Ayuda al discapacitado con vocación y solidaridad talense
En Rosario del Tala funciona desde hace 27 años la Asociación Talense de Ayuda al Discapacitado (Atadi), que brinda talleres recreativos a jóvenes con capacidades diferentes. Para dialogar e interiorizarse sobre algunas inquietudes referidas al funcionamiento diario de la institución, el ministro de Gobierno, Adán Bahl, recibió en su despacho a sus autoridades. Participaron además el intendente de esa ciudad, Oscar Rossetti, y el senador provincial, Luis Schaaf.
La presidenta de Atadi, Susana D’ Andrea, agradeció la reunión mantenida con el ministro Bahl y resaltó: “Vinimos con una preocupación muy grande y tiene que ver con que nuestra Asociación trabaja desde hace 27 años y brinda contención desde la recreación a chicos con capacidades diferentes y la inquietud mas importante es que aún no contamos con un local propio”.
En este sentido, D´Andrea explicó que “nos resta completar documentación jurídica de la institución para luego presentar ante el Ministerio de Gobierno a los fines de analizar las probabilidades de contar con un local propio acorde a las necesidades que nuestro trabajo requiere”.
Por su parte, el intendente de Rosario del Tala, Oscar Rossetti, también agradeció “al ministro Bahl que siempre manifiesta su compromiso en atender las inquietudes de Rosario del Tala, sobre todo, las provenientes de instituciones que tanto hacen por la inclusión y contención de las personas. Sobre todo porque en su mayoría, quiénes dictas los talleres, son personas que lo hacen de manera interesada”.
“La comunidad de Tala apoya mucho esta iniciativa, ya que desde hace años todos venimos colaborando de una u otra manera con todos los eventos que ellos realizan. Creo que aunando esfuerzos entre el gobierno provincial, el municipio y los vecinos vamos a poder concretar sus anhelos”.
Actividades que realiza la Asociación
Al establecimiento asisten 27 chicos provenientes de Tala y otras localidades vecinas. Allí se les brinda talleres de carpintería, pintura, costura, tejidos y hasta clases de cocina. Algunos de esos trabajos artesanales, los chicos los ponen a la venta al público.
Las actividades están a cargo de personas que dedican su tiempo libre a ayudar, sin ningún tipo de remuneración económica.