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Carlín: “Kirchner guiaba estratégica y políticamente los destinos de nuestro país”

“Descansa en paz, querido amigo y compañero, ya ocupas un lugar privilegiado de nuestra historia patria y siguiendo a Evita, será muchos, muchísimos los que tomarán esa misma bandera para llevarnos a todos a la victoria, que es la felicidad y prosperidad de todos los argentinos”, así lo definió, Sergio Carlín quien reivindicó a Néstor Kirchner porque fue quién, como lo hicieran Hipólito Yrigoyen y Juan Domingo Perón, “enfrentó los factores de poder del país”.

“En su homenaje deberemos seguir peleando por esa Argentina socialmente justa, políticamente soberana y económicamente independiente”, enfatizó. El funcionario y compañero de estudios del ex Presidente aseguró que “Kirchner guiaba estratégica y políticamente los destinos de nuestro país”.

Despedir a un amigo, querido, respetado y admirado, con quien forjamos un afecto juvenil mutuo, que se mantuvo inalterable, más allá del paso del tiempo, de los cargos encumbrados o modestos, del poder, de las coincidencias o discrepancias, estuvimos unidos a través del tiempo con un concepto unívoco de la amistad, el compromiso, la lealtad, el honor, la conducta:ha muerto Néstor Carlos Kirchner, un ejemplar cuadro político arquetipo de la militancia en pro de los principios fundacionales del peronismo, ya que en los últimos 40 años hemos sido testigos de su compromiso con la Soberanía Política, la Independencia Económica y la Justicia Social, sintetizado en una frase que reiteraba: “De Perón y de Evita hay que acordarse cuando se gobierna” y que en la práctica fue saldando o intentando saldar en materia de Derechos Humanos, libertad de prensa, ejercicio pleno de ser comandante en jefe de la Fuerzas Armadas, enfrentando valientemente a los intereses monopólicos e intereses económicos – financieros internacionales y nacionales; defendiendo los derechos de los que menos tienen y más necesitan.

Avanzando en políticas de estado que tienen que ver con el trabajo regular y estable, con inversiones genuinas para el desarrollo autónomo, con una enorme inversión en obra pública como generadora dinámica de actividad en bien de todos los argentinos.

Símbolos como hacer retirar los cuadros de los dictadores – represores; el programa Remediar, el rescatar las cuasi monedas, el saldar la deuda con el FMI, quitando su nefasta influencia en nuestra economía y autonomía son rasgos salientes entre otras muchas de sus cuatro años de presidencia.

Pero hoy, queremos recordar a aquel flaco desgarbado, el de los lentes de grueso aumento con marco de carey, el de la melena larga cayendo sobre los anteojos, cual inequívoca imagen del aviador “Lupín” (de allí el apodo con que lo distinguíamos); al meticuloso analista que nos decía que puntos debían contener nuestras arengas estudiantiles en el Comedor Universitario, el Aula Magna o en cualquier pasillo, plaza o calle. Aquel con el que discutíamos una falta o un gol de los “interminables” picados de básquet.

Al que nos pedía que organizáramos “algo” para “enganchar” a la preciosa flaca morocha que le quitaba el sueño, a lo que respondíamos: “anda, que te vas a levantar vos con esa pinta a Cristina” y nos deslumbró a todos, dando muestras de su tesón e inteligencia aún en lo que menos se conoció públicamente: la capacidad de convicción en el amor.

Pero hoy fundamentalmente, no sabemos por que, se nos representa llegando de noche a casa en La Plata “para jugar al ajedrez…” pero cuando se escuchaba alguna frenada o ruido fuerte en la calle se sobresaltaba. Sin que nadie hiciera alusión alguna, sabíamos que Néstor (“Lupín”) se estaba escondiendo de la triple AAA y no relataríamos este episodio si él no lo hubiere hecho público en Concepción del Uruguay durante su campaña electoral en conferencia de prensa en el 2003.

Nuestra generación, como otras muchas, siempre hubo alguien respetado y admirado por su conducta y capacidad al que valía la pena ir a escuchar y ver dar examen. En nuestro caso se llamaba Néstor Carlos “Lupín” Kirchner y si alguien nos hubiera preguntado por su futuro, casi todos le hubiéramos respondido que llegaría a Presidente de la Nación.

Descansa en paz, querido amigo y compañero, ya ocupas un lugar privilegiado de nuestra historia patria y siguiendo a Evita, será muchos, muchísimos los que tomarán esa misma bandera para llevarnos a todos a la victoria, que es la felicidad y prosperidad de todos los argentinos.