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Carros y recuperadores de residuos: ¿qué esperan ediles y legisladores para redactar una ley?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Concejales y legisladores dan la sensación que esperan asesoramiento externo para ponerse a trabajar en una ley EN SERIO respecto a la situación de los recuperadores de residuos que utilizan carros tirados por equinos. El 4 de enero por la mañana subimos a nuestro Diario Digital una nota titulada: “Año Nuevo, Gobierno nuevo, pero… los carros siguen siendo una grave amenaza”. Hace pocas horas, otro caballo colapsó en Paraná por el abuso de sus “propietarios”.

 

En el artículo http://cuestionentrerriana.com.ar/ano-nuevo-gobierno-nuevo-pero-los-carros-siguen-siendo-una-grave-amenaza/ insistimos sobre un tema delicadísimo del cual pocos hablan, y quienes se refieren al mismo, lo hacen con voz reclamante, así nuestros lectores o los que siguen a colegas como la Fan Page de La Otra Paraná, terminan exhortando lo que desde otros sectores pertinentes, inclusive la Prensa local, no se aborda desaprensivamente.

 

Desde hace no menos de tres años venimos elevando consideraciones, reflexionando, analizando sobre una temática que pocos interpretan con la gravedad que verdaderamente reviste.

La anterior gestión acometió una parcial sustitución de carros de tracción a sangre por motocarros y quedó conformada una mesa de gestión para llevar adelante la coyuntura de los recuperadores de residuos que usan carros tirados por animales ecuestres.

 

La propuesta tenía como principal objetivo recuperar la dignidad laboral y mejorar la calidad de vida de las personas que utilizan el carro tirado por caballo como medio de sostén de su familia, como la protección de los animales.

 

Lo que debería haber constituido una real política de Estado, estudiando la factibilidad de hacer valer una ordenanza de los ’90, la cual prohibía la circulación de estos carros por la ciudad, en especial dentro del macrocentro, paulatinamente fue volatilizándose y la tendencia pasó a ser cada vez más peligrosa, pues de ser conducidos por hombres o mujeres, pasaron a ser manejados por niños, algunos de ellos con inconmensurable irresponsabilidad, vehemencia y obviamente peligrosa osadía.

 

Pero asimismo, la conducta de algunos “carreros” pasó a ser una amenaza latente porque de los esforzados, abnegados laburantes de la recolección de basura, la mayoría de ellos responsables y respetuosos de códigos de convivencia, todo mutó en jóvenes, adolescentes, o reiteramos, niños, hoscos, bruscos, intratables en todo sentido, sufriendo de manera especial los caballos un mal trato detestable.

 

Así quedaron truncos los objetivos inherentes a plasmar un diagnóstico para luego tomar medidas en relación a los trabajadores del sector, la explotación infantil, el medioambiente, el ordenamiento del tránsito y el cuidado de los animales.

Hasta se habló de un registro de los recuperadores de residuos que utilizan carros tirados por caballos consiste en una entrevista en profundidad con los dueños de los carros y sus familias. Allí quedarían plasmados datos sobre condiciones de vida, escolaridad y salud.

 

La primera consigna de la inspección era saber cuántos carritos existen en Paraná y en qué barrios se encuentran las familias que trabajan con este medio.

El dispositivo permitiría diagramar políticas para mejorar la calidad de vida de las familias, más allá que la solución de las diferentes situaciones no es la misma para todos.

 

Hasta se ideó el colocar una placa fosforescente en los carros para que los conductores adviertan su presencia, lo que constituía contradictoriamente una legitimización de dicha transitabilidad.

Intervinieron de igual modo los veterinarios de la Subsecretaría de Zoonosis quienes observaron el estado de los equinos a los que aplicaron antitetánicas y antiparasitarios. Además, se entregó a los propietarios de los animales una libreta sanitaria del equino en la que figuran recomendaciones para su trato.

 

Todo duró días. Nada más. Desidia absoluta de municipio y hasta del propio Gobierno de Entre Ríos a través de su Ministerio de Trabajo, mientras que los únicos que mantuvieron incólume, inquebrantable el interés, fueron miembros de organizaciones protectoras de animales, aunque claro… sin respaldo suficiente.

 

Así, se multiplicaron los casos de trabajo infantil, se dejó de velar por el cumplimiento de la Ley Nacional Nº 14.346 de protección animal y se terminó avalando la circulación de los carros sin control, mientras que todo ciudadano con un auto, con una moto, con cualquier clase de vehículo EN REGLA debe presentar todos los papeles habidos y por haber evidentemente con fines recaudatorios.

 

Desde este humilde Diario Digital JAMÁS pretendimos coartar, obstruir la fuente de subsistencia que significan los desechos para muchas familias paranaenses, aunque sí fuimos enfáticos en concebir que la problemática de los recuperadores de residuos que se trasladan en carros tirados por caballos debe ser tratada como algo más que un problema de tránsito o de recolección de residuos, sino como una cuestión de inequidad social por resolver.

 

Nuestro firme propósito se volcó a revertir las vulneraciones de derechos, prevenir, combatir el trabajo infantil y garantizar el cuidado y la protección de los equinos. Nada más claro que ello. Hoy, TODO SIGUE IGUAL… O PEOR… La Municipalidad de Paraná SIGUE SIN ACTUAR.

 

Algunos de nuestros links

 

http://cuestionentrerriana.com.ar/estaciona-donde-quieras-total-vale-todo/

 

http://cuestionentrerriana.com.ar/traccion-a-sangre-mucho-debate-por-el-derecho-de-animales-y-el-de-los-ninos/

 

http://cuestionentrerriana.com.ar/falla-la-vista-o-hay-mas-carros/

 

http://cuestionentrerriana.com.ar/carros-en-la-ciudad-otra-materia-pendiente-de-la-comuna/

Foto: Gentileza Fan Page La Otra Paraná.-

 

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