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Básquet de Paraná: ¿Rebelión en puerta de los árbitros?

ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- A mediados de abril de este año hubo renovación de autoridades en la Asociación Argentina de Árbitros de Basquetbol Filial Paraná. Una nueva mesa, conformada por jóvenes jueces de nuestra ciudad, tomó el legado de la Comisión renunciante y se dispuso a promover cambios profundos, tomando la experiencia sembrada por los antecesores. Los incipientes postulados revelaban una enfática búsqueda de sensibles transformaciones, después de un vasto período sin elecciones, no obstante, pasaron casi tres meses y no tardaron en germinar vientos de controversia.

 

La salida de árbitros de indudable predicamento como Darío Salvador Rodríguez (nada más y nada menos que ex FIBA) y Julio Soto entre otros no fue, presuntamente, en buenos términos; y la dificultad esencial se dio por algo que tanto reclamamos: el Silenzio Stampa, la orfandad absoluta de argumentos que revelen públicamente razones de declinaciones como la profundización de un aislamiento inconducente por parte de los herederos en cuanto a la comunicación oficiosa, por los canales o las vías apropiadas, provocaron dimes y diretes para nada fecundos.

 

Muy buenos muchachos como Valentín Elena, Santiago Giordano y Juan Pablo Sporturno, entre otros, se animaron a cambiar el rumbo, pero cayeron en similar desliz que sus precedentes: se olvidaron de hablar claro -oportuna y convenientemente- para transparentar la gestión, evitando así, surjan conflictos inesperados o que se pudieron evitar trasluciendo eventuales trances adversos.

 

Esa carencia de sagacidad, de astucia, les jugó una mala pasada. De repente, medios colegas optaron por dar a luz expresiones poco congruentes con el espíritu de moderar, contener cualquier acción improductiva, infecunda que debía prevalecer, brotadas desde un sector ligado estrechamente a los soplapitos.

Las palabras poco criteriosas fueron tomadas como un guante ofensivo por otros y arrancó el duelo…

 

Concretamente, todo se agudizó con supuestas declaraciones de Martín Tesoro, encargado de Designaciones ante la APB, reproducidas por el sitio web colega La Cabala http://www.lacabala.com.ar/2018/04/13/nuevas-autoridades-y-algo-mas/ donde se trasuntan ciertos términos que, al parecer, terminan afectando a la Federación de Basquetbol de Entre Ríos.

 

La FBER habría analizado las hipotéticas manifestaciones de Tesoro y dicho análisis al parecer fue extenso ya que los dichos se habrían vertido en abril y se habría tomado un dictamen recién a mediados de junio.

Todo es potencial, pues no contamos con la documental específica que debería difundirse de manera acertada, correcta y así se soslaya el “trascendido”. Así estamos en el básquet entrerriano, ni hablar en el de Paraná…

 

Virtualmente, a Tesoro se lo habría suspendido por dos meses según una supuesta notificación rubricada por el Dr. Daniel Fernando Pastre, integrante del Tribunal Disciplinario federativo.

Sería muy provechoso que la Federación comunique esta clase de medidas no solo a las instituciones del baloncesto provincial afiliadas o a la CABB, sino también mediante sus partes de Prensa o a través de su sitio web clarifique esta intrincada cuestión.

 

Es obvio que a la vez, quizás todo se supedite a una estafa documental y se haya falsificado el aparente dictamen. De ser veraz, la APB debería haber tomado nota y actuado en consecuencia pues, más allá que la norma abordaría “la función de árbitro”, desde un plano ético Tesoro no debería tampoco designar a pares, menos de la Capital provincial, habida cuenta de la ocasional ruptura con la nueva mesa directriz de la AAAB Filial Paraná.

 

De continuar haciéndolo solo generará automáticas críticas de diverso tono en lo concerniente a preferencias.

Y, sin ir más lejos, hemos observado en Redes Sociales voces de neta contrariedad en lo inherente a la agenda de nominaciones, incluyéndose -indican quejosamente- un juez de Rosario.

 

Los árbitros locales estarían resueltos a que los clubes los escuchen antes de adoptar cualquier clase de determinación. Pretenden solo que el área de designaciones tenga en su órbita a un representante de la Filial, pedimento para nada descabellado.

Si ello no se rectificara no es descabellado que resuelvan un paro de actividades.

 

¿Habrá un gesto de plena humildad por parte de la APB? ¿Intervendría la FBER revelando el procedimiento que se invoca extraoficialmente? ¿Se pondrán todos de acuerdo prevaleciendo el sentido común, la coherencia, el equilibrio, la prudencia?

¿O todos irán en contra de entidades, jugadores, entrenadores y afición?

 

Dicen por allí que el 6 de agosto es la fecha culmine. Si para ese día no se sentaron APB y AAAB, remediando diferencias y conciliando, tal vez no haya árbitros para cobrar porque se suscitaría un paro.

Aunque, ¿y si el tiro le sale por la culata a los bisoños jueces? ¿Y si prima el interés pecuniario por sobre el orgullo? ¿Si una mayoría no se bancara una huelga porque varios hoy están viviendo del referato o hasta mantienen sus estudios con esa labor profesional? ¿Y si a río revuelto, ganancia de árbitros avezados?

 

Claro… también podríamos imaginar que la fuerza, la sangre joven puede imponer su enérgica convicción y transmitirles sus derechos a los dirigentes de las entidades, poniendo en un brete al presidente Blanc y autoridades que lo secundan.

Cuidado, el que subestima, pierde… La gran pena es que, otra vez, los Menores podrían ser rehenes de lo que no logran solucionar por las buenas los grandes. Una tendencia absurda de estos últimos años en el seno de nuestro baloncesto.