¡Bajó el déficit! Un Gobierno de rodillas ante el FMI y de espaldas al Pueblo
El Gobierno confirmó en una conferencia de prensa a cargo del ministro de Hacienda Nicolás Dujovne, que el déficit fiscal primario fue de $ 338.987 millones, 2,4% del PBI en el año 2018. El dato representa una baja de 1,4 puntos frente a los 3,8% del año anterior.
La mejora de las cuentas fiscales se dio porque los ingresos crecieron más que los gastos. Los primeros, crecieron a una tasa del 30,2% interanual, mientras que los gastos lo hicieron al 22,4%”. Es decir que hubo una brecha de 8 puntos.
“Hace 17 meses que los ingresos crecen por encima de los gastos”, señaló Dujovne. Un dato que reiteró en un par de oportunidades durante la conferencia.
Y advirtió además, que “esto va a ser la norma por muchos años”. “Este resultado implica el cumplimiento de la meta fiscal establecida en el acuerdo stand-by con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que el mes que viene realizará una revisión del programa. Y seguramente accederemos en marzo al desembolso de US$ 10.800 millones, despejando así el horizonte del programa financiero”, explicó Dujovne. Ese monto es la mitad de lo que recibirá el país este año.
En tanto, el déficit total (que incluye el pago de intereses), bajó de 6 a 5,2%, con una mejora de 0,8% del PBI, indicó el ministro. El pago de intereses pasó de representar 2,1 a 2,8% del PBI.
“Si al resultado primario de $ 338.987 millones le sumamos el programa de inversiones prioritarias llegaríamos a un resultado primario ajustado de $ 374.280 millones. La meta con el FMI es de $ 378.000 millones. Así que hemos logrado cumplir la meta con el Fondo sin usar ajustadores” (como gasto social adicional, que estaba permitido), señaló Dujovne.
Con las inversiones prioritarias el déficit primario llega a 2,66%, que está levemente por debajo de la meta que se fijó con el FMI (2,7%).
Según explicó el ministro, visiblemente exultante con los resultados fiscales, “la meta se cumplió además con una importante reducción de la deuda flotante, que cayó 14% en términos reales, facilitando así el horizonte del programa financiero”, explicó. “Es el menor nivel de deuda flotante desde el 2007”, señaló. Con lo cual, “el 2019 arranca con salud financiera, sin pagos atrasados”, agregó el funcionario.
“Cuando alcancemos el equilibrio fiscal, la deuda ya no crecerá en términos nominales. La consolidación fiscal de la Argentina está ocurriendo ahora y esperemos continuar por esta senda”, insistió el funcionario, desde el microcine de Hacienda.
Luego, Dujovne se refirió a las cuentas de las provincias.”Entre enero y septiembre del año pasado, todas las provincias excepto una, Santa Cruz, están en superávit primario”, dijo. El Gobierno estima un superávit primario para ellas de 0,4% puntos del PBI, lo que implica una mejora de 0,9 puntos en su resultado respecto del 2017. Así, el déficit primario consolidado entre la Nación y las provincias sería de -2% del PBI: 2,33 puntos menor que en 2017.
En adelante, el compromiso del Gobierno es reducir a cero el rojo fiscal. Y para lograr ese objetivo, necesitará hacer un fuerte ajuste del gasto. Algo que los economistas ven complicado teniendo en cuenta el nivel de recesión por el que atraviesa la economía.
Según Guido Lorenzo, economista de LCG, “la mejora de la situación fiscal sólo representa un alivio para enfrentar una carga de intereses más pesada (72,9% interanual) como consecuencia de financiar un ajuste gradual del gasto público. De hecho, el resultado financiero cerró en 5,2% del producto, mostrando una mejora de solo 0,8 puntos porcentuales respecto al 2017”.
A su turno, Nadin Argañaraz, del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (IARAF), destacó sobre las cuentas públicas del 2018 que: “fue relevante el aporte de las prestaciones sociales a la baja del peso del gasto público primario y por esa vía a la baja del déficit primario desde 8,8% del PIB al 2,4% del PIB”.
“Concretamente, este gasto bajó 0,5 puntos porcentuales del PIB, cuando el gasto primario lo hizo en 1,8 puntos porcentuales. Es decir que las Prestaciones aportaron el 28% de la baja del gasto en 2018. Según el analista, esta fuerte reducción se debió a la creciente inflación mensual que hubo, teniendo en cuenta cómo juega la fórmula de movilidad. “De cara a 2019, en la medida que la inflación mensual baje linealmente, las prestaciones aumentarán en términos reales y dejarán de aportar a la baja del gasto. El aporte a la baja de gasto en 2018 deberá ser cubierto por otros gastos o ingresos, de modo tal de avanzar hacia el déficit primario cero”. Además, señaló que “probablemente la recuperación de los haberes reales pase para 2020. El punto es que la baja de 2018, en algún momento, se va a revertir si la inflación baja”, explicó.