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Bordet: “Entre Ríos fue y es una tierra de oportunidades”

El gobernador Gustavo Bordet llevó a cabo este martes en Buenos Aires un homenaje a los descendientes de “los pampistas”, nombre con el que se conoce a los tripulantes del vapor Pampa que formaron parte de la primera oleada de colonos judíos en Entre Ríos. En ese marco afirmó que “Entre Ríos fue y es una tierra de oportunidades”, y anunció que la muestra Ana Frank estará en la provincia del tres al 30 de agosto.

 

La actividad se desarrolló en el marco del convenio suscripto por el Gobierno de Entre Ríos con la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), y contó con la presencia del presidente de esa institución, Ariel Cohen Sabban, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, el ministro de Turismo de la provincia, Adrián Fuertes, y el titular de la Casa de Entre Ríos en Buenos Aires, Hugo Marsó.

 

“La colonización judía en Entre Ríos ha dejado sus huellas imborrables, ha dejado una marca que hasta el día de hoy persiste y que es necesario siempre recordar y homenajear a quienes forjaron un futuro en nuestra provincia”, enfatizó Bordet ante un auditorio completo.

 

Durante su discurso, el mandatario entrerriano afirmó que “no fue un hecho aislado la llegada del vapor Pampa”, y resaltó que “en la misma época llegaban inmigrantes desde distintas latitudes a nuestra provincia, entre ellos mis abuelos, que vinieron en busca de una oportunidad, huyendo de las medidas económicas, de las guerras y buscando un horizonte de futuro”.

 

Bordet también destacó la obra de Alberto Gerchunoff, “Los Gauchos Judíos”, que “reflejó de esta epopeya que realizaron los primeros colonos que vinieron a nuestra provincia”, y que “sirvió para que se tenga en cuenta y se valore positivamente todo el esfuerzo de esos hombres y de esas mujeres, de esas familias que se afincaron en distintas partes de Entre Ríos contribuyendo al progreso y el desarrollo”.

 

“En cada una de las localidades, de los pueblos, donde se transite en esta ruta, que supo retratar también en su obra literaria, uno pudo encontrar el testimonio, y huellas, de él cuando transitaba las calles de Basavilbaso. Lo ve cuando se va al hospital de Villa Domínguez, donde están los nombres de los consultorios que donaron los hijos de aquellos gauchos que vinieron a estudiar a Buenos Aires, que se recibieron de médicos y que después donaron parte de su instrumental, material y apoyo económico para que se construya el hospital de Villa Domínguez. Lo ve cuando va a Villa Clara y visita la sinagoga tan antigua y hermosa. En toda esa ruta que iba al costado de las vías de tren, en Ingeniero Sajaroff. Hay una larga senda y que los entrerrianos tenemos que rescatar porque es una parte muy rica de nuestra historia y por eso este acto tiene la utilidad que requiere esta atención”, expresó Bordet.

 

En ese marco, el mandatario sostuvo que “tener en cuenta que acciones de esta naturaleza le dan una fuerte identidad a la provincia, pero también nos obligan a reflexionar que el esfuerzo que hicieron nuestros mayores, el esfuerzo que hicieron quienes nos antecedieron, no tiene que haber sido en vano, tiene que servir para vivir en una provincia que siga siendo tierra de oportunidades”.

 

Ya en el final de su discurso, Bordet recordó que “el día 3 de agosto inauguramos la muestra Ana Frank en Paraná”, que permanecerá expuesta hasta el 15. Luego, “del 17 hasta el 30 de agosto, lo haremos en la ciudad de Concordia”, dijo y destacó que Entre Ríos “era sino la única, una de las pocas provincias donde la muestra no había ido”.

 

“Son hechos que vinculan a nuestra sociedad”, reiteró el mandatario, y afirmó que sirven “para también no olvidar el horror, para no olvidar que hubo una época donde se cometían los más atroces crímenes, y que tiene que servir para que nuestras generaciones futuras tengan también la plena conciencia de que sólo es posible vivir en sociedades civilizadas, donde el disenso tiene que ser la razón de la existencia de cada uno de nosotros”.

 

Bordet estuvo precedido en el uso de la palabra por el presidente de la DAIA, Ariel Cohen Sabban, quien subrayó “el gran trabajo que viene haciendo la provincia para resaltar mediante este homenaje el enorme aporte de aquellos inmigrantes”.

 

En esa línea, el secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, puso de relieve que el acto de homenaje constituye una demostración de que el convenio firmado entre el gobierno entrerriano y la DAIA “no es letra muerta”, y que “este tipo de actos sirven para poner en valor los actos institucionales, que a veces quedan guardados en un escritorio”.

 

“Estos hechos nos sirven para entender que Argentina dejó atrás la idea de ser un crisol de razas donde las identidades se diluían, para asumir que somos un mosaico de identidades, donde cada una brilla con luz propia”, remarcó Avruj.

 

También el ministro de Turismo, y ex intendente de Villaguay, Adrián Fuertes, resaltó “el enorme valor de la inmigración judía para el centro de Entre Ríos. Para nosotros, que somos de tierra adentro y de pueblo chico, estas cosas son muy importantes, porque ponen de relieve cosas que sentimos como propias”, y agregó: “este hecho se enmarca en el camino de apertura, de unidad, de trabajo conjunto, que el gobernador nos ha marcado”.

 

Arribados al país el 15 de diciembre de 1891, los 817 pasajeros, inmigrantes judíos rusos, fueron enviados temporariamente a Mar del Sud, en la provincia de Buenos Aires, ya que las tierras en Entre Ríos aún no habían sido adquiridas.

 

Para Mar del Sud este fue un hecho de gran importancia, ya que este grupo fue quizás el primero que habitó las instalaciones del Hotel Boulevard Atlántico, a donde fueron trasladados temporariamente entre enero y principios de abril de 1892, previo a su radicación definitiva en tierras entrerrianas.

 

La llegada de estos inmigrantes a la provincia, se produjo recién cuando la empresa del Barón de Hirsch, la Jewish Colonization Association (JCA), compró las tierras de Colonia Clara, ubicadas en las cercanías de la actual Villa Domínguez, departamento Villaguay y las de Colonia San Antonio, en las cercanías del actual Pueblo Cazés, departamento Colón. Esto dio inicio a un modelo de colonización de características únicas en el país.