Bonell transmitió sensaciones positivas, pero…
|La Liga Argentina de Basquetbol tuvo un cierre temprano, con Serie Regular trunca, sin Playoffs, sin Ascenso. Oscar Bonell, head coach de Echagüe, dialogó con colegas de La Cábala e irradió una sensación positiva por la campaña parcial cumplida. Omitió que la clausura del Torneo se dio con su equipo gozando de 2 juegos más respecto a sus seguidores y faltaban 6 fechas de la 2ª Fase.
Lo de Echagüe en la Liga Argentina de Basquetbol 2019/20 no fue malo. Tuvo lapsos que preocuparon y hasta causaron disgusto. El “Luis Butta” semivacío a lo largo de la temporada expresa ese escaso interés que generó su performance.
Sin embargo, el récord de 11-9 y el ver a otros equipos como Tiro Federal de Morteros, Sportivo América de Rosario, Olímpico de Ceres, y Barrio Parque exhibiendo registros muy adversos entre triunfos y derrotas, le confieren a Bonell y sus dirigidos otro semblante.
Eso es innegable: la estadística transitoria, concluida intempestivamente la Liga por la pandemia, dejó a Echagüe 5° de la Conferencia Norte. Por lo cual, Oscar Bonell no mintió cuando manifestó: “En relación a lo que planificamos al inicio de la temporada y a las proyecciones hechas, es positivo haber terminado en quinto lugar con la chance de haber jugado la primera fase de los Playoffs con ventaja de local. Era lo que pretendíamos”.
Pero es irrefutable que optó por omitir que cuando se cortó la competencia Echagüe tenía registro positivo de 11 victorias y 9 caídas, no obstante, atrás quedaban Salta Basket con marca de 11-7, o sea dos partidos menos; Ameghino de Villa María con 9 ganados y 9 perdidos, por ende también dos cotejos menos, e idéntica situación para San Isidro de San Francisco (9-9). Agregándose a su vez Rivadavia de Mendoza con un 9-10 aún esperanzador respecto a lo que pudiese haber conseguido en los 7 encuentros que le restaban jugar.
Y es ser coherente hablar de lo que faltaba… Echagüe debía aún medirse con Ameghino el 18/3 como visitante, también afuera el 20/3 ante los mendocinos.
Después le quedarían dos de local y dos de visitante frente a los encumbrados Oberá y Villa San Martín, jugándose ambos quedar lo más arriba posible en la División.
Bonell priorizó el frío registro de la tabla sin medir lo que restaba, y así como le faltaba completar los choques ante Ameghino y Rivadavia, debía contemplar que en caso de igualdad con San Isidro quedaba en desventaja.
Lo único que le daba ilusiones en el uno contra uno a la opción de Bonell era la ventaja ante Salta (89-58 y 73-87). Aunque debemos admitir que no sacamos la cuenta por triples o cuádruples empates y tal vez a ello haga referencia con tanta certeza el DT.
Contra Ameghino debía defender los 15 de margen en el “Butta” y ante Rivadavia los 11; pero a la vez Bonell le esquivó al hablar de las cuatro últimas fechas ante los misioneros y los chaqueños que, como ya enunciamos, se jugaban el 1-2.
“Llegamos con un equipo muy sólido de local y expectante de visitante. A pesar de haber ganado solo dos juegos en esa condición, estuvimos a un tiro de poder ganar en canchas difíciles como Villa San Martín, Oberá TC o Unión de Santa Fe. Eso nos generó mucha expectativa a la hora de pensar en una situación tan determinante y distinta como los Playoffs”, opinó Bonell en la charla con los colegas de La Cábala.
Y tiene razón respecto a lo fuerte que se fue haciendo en su casa. El 10-1 de la 2ª Fase fortaleció la fe en calle 25 de Mayo, pero el 1-8 afuera (más el 1-5 de la 1ª Vuelta) no puede obviarse, más aún si en verdad no sabías que ubicación final tendrías si se concluía normalmente la Serie Regular.
“La ausencia de Mateo Gaynor por su lesión en el hombro fue una baja muy importante porque era un jugador que nos iba a dar un plus, con mucha experiencia. El equipo supo sacar fuerzas como grupo para suplantar su calidad y hacer una performance como la que tuvimos en la Liga”, en lo retórico le damos la derecha a Bonell.
En lo sencillamente práctico, creemos que el técnico no obró inteligentemente con el recambio de Gaynor y desgastó a los de mayor trayectoria, como a la vez, tardíamente apeló a contratar a un jugador que después lo recambió. Un absurdo del cual no se hace cargo, más allá que de por medio están las imposiciones dirigenciales en lo presupuestario. Y hete aquí lo que siempre decimos: si no se apelan a recambios por decisión de la dirigencia, comunicarlo, decirlo, no apelar al verso barato que tanto perjudicó a Echagüe en su larga historia en el profesionalismo.
Bonell habló de “una Liga muy pareja y competitiva con equipos que se armaron muy bien y otros que traían una base de varias temporadas. En ese marco, si cerrábamos mejor algunos partidos más, hubiéramos quedado más arriba aún”.
Respetamos su subjetividad. Para Cuestión Entrerriana fue un certamen de pobrísimo nivel, con canchas vacías y escasas excepciones con ambiciones netas de ascender a la Liga. Lo que es más… con equipos como Barrio Parque y San Isidro que sorprendieron por sus irregularidades.
“Creo que acertamos a la hora de la elección de jugadores. Fue un grupo muy unido en la cancha, muy competitivo y que siempre mostró un compromiso hacia la camiseta, el club y el proyecto. Todo el cuerpo técnico, la dirigencia y los hinchas deben estar muy agradecidos con ellos”, añadió Bonell.
Es su panorama. Y lo debemos respetar. No compartir. ¿Con Gaynor hubiese sido distinto? Apostamos un pleno a que sí. Como si con la baja del alero se hubiese actuado rápidamente, también.
Lo de Gaynor modificó por completo el escenario, y Bonell aceptó la postura dirigencial de austeridad complicando la estructura de un equipo de enorme oficio, pero con un promedio de edad de sus Mayores inquietante.
Y guste o no lo que hemos dicho y seguimos sosteniendo, no estuvo bueno la administración de los recursos existentes. Bonell se falló a si mismo en cuanto al reparto de minutos, y puso en riesgo el físico de sus principales piezas, sobre todo pensando en la parte más “caliente” de la temporada: los “Playoffs”.
La historia dirá que no hubo tantas lesiones respecto a este criterio, pero también se verá, nadie se resiste a los Archivos, que muchas derrotas se dieron por cabezas erráticas a raíz de cansancios indisimulables. Lo de Ignacio Fernández fue increíble… Terminó como el 2° jugador con más minutos del certamen y a lo sumo fue incluido como 8° entre los players con más asistencias. En los demás rubros, fuera del Top Ten. ¿Tan trascendente era? Sin hesitar, es un buen base, confiable, pero falló en incontables cierres o no se puso la casaca de líder en varios epílogos. Entonces… ¿Por qué tanto frenesí, tanta pasión de Bonell por él? Rarísimo… Y vale la pena acotar… en el off the récord de fuentes confiables, en el seno del equipo no se entendió esa postura del coach.
Ni hablemos del tema “Proyección”… O lo de Xavier Parker… En fin… Oscar Bonell nos ilusionó en la previa a la Liga y progresivamente nos fue decepcionando por completo con idénticas actitudes que sus antecesores. Una pena pues está dando sus primeros pasos, y podía darlos con otra predisposición al hacerse cargo de lo que no hizo bien.
Nuestro frío balance nos deja un Echagüe mejor posicionado que lo previsto respecto a lo que jugó o cómo lo jugó, sobre todo esto último, pues en incontables noches jugó a nada. Lo paradójico es que tenemos la íntima convicción que si tras el corte se hubiesen jugado al menos Playouts, la trayectoria, la historia, el talento, los años de los valores elegidos por el precitado entrenador, hubiesen pesado al estar 100 % recuperados en lo físico.
Por eso, si bien no fue más específico, podríamos coincidir con Bonell en cuanto a que “La suspensión de la Liga ha dejado un vacío muy grande. Quedamos un poco sin rumbo. Somos parte de nada y no sabemos para dónde vamos. Es muy triste”.
Habrá que ver desde cuál perspectiva lo dijo… Quienes hacemos Cuestión Entrerriana seguimos enfatizando que si los expertos en materia de Salud consideraban este corte temprano como única medida conveniente pensando en los protagonistas, se debió interrumpir TODO.
Que la Liga Nacional no haya sido cerrada como la Argentina y/o el Federal, es un despropósito del cual deberían emitir reflexión los dirigentes de la 2ª y 3ª Categoría del básquet profesional argentino.
Lo raro…, lo extraño…, es que los directivos de la mayoría de los clubes del 2° y tercer Nivel, optaron por aceptar sumisamente la decisión de la AdC y CABB. No hubo reproches. No hay reconvenciones. Todos bajaron la cabeza obedientemente, y nadie puso el grito en el cielo.
Por algo será… Así estamos, en un baloncesto nacional de gimnasios despoblados, sin grandes sponsors y con una cobertura periodística que año a año pierde interés por las características de las competencias, esencialmente en cuanto a fixtures grotescos.
Foto: Gentileza Face Oficial Fotos Básquet Echagüe – N. M.-