A falta de un City Tour a cargo de gente de Turismo local o provincial, los hermanos de las Tierras de Artigas pusieron los micros y los entrenadores se vistieron de guías para darles un paseo por los principales puntos de la capital entrerriana para que cada uno de los jugadores pueda transmitirles a sus familiares que lograron conocer, al menos básicamente, una ciudad naturalmente bella.

 

Obviamente hubo varios juegos, cada uno de ellos muy parejos, y más allá de la falta de árbitros de la AAAB Filial Paraná, los técnicos no tuvieron dificultades en dirigir por lo cual se vivieron alternativas despojadas de toda apetencia ambiciosa de triunfos. Aun así, algunos partidos se cerraron con puntos agónicos.

 

En la jornada vespertina del sábado, cada categoría terminó sus partidos con un mix, mezclándose los planteles y de golpe, clausurándose la brega con 24 jugadores dentro de cancha, inclusive los técnicos y dos pelotas que iban de un lado a otro.

Una verdadera fiesta que todos los clubes deberían disfrutar a menudo y quitarle TANTA PRESIÓN, sobre todo a los más chicos. Aparte, como a menudo decimos, no solo se trata de jugar al básquet. La idea, principalmente, es confraternizar.

 

Muy pronto, en los primeros días de noviembre, el reencuentro será en la hermosísima Montevideo donde seguramente estará Cuestión Entrerriana con una cobertura especial.