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Boliche clausurado en Paraná: pudo ser una tragedia

¿Hace cuánto que pedimos mayor y mejor fiscalización de obras y locales a la Municipalidad de Paraná? Este fin de semana, dos jóvenes resultaron heridos en el pub bailable Hierlam de nuestra ciudad. La profusa difusión de la noticia vía Redes Sociales y el interés que le otorgó uno de los medios periodísticos de mayor repercusión en la Región, como lo es Canal 9 Litoral, provocaron un impacto excepcional en la opinión pública y así la Municipalidad de Paraná obró con una celeridad pocas veces vista clausurando el local ubicado en zona de Puerto Viejo.

 

Pasadas las 3 de la madrugada de este domingo se desprendió un pedazo de cielo raso sobre la pista principal del boliche Hierlam, impactando en la espalda de Belén Bustamente, productora de Canal 9 Litoral, y en la cabeza de otro joven.

 

Ambos recibieron atención primaria en otro sector del local y en pos de profundizar los estudios pertinentes del caso, resolvieron asistir cada uno a distintos nosocomios.

“Se cayó una placa de yeso que me golpeó a mí en la espalda, y al otro chico en la frente provocándole una herida cortante”, relató Bustamante en diálogo con el nuevo sitio web www.9ahora.com.ar

 

La comunicadora Social acotó “nos atendió un paramédico en otro sector, donde era Excándalo. El lugar estaba oscuro y lo único que pudo hacer fue ponerle una curita al chico porque no tenía los elementos para suturarlo. A mí me ofreció un ibuprofeno”.

 

Respecto a la responsabilidad primaria asumida por los responsables del boliche, Bustamante consignó: “Inicialmente, hablamos con uno de los dueños. Nos atendió bastante mal. Dijo que fue un accidente y en malos términos preguntó qué queríamos que hiciera. Después se acercó un socio y me preguntó qué me dejaría contenta. Le dije que cerrara el boliche porque estaba lleno y había una cola tremenda afuera. Le pedí que tomara medidas por la gente que estaba adentro. Nos quedamos un rato y como nadie más se acercó nos fuimos, yo a la clínica y el otro chico al hospital”.

 

En la tarde de este domingo, otro de los dueños se comunicó telefónicamente con Bustamante: “Julián Abramor me dijo que se había enterado de lo que pasó y que lamentaba la situación. Sostuvo que se hacía cargo y que era un problema edilicio del boliche”, narró la periodista.

 

Según le expuso, el motivo de la caída de esa placa fue “el sonido nuevo, que estaba muy fuerte y eso habría provocado el desprendimiento. Ofreció estar en contacto y hacerse cargo de todo lo que necesitáramos. Dijo además que ya están trabajando para mejorar lo edilicio”.

 

Lamentablemente, el otro joven herido, no se refirió públicamente al suceso. De hecho, hasta este lunes, se desconocían sus datos. Como si se lo hubiera tragado la tierra.

Tampoco se supo hasta hoy si hubo denuncia policial de ambos damnificados.

 

¿Prevención?

 

La Municipalidad de Paraná procedió a la clausura del boliche Hierlam, ubicado en el Puerto Viejo. Desde el área de Habilitaciones se dispuso de esta medida con un objetivo preventivo hasta que cese la situación de riesgo.

 

“Resolví clausurar el local hasta tanto cese la situación de riesgo porque evidentemente el cielo raso se cayó y esto no merece ninguna confianza alguna”, señaló a 9 Ahora Federico Amore, subsecretario de Habilitaciones de la Municipalidad de Paraná.

 

El funcionario destacó: “Es un tema que tiene muchas aristas pero creo que es lamentable lo que ha sucedido sobre todo por el control estricto que realizamos. Cuando se toma una medida de este tipo, somos muy criticados pero hay situaciones de alto riesgo en las que el Estado debe intervenir”.

 

Amore señaló que “hay un informe técnico edilicio del arquitecto Jorge Uranga que me presenta una certificación edilicia de dicho local comercial donde concluye que ‘la construcción inspeccionada se encuentra en buen estado general, no observándose en forma visual defectos o vicios aparentes que pudieran presumir algún riesgo para los concurrentes‘ por lo que se considera que es ‘apta para tal fin’”.

 

Según detalló Amore esa certificación le permitió a Hierlam cumplir con el recaudo de ley, inclusive “el ingeniero Daniel Zapata presentó un anexo a la memoria técnica que se titula ‘Cielo raso’. Allí describe todas las especificidades técnicas y dice que es seguro”.

 

Teniendo en cuenta lo ocurrido este fin de semana Amore resolvió que “la memoria descriptiva no me da seguridad alguna con lo cual me aparto de esa información y procedo a la clausura preventiva“.

 

Además ordenó “remitir copia certificada de esos informes con una descripción minuciosa de lo acontecido a los colegios profesionales, de ingenieros y arquitectos, para que el control de la matrícula profesional”.

 

La memoria técnica reviste carácter de declaración jurada y por lo tanto implica una “responsabilidad profesional”, subrayó Amore.

 

Habla uno de los dueños

 

Julián Abramor, uno de los responsables del local, hizo alusión al suceso y señaló: “Fue un accidente. Tenemos el boliche en perfectas condiciones. Lamentablemente por un cambio en los dispositivos de sonido tuvimos que mover estas placas y una quedó mal colocada y se desprendió”.

 

“Esta clausura preventiva no nos sorprende porque la Municipalidad ha hecho un trabajo muy duro y de varias inspecciones para la habilitación de nuestro local y, lo habilitaron porque reunía los requisitos que se precisaban. Ahora, trabajaremos para remediar la situación. Vamos a tomar todas los recaudos necesarios”, concluyó.

 

Reflexión

 

O hubo una errónea expresión de Abramor ante el micrófono de Canal 9 Litoral, quizás por nervios, tensión, atribulación por lo ocurrido, o lisa y llanamente, el empresario se inmoló.

Repasemos… “Tenemos el boliche en perfectas condiciones”, dijo… Si pasó lo que pasó no estaba en “perfectas condiciones”.

No obstante mostró elocuente franqueza y asumió la plena responsabilidad al informar que “por un cambio en los dispositivos de sonido tuvimos que mover estas placas y una quedó mal colocada y se desprendió”.

O sea… no estaba -reiteramos- en perfectas condiciones.

 

Luego indica que “la Municipalidad ha hecho un trabajo muy duro y de varias inspecciones para la habilitación de nuestro local y, lo habilitaron porque reunía los requisitos que se precisaban”. Su honestidad es loable, no obstante, al especificar con absoluta (y sorprendente) transparencia que “por un cambio en los dispositivos de sonido tuvimos que mover estas placas”, traduce que hubo una modificación de lo oportunamente expuesto ante la inspección comunal.

 

Por ende, es menester saber si toda variación, mutación, transformación, CAMBIO que se realiza debía ser notificado o no oportunamente a la Municipalidad para REVER OPORTUNAMENTE la habilitación del local.

Sin ser eruditos en la materia, concebimos que si se había concretado una variación del sistema de sonido, por una cuestión de precaución, de mesura, de previsión, hubiese sido IDEAL promover esa fiscalización de los expertos del municipio.

 

¿O será que NO CONSTA en la normativa vigente este tipo de principios precautorios?

 

Realmente, es laudable la actitud de Abramor, ahora sería esplendido que, más tranquilo, más sereno, reafirme si asume el grupo empresarial la responsabilidad plena de lo ocurrido, o si compete a la Comuna parte de dicha carga o compromiso ante el episodio.

 

Vale la pena para el mismo Abramor profundizar lo por él mismo manifestado en lo inherente a que la Comuna “ha hecho un trabajo muy duro y de varias inspecciones para la habilitación de nuestro local”.

¿Cuántas inspecciones se hicieron? ¿No deben realizarse más fiscalizaciones con el correr del uso de las instalaciones de un local bailable, que por la música sufre sucesivas vibraciones y ello acarrea potenciales riesgos a la estructura del mismo?

 

Los efectos climáticos, calor, viento, lluvia, ¿no pueden provocar erosiones de toda índole que pudieran ocasionar inestabilidades en distintos sectores edilicios?

 

¿El desgaste de materiales sometidos a la usabilidad del inmueble no puede entrever potenciales riesgos, siendo prudencial el proceder a estudios graduales?

 

Este “finde” fue Hierlam, pero en realidad venimos hablando hace años que al cabo de la Gestión Osuna habrá un gran debe en lo referente a FISCALIZACIÓN DE OBRAS y quiera Dios, no seamos testigos de una tragedia.

 

Creemos firmemente en la palabra de Abramor. De hecho que forma parte de un exitoso grupo empresarial que puso a Paraná ante los ojos del mundo con la Fiesta de Disfraces. Pero sería extraordinario que inviertan de aquí en más en una profunda revisión del local, extremando los recaudos comprendidos en normas fiscales municipales, como los NO ABARCADOS para evitar vacíos legales que puedan ocasionar más graves riesgos futuros en lo que atañe a responsabilidad Civil, Comercial y Penal.

 

Hablando de ello… ¿Cuál será la Compañía de Seguros que los respalda? Pues nos imaginamos que también la misma debería ser parte de esta futura fiscalización. De hecho… ya se habla que la clausura duraría solo unos días.

 

En fin … Nada nos extraña de una Municipalidad que sigue sin poner coto a obras en construcción que ocupan veredas despóticamente, a obras de empresas de servicios que destruyen todo y luego reparan precariamente, a obras que destrozan viviendas lindantes, a obras sin las medidas de seguridad impecables sea para garantizar prevención a vecinos como a obreros propios, a locales de idéntica rama que Hierlam donde ingresan y toman alcohol menores de edad, a locales gastronómicos sin la más mínima inspección en cuanto a grados de accesibilidad.

 

Se está despidiendo la gestión y la palabra FISCALIZACIÓN fue el GRAN DEBE, lo repetimos, una y otra vez. ¿Bastarán estos meses que quedan para revertir tan mala imagen? ¿Será la clausura de Hierlam el punto de partida para una catarata de operativos tendientes a reivindicarse los funcionarios comunales responsables? ¿Será este el gran momento para borrar la palabra “COIMA”???