¿Bronca en el ambiente náutico?
|No pudimos corroborarlo oficiosamente, sí a través de comentarios en Redes Sociales. En el ambiente náutico de Paraná el fastidio sería grande a raíz de la frustrada apoyatura de veleros y barcos de las entidades ribereñas en la inolvidable última jornada de celebraciones por el Bicentenario de la elevación a Villa de la capital entrerriana.
“Nos convocaron oficialmente y nos agarraron de pelotudos”, comentaron a través de internet algunos navegantes evidentemente ofendidos.
Resulta que en el día de la visita presidencial, los actos oficiales y los festejos con motivo de los 200 años de la ciudad, por pedido oficial, se convocó al Club Náutico y en sí a todos los clubes de la Ribera con Guarderías Náuticas para que todos los navíos posibles acompañen, desde el río, la visita oficial.
La idea era darle colorido y presencia al majestuoso Paraná, para que desde el palco, se pueda observar el movimiento y la vivacidad también en nuestro río.
Dichos nautas tuvieron que realizar una movida muy importante.Parar sus actividades privadas, (fue un día hábil), dirigirse hasta las marinas o guardas, equipar las naves debidamente y retirarlas para depositarlas sobre el caudaloso río.
Hasta allí todo bien, pero al llegar al Puerto recibieron la orden de Prefectura para que “por razones de seguridad” retiren sus botes o modifiquen el curso sin pasar por enfrente del sector de Costanera donde estaba emplazado el escenario.
Tras semejante despliegue, lógicamente los propietarios con muchísimo enfado no ocultaron insultos de todo calibre por la radio de los navíos, a lo cual Prefectura requirió compostura de manera incesante por los numerosos reproches a los que la Fuerza terminó siendo depositaria.
Las disculpas oficiales aparentemente llegaron de modo inmediato rubricadas por un funcionario comunal, pero, dicen, no fueron aceptadas.