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Cardenal Poli, a Macri: “se debe actuar en defensa del inocente que no ha nacido”

El presidente Mauricio Macri asistió este viernes a la ceremonia religiosa del Tedeum en la Catedral de Buenos Aires, donde escuchó un discurso crítico sobre la situación social y recomendaciones sobre el rol del Estado. En cuanto a la polémica sobre la ley de aborto legal, el arzobispo de Buenos Aires, Mario Poli subrayó que “se debe actuar en defensa del inocente que no ha nacido”, consignando que “igualmente de sagrada es la vida de los pobres que han nacido”.

 

“Si la propuesta es optar por una u otra vida, nosotros apostamos a que vivan las dos”, esa fue una de las frases del arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli al presidir la celebración oficial por los 208 años de la Patria.

 

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, apeló a una cita del papa Francisco para exhortar a defender las dos vidas, al presidir el tedeum por el 25 de Mayo. “Ante el bello e inefable don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, en esta bendita tierra austral apostamos decididamente a que vivan las dos, para Dios no hay excluidos”, aseveró delante del presidente Mauricio Macri y miembros de su gabinete.

 

El arzobispo de Buenos Aires, cardenal Mario Aurelio Poli, apeló a una cita del papa Francisco en la última exhortación apostólica Gaudete et exsultate para exhortar a defender las dos vidas, al presidir el Tedeum por el 25 de Mayo en la catedral metropolitana.

 

Ante el presidente Mauricio Macri y otras autoridades, el primado argentino afirmó que “cuidar la vida de punta a punta es querer ser Nación” y recordó que “en la Argentina bicentenaria no sobra nadie, todos somos necesarios e importantes, por lo que ninguna persona debe ser excluida de la fiesta de la vida, hasta el más humilde y olvidado de la patria profunda”.

 

El purpurado porteño citó entonces el magisterio del papa Francisco, quien en su última exhortación anima a que “la defensa del inocente que no ha nacido debe ser clara, firme y apasionada, porque allí está en juego la dignidad de la vida humana, siempre sagrada, y lo exige el amor a cada persona más allá de su desarrollo”.

 

“Pero igualmente sagrada es la vida de los pobres que ya han nacido, que se debaten en la miseria, el abandono, la postergación, la trata de personas, la eutanasia encubierta en los enfermos y ancianos privados de atención, las nuevas formas de esclavitud, y toda forma de descarte”, completó con palabras del pontífice.

“Honrando los gestos de grandeza de los Padres de la Patria, a quien hoy tenemos en la memoria agradecida, decimos que vale toda vida y ante el bello e inefable don de la concepción, si la propuesta es optar por una u otra, en esta bendita tierra austral apostamos decididamente a que vivan las dos, para Dios no hay excluidos”, aseveró en momentos en que se debate el aborto en el país.

 

Poli comenzó la homilía con un sugestivo pasaje bíblico, en el que se relata cómo el rico Zaqueo de Jericó cobraba a su pueblo impuestos para los romanos.

El tono del acto religioso fue severo acerca de actualidad social, como se esperaba. “La indiferencia de los ricos frente a los pobres no pasa inadvertida ante Dios”, sentenció Poli en uno de los pasajes más duros.

 

Además, sostuvo que “en los tiempos de crisis y desencuentros entre los argentinos no dominan las fuerzas económicas sino las espirituales”. Y, en esta línea, agregó que “en la Argentina bicentenaria no sobra nadie, ninguna persona debe ser excluida”.

 

“Este pueblo todo lo toleró sin perder la esperanza de un mañana mejor, confiando en una justicia distributiva largamente esperada. Su lección nos alienta a pensar que nuestra Nación siempre tiene destino”, apuntó.

 

Además, expandió la lectura política de la actualidad al destacar que “los cambios sociales y culturales se dan en procesos que demandan tiempos que nos trascienden y se extienden más allá de los períodos de un gobierno y debemos desconfiar de los logros instantáneos”.

“Si comenzamos hoy, dentro de 10, 15 o 20 años se verán los frutos; el tiempo no lo podemos someter pero sí continuar unidos por el bien común, y el deber del Estado es cuidar la vida” especialmente “de los pobres y marginados”, añadió.

 

En cuanto a la gravitante figura del Papa Francisco, envió desde el Vaticano un mensaje institucional mesurado, aunque resaltó el tipo de país que desea.

“Con motivo de la fiesta nacional de Argentina, hago llegar a vuestra excelencia y a todos los hijos e hijas de ese amado país un cordial saludo. Y ruego a Dios nuestro Señor, por intercesión de la Virgen de Luján, que les conceda los dones necesarios en la construcción de una sociedad cada vez más justa, fraterna y solidaria”, escribió desde el Vaticano el 22 de mayo.