Caso Benedetich: dudas que crecen
|El homicidio del cual fue víctima el ex basquetbolista paranaense Enzo Fabián Benedetich va acumulando más dudas que certezas.
El asesinato de Enzo Benedetich ha sacudido a toda la sociedad paranaense y las fluctuaciones crecientes entre lo cierto y lo ficticio vuelcan en esferas policiales todas las miradas hacia su esposa.
Benedetich recibió cuatro disparos realizados por la espalda -al menos tres de arriba hacia abajo-, el sábado, poco antes de la medianoche. Su mujer, Liliana Rivas, empleada de Enersa, con la que se había casado hace poco mas de un año, lo trasladó mortalmente herido al Hospital San Martín, donde ya no se pudo hacer nada por él.
Esa es la versión más concreta. Además, se supo que los resultados de dermotest en las manos de Rivas dieron negativo y se confirmó que Benedetich fue asesinado con un revólver calibre 38.
Una pregunta que genera inquietud en los investigadores, siendo realmente inexplicable, es cómo un asesino, con tan sangre fría, deja libre a una potencial testigo.
Por otra parte, una nueva versión se empezó a barajar después del mediodía de este lunes, aunque el grupo de investigadores que informa al juez Eduardo Ruhl para establecer los pasos a seguir no haya un porcentual alto de credibilidad.
Al parecer, Liliana Rivas, manifestó una versión diferente a la que había tomado estado público. Según se desprende de sus dichos, llegó con su marido al cajero automático del Bersa sucursal Corrales, en avenida Almafuerte y Zanni y que en ese lugar, luego de extraer 180 pesos partieron con destino al restaurante-parrilla El Costerito.
La mujer habría declarado que cuando tomaron calle Miguel David para llegar al restaurante, Benedetich ve a alguien caminando cerca de las ladrillerías, en una zona muy oscura y le pide que detenga la marcha para llevarlo, porque supuestamente lo conocía, pero que nunca alcanzó a explicarle quien era y que de allí en mas comenzaría la odisea que los llevó por zonas del Parque Industrial y finalmente por el acceso al Camino Costero donde se produjo el homicidio.
La mujer mencionó que entre ellos hablaban, pero que eran casi susurros y que no podía entender de qué se trataba.
Profunda investigación
En la División Homicidios la labor es sin pausas. Este domingo y lunes se trabajó intensamente en revisar los últimos cruces telefónicos y se allanó el domicilio que la pareja compartía en calle Sosa Loyola y el escritorio que ocupaba Benedetich como empleado en la agencia de automóviles Coinauto, en avenida Almafuerte, donde mantuvieron charlas con la gente que se desempeña en ese lugar.
Lo que sí se descartó, por ahora, es la versión inherente a problemas de la víctima con respecto a la comercialización de seguros en representación de una empresa extranjera y el supuesto descontento de algunos posibles clientes que se habrían sentido estafados. Esa presunción de movida era incorrecta pues quien ejerce esa labor es uno de sus hermanos mayores.
Aún, sí, se busca atar cabos en cuanto a su situación económico-financiera.
Finalmente, uno de los móviles que no se descarta en la pesquisa es el de asesinato por temas pasionales y en las últimas horas, pudieron obtenerse datos llamativos en torno a la relación que llevaba la pareja.