Bergoglio declaró en la causa de la ESMA
El cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, declaró ayer cuatro horas en la Curia Metropolitana ante el tribunal que sustancia el juicio por los crímenes de la ESMA, donde aseguró que intercedió por dos sacerdotes jesuitas secuestrados por la última dictadura militar, incluso ante el más alto nivel de ese régimen.
En ese sentido, Bergoglio le contó a los jueces que intentó proteger a los curas Francisco Jalics y Orlando Yorio y que se reunió dos veces con el ex presidente de la dictadura militar, Jorge Videla, y otras dos con el fallecido almirante Emilio Massera, con quien habló en duros términos, para pedirles que liberaran a los sacerdotes.
Desde la Iglesia Católica dejaron trascender que Bergoglio compareció “en orden y sin sobresaltos” y “pudo explayarse en un clima tranquilo”, mientras los querellantes dijeron que interrogaron con ahínco a Bergoglio para pedirle detalles que -a su criterio- no obtuvieron.
La querella dice que miente
“Fue evasivo. Bergoglio no fue un colaborador de la Justicia”, dijo el abogado querellante Luis Zamora. Y describió a Bergoglio como “alguien ostensiblemente reticente, que medía palabra por palabra” y que no pudo aportar ningún nombre de aquellos que, dijo, desde la Compañía de Jesús veían a Jalics y Yorio como religiosos “subversivos” por trabajar en las villas. Y aclaró que “cuando alguien es reticente está mintiendo, está ocultando parte de la verdad”, dijo. Y no descartó que la querella pida constatar los archivos de la Iglesia para cotejar los dichos de Bergoglio.