Carros en la ciudad: otra materia pendiente de la Comuna
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Admitimos que desconocemos si hay alguna Ordenanza que regule la circulación en la ciudad de los carros. La inseguridad y/o inestabilidad de sus estructuras, por NADIE controladas, el ser conducidos en algunos casos por niñitos o por agresivos jovencitos, más el maltrato de los animales configuran una anormalidad de la que la Municipalidad de Paraná -aparentemente- SIGUE sin hacerse cargo. ¿Qué se espera? ¿Una tragedia?
No queremos que a un montón de gente (¿cada vez más?) se le impida el recurrir a “Cirujear” no teniendo opciones, alternativas para llevar de alguna forma un cacho de pan a sus familias, prohibiéndosele transitar por las calles paranaenses en una carreta.
No deseamos se imposibilite, a quienes procuran laburar de algún modo, recorrer las arterias de la capital buscando cartones, vidrios, botellas o cualquier producto que les sea útil para vender, para construir, cubrir o reparar sus viviendas precarias, o hasta recolectar basura de la cual obtengan alimento en condiciones tolerables de consumir.
Pero sí queremos que esos carromatos cumplan con las medidas básicas de firmeza, estabilidad, consistencia, como hasta se cumplimenten las pautas elementales de estar REGISTRADOS y de portar luces y/o bocina para alertar de su circulación.
También sería menester que sus conductores sean mayores de edad, debidamente identificados y que cuenten con la pericia suficiente para desenvolverse sin improvisaciones, estando matriculados para realizar esa tarea, haciéndose cargo de sus responsabilidades Civiles y de ser necesario Penales.
Pero, por otra parte, considero trascendente el analizar el esfuerzo realizado por los caballos que tiran carros, que suelen llevar carga muchas veces excesiva, lo que implica un destrato, al igual que los golpes sufridos para que marchen y la mala alimentación y atención veterinaria que se les ofrece.
Los equinos utilizados en los vehículos de tracción a sangre como suministradores de la fuerza motriz, deben estar correctamente herrados, gozar de buena salud física y tener suficiente aptitud para cumplir con la labor a la que han sido destinados, no pudiendo utilizarse animales hembras en estado de preñez.
Esto es SIMPLE… Si hay Ordenanza, NO SE CUMPLE. Y si no la hay, es TIEMPO que los ediles se preocupen por redactarla URGENTE.
Tampoco obviemos que se habla a diario de higiene y profilaxis, de prevención y promoción de la salud, de contaminación ambiental, a nivel Gobierno provincial e Intendencia, pero NADA se hace por tratar un tema relacionado como las necesidades fisiológicas de los animales, las cuales ensucian las calles dejando fétidos olores.
O por qué no, la propia higiene de las cajas de los carros, que muchas veces portan restos de alimentos o basura y diseminan aromas ultra desagradables. Es evidente que NO HAY CONTROL inherente a salubridad.
Por todo lo expuesto, invitamos a concejales y por qué no… a legisladores, a que se pongan de acuerdo en hacer cumplir las normas SI LAS HUBIERE, o a que comiencen a trabajar en leyes que no solo les brinden satisfacciones políticas sino que FUNDAMENTALMENTE otorguen una mejor calidad de vida a la ciudadanía TODA.