Argentino U13: un grito de corazón ¡Quique campeón!
|La U13 de Quique acaba de obtener el título de campeón nacional de Clubes, tras imponerse por 78 a 60 a Independiente de La Paz, y concluir con récord invicto de 4-0 en el Pentagonal organizado por Pacífico de Neuquén y avalado por la Confederación Argentina de Basquetbol.
Los “Decanitos” consumaron un primer cuarto excepcional, aplastando a los dignísimos pibes paceños por 34 a 16, diferencia que sirvió para controlar el trámite (10-13 y 17-19) hasta consolidar la hegemonía en el último período (17-12).
El talento y actitud de los gurises de Paraná, como el arriesgado planteo del coach Nicolás Giorello, se conjugaron para cristalizar una victoria memorable, no solo por la conquista alcanzada sino también por el cómo fue plasmada, teniendo en cuenta la paridad de ambos conjuntos en los dos choques previos a ésta final: 61-53 (en Posadas), 51-44 (en La Paz).
Los 18 puntos de margen en ésta ocasión asombran. Así de simple. En especial por la jerarquía de los chicos dirigidos por el “Pato” Tedesco.
Pero hay mañanas, tardes o noches distintas, unas de las otras, y a veces tanto planteos estratégicos, alternativas tácticas, condiciones psicofísicas, presiones extra-basquetbolísticas propiamente dichas, o hasta un arbitraje inicialmente condicionante, suelen influir para la generación de situaciones sorpresivas en el desarrollo de una competencia.
Independiente, desde la apertura sufrió algunos pitazos controvertidos que hasta condicionaron a los jugadores a perder al técnico expulsado tempranamente de la cancha. Luego, el team paceño se cegó por el desasosiego, y los nervios le jugaron una mala pasada, no logrando contener la inquietud y fastidio propio por el arbitraje, ni la tarea fantástica de Hans Feder Ponce y Exequiel Respaud.
Con Martín Otero y Justo Catalín auto-“secados” por caer en una vorágine inconducente y no evitar que los desborde la ansiedad, todo fue más sencillo para el elenco de la capital que terminó ganando los 10 iniciales por un rotundo 34-16. Sí, sí… 32 de los puntos a cargo de solo dos jugadores, el pivote capitán y el base uruguayense de Rocamora.
Ya en el segundo, estuvo la mano del DT “Decano” haciendo jugar más afuera que adentro a Casiano Calderón Bourband y a Ireno Mendoza, posteándose seguido el “Todo Terreno” (pese a su diminuta talla) Ivar Etchéves.
La apuesta no le salió mal, aunque se perdió todo lo bueno que se había logrado en los tres partidos anteriores.
Agustín Cáceres fue lo más claro del adversario que terminó ganando el capítulo (10-13) pero sin descontar semejante brecha con mayor contundencia. Así pasaron a los vestuarios con un 44-29 favorable a los de la capital entrerriana.
De vuelta a la cancha, Giorello volvió a sorprender. Sin ser Scola o Nocioni, pero teniendo en cuenta lo que hizo en las tres jornadas iniciales, marginó al banco a Calderón y le dio la titularidad a Etcheves.
Minutos después, regresaría “La Torre” al parqué pero ya sin la confianza que había sumado en las tres anteriores presentaciones donde fue una de las piezas más gravitantes, prueba de ello el coeficiente estadístico de cada jornada.
Pese a esto, Feder y Respaud tuvieron el básico protagonismo para no decaer rotundamente, en especial cuando los de La Paz amenazaron con un fuerte repunte de la mano de Otero, Catalín y Cáceres.
La media hora se cerró con un 17-19 en positivo para los “Rojos”, sin embargo, el global decía 61-48 por lo cual Quique fortalecía su confianza ante un Independiente que sugería levantar pero no lo sustentaba decididamente.
Ya en los 10 finales, pese a la garra paceña, apareció a tope quien estábamos esperando: Lucio Princic, NEURÁLGICO para cimentar la victoria con 11 de sus 15 puntos totales.
De nada valieron los 9 de Catalín. Era historia sentenciada. Ganó Quique 78-60, por inmenso mérito propio de jugadores y planteo técnico, como por aquella intranquilidad, desasosiego que invadió a los “Rojos”, admitimos, por unos pitazos polémicos en un campo y omisiones en el otro. Trató Independiente de recomponer su imagen, pero los promedios fueron muy magros, en especial de Dos 32/56 (57 %) para el vencedor, 18/59 (31 %) para el vendido, amén de conquistar igualmente la lucha por el rebote y cimentar un funcionamiento defensivo más consistente.
Las figuras
Hans Feder volvió a ser el líder, aun lesionado en uno de sus tobillos, anotando 26 puntos, 10/19 de Dos, 6/10 en Libres, 15 rebotes y 8 asistencias. Su socio mayor fue Exequiel Respaud con 25 puntos, 9/11 de Dos, 7/9 en Libres, y el que refrendó la victoria fue Lucio Princic con 15 puntos, 7/11 de Dos y 1/3 en Libres.
Por Independiente, no bastó para torcer el destino lo de Justo Catalín con 22 puntos, aunque su porcentual fue bajísimo (4/15 de Dos), mejorando la marca en Libres (14/18).
Lo mismo le ocurrió a Martín Otero, con 15 puntos (6/11 de Dos y 3 de 4 en Libres más 5 rebotes), como también a Agustín Cáceres con 12 puntos, 4/10 de Dos, 4/6 en Libres y 4 rebotes).
Más apagado se lo vio a un buen jugador como Cristian Genre Bert (6 puntos, 2/7 de Dos, 2/4 en Libres y 9 rebotes).
Aclaración
Los árbitros NO INCIDIERON en que Quique salga campeón. De hecho que vale la pena resaltar éste apunte: Quique cometió 20 faltas, Independiente 12. Pero, sí, es real, con OMISIONES se benefició al “Decano” en el recuento de “Zonas” sancionadas. Especialmente al comienzo hubo mucho celo con la defensa paceña y eso SIN DUDAS perturbó a los “Rojos”. Luego, el devenir de la contienda tendría un arbitraje CORRECTO.
Buena despedida de Tokio
Previo a la final se despidieron del certamen el local ante Tokio. Ganaron los pibes de Posadas por 76 a 69. El 37-20 de la primera etapa fue CLAVE a favor de los misioneros.
Franco Zandomeni, 26 puntos, 11/25 de Dos y 4/8 en Libres, más 6 rebotes y 3 asistencias, junto a Fernando Ibáñez, 17 puntos, 8/11 de Dos, 1 de 4 en Libres y 6 rebotes, los mejores del ganador.
Tomás Riccobbón 40 puntos, 15/26 de Dos, 10/17 en Libres, 13 rebotes y 9 pérdidas, más Maxi Aguilera, 12 rebotes, no pudieron torcer la historia. AMPLIAREMOS.-