Apertura de AFA: River y Racing hicieron tablas
|La 12ª fecha del Apertura de AFA siguió éste sábado y en el derby añejo no hubo vencedores ni vencidos. River y Racing empataron 1 a 1. Segundo revés al hilo de Lanús. Ésta vez en su propio feudo ante Colón por 2 a 1. Debutó Tocalli pero Quilmes sigue mal y sin ganar. Ahora cayó ante Banfield (2-0) que no triunfaba desde hace 4 cotejos. Argentino se impuso 1-0 a All Boys que aún no sumó de a 3 afuera.
River y Racing empataron 1-1 en el Monumental, en un clásico intenso y por momentos bien jugado. La parda le cayó mejor a la Academia, que suma como visitante y mantiene sus esperanzas de llegar a la Libertadores. En el local, Cappa fue reprobado por el público y la situación es delicada: seis partidos sin éxitos y permancia en la zona de Promoción.
En los primeros minutos el mediocampo fue zona de paso liberado y los dos aprovecharon esa falta de aduanas para llegar con peligro. Al minuto, De Olivera se debió esforzar para desviar al tiro de esquina un buen disparo del paraguayo Rodrigo Rojas y, a los seis, fue Carrizo el que tuvo que intervenir para ahogarle el gol al colombiano Giovanni Moreno. A los once, Moreno dejó solo a Bieler y el delantero se apichonó delante del arquero y con una burda pifia remató desviado.
Luego, el trámite se tornó más disputado en la mitad, pero siempre con una supremacía para los hombres de Miguel Ángel Russo, porque Yacob era más que Ballón y, fundamentalmente, porque entre Ortega y Lamela no hacían un Moreno.
A falta de poco más de un cuarto de hora para el descanso, el propio Giovanni destrabó el partido. Recibió, en el área, un envío alto de espaldas al arco, desairó a Chiche Arano y sacó un zurdazo cruzado que fue directo a inflar la red. El 1-0 estaba bien.
El gol tocó algunas fibras en River, que fue con poco fútbol pero con mucha vergüenza y forzó a una buena tapada de De Olivera contra Funes Mori y a varios tiros de esquina que no tuvieron ni ejecutantes destacados, ni destinatarios con ambición.
Para encarar el complemento Cappa realizó dos cambios: Buonanotte por Ortega y Ferrero por Arano. Y a juzgar por los resultados, la fórmula le dio éxito y de inmediato. A los 34 segundos, el Enano recibió en el área y tras probar con la derecha, batió a De Olivera con un violento zurdazo.
La reacción de River no se quedó ahí y arrinconó decididamente a Racing, que en esos momentos se conformaba sólo con capear el temporal. El que estuvo más cerca de desnivelar fue Pavone, pero De Olivera le sacó un buen remate de media distancia.
El visitante sufría porque Moreno ya no tenía tanta trascendencia y porque Toranzo no pudo suplir los baches del natural conductor. Sin embargo, pudo volver a tomar ventaja, pero un disparo de Bieler se estrelló contra el ángulo… el ex Liga de Quito parece engualichado para el gol porque no entran ni las que resuelve realmente bien.
Los últimos 25 minutos fueron a pura fricción, con pocos pases acertados a un compañero y sin situaciones propicias para que hubiese un ganador. El 1-1, a fin de cuentas, por lo hecho por uno y otro, era un resultado justo.
Colón marginó a Lanús de la pelea
Colón derrotó por 2-1 a Lanús como visitante y le impidió acercarse al líder Estudiantes, que ostenta una ventaja de nueve puntos sobre el elenco del Sur. El Sabalero golpeó en los momentos justos y sumó su segundo triunfo en el ciclo de Fernando Gamboa. En tanto, el Granate sufrió su segundo traspié al hilo y no pudo subirse al último tren de la pelea por el título.
Pese a que los protagonistas se acercaron muy poco a los arcos, el desarrollo del primer tiempo fue intenso. Quizás carecieron de profundidad, pero ambos equipos siempre tuvieron la valla rival entre ceja y ceja. Fiel a su estilo, Lanús asumió la iniciativa y procuró elaborar jugadas con prolijidad. Por su parte, Colón hizo un planteo práctico y se mostró incisivo mediante el recurso del contragolpe.
La posesión de la pelota fue del local, aunque éste hándicap fue inservible ante la falta de desequilibrio en los últimos metros. El Granate dejó en claro lo mucho que extraña a Sebastián Blanco y el uruguayo Mario Regueiro no pudo gravitar demasiado. En cambio, el equipo santafesino lució más cómodo en la sala de espera y más claro para avanzar mediante la habilidad de Damián Díaz y las trepadas de los carrileros Ismael Quilez y Juan Quiroga.
La primera gran emoción de la noche llegó a los 30, cuando Diego Pozo tapó un remate de Silvio Romero y salvó al Sabalero. A partir de entonces, Lanús encontró una llave para abrir el cerrojo rival: Javier Carrasco. Respaldado por la gente, el juvenil empezó a inquietar con su velocidad y sus centros. Pero en el mejor momento del Granate, Colón (ya sin Fuertes, víctima de una lesión) acertó un contragolpe y abrió el marcador. Fue a los 39, cuando Joaquín Larrivey conectó de cabeza un centro de Quilez y le dibujó una sonrisa a Fernando Gamboa.
Los reproches que se escuchaban en la platea local por la injusta ventaja de Colón se quedaron sin argumentos en el inicio del complemento. A los 5, Díaz marcó un golazo en una jugada que arrancó con una serie de toques por izquierda y terminó con una genial definición del ex Boca en el área, que incluyó fintas, un enganche y un zurdazo cruzado. Lanús sintió el golpe, expuso su impotencia y tuvo una reacción muy tibia.
El Sabalero decidió cuidar la ventaja de la manera ideal, porque se defendió con la pelota y procuró cuidarla como un tesoro. Enfrente, Lanús se desteñía con el pasar de los minutos. Pero el fútbol da sorpresas siempre y, cuando nadie lo esperaba, Lanús descontó a los 21. Guido Pizarro tocó con Regueiro, quien desbordó por izquierda y encontró a Romero de cara al arco. El cordobés entró en soledad y no perdonó a Pozo.
El descuento fue como una inyección de fútbol para el elenco de Luis Zubeldía. La gente detectó la mejoría y apuntaló con su aliento. Y Colón se angustió en cada intervención de Ramírez, Castillejos (dos de los ingresados) y Romero. Obviamente, el local también se expuso en cada réplica y pudo haber sufrido el tercer tanto. El final fue electrizante e hizo vibrar a ambos protagonistas, aunque el que terminó con una sonrisa fue el visitante.
Técnico que debuta, no gana
Banfield retornó este sábado a la senda de la victoria luego de cuatro presentaciones al imponerse por 2-0 como visitante de Quilmes, que contaba con el debut de Leonardo Madelón en el banco y que sigue sin ganar en el Torneo Apertura.
El desarrollo del encuentro aconteció principalmente en el mediocampo, en donde ambos conjuntos se prestaban el balón. Sin embargo, a los 16 minutos y en la primera llegada seria, Gabriel Méndez picó por la izquierda ante la lineal defensa cervecera y sorprendió al abrir el marcador con un tiro al primer palo.
Después, el conjunto local sintió la obligación de salir a buscar la paridad y tuvo algunos buenos pasajes gracias a Enzo Kalinski y Santiago Raymonda, pero le costaba mucho ser incisivo en los últimos metros. Apenas avisó con una jugada de muchos rebotes que terminó con Santiago Hirsig disparando alto.
Para el complemento, algún quilmeño habrá soñado con la concreción de la reacción, pero una dosis de mala fortuna se cruzó en el camino. Es que a los siete, Rubén Ramírez hiló una pared con Sebastián Romero y quedó mano a mano con Emanuel Trípodi para definir bajo y a la red.
La segunda conquista fue un baldazo de agua fría para el suspenso en el encuentro. Quilmes acusó el golpe y perdió vértigo, y los de Julio Falcioni se dedicaron a jugar a lo que mejor saben: defender sin sobresaltos y lejos de Enrique Bologna. Ramírez desperdició el segundo con un remate alto y Charles Aránguiz hizo lo propio del lado cervecero.
Nada más alteró entonces la historia escrita en el Sur. Banfield recuperaba la sonrisa y Quilmes agudizaba su mueca de descontento, después de 18 encuentros, si se suman los del Torneo Nacional, que lleva sin conocer la victoria. Arduo trabajo le espera a Madelón para torcer semejante rumbo.
Argentinos venció a All Boys para tranquilidad de Troglio
Argentinos necesitaba ganar para salvar a Pedro Troglio y lo logró. Superó en su estadio a All Boys por 1-0 con un gol de Niell a nueve minutos del final y retornó a la victoria luego de dos fechas. En tanto que el Albo volvió a perder después de tres jornadas y sigue sin poder ganar de visitante.
En una etapa inicial discreta, el equipo que dirige Troglio fue un poco más que el que conduce Romero porque manejó la pelota la mayor parte del tiempo y generó las únicas ocasiones de peligro. El conjunto de La Paternal controló el esférico, pero careció de ideas de tres cuartos de cancha hacia delante y entonces la vía de llegada fueron las jugadas con balón detenido.
Las dos chances más claras de los primeros 45 minutos fueron una chilena del uruguayo Vargas que casi se mete en el ángulo superior izquierdo y un cabezazo de Prósperi que Cambiasso tapó a puro reflejo. La visita casi que no inquietó a Navarro, quien fue un espectador de lujo.
En el primer cuarto de hora del complemento se vio lo mejor de All Boys, que logró tomar el protagonismo del partido y buscó quebrar la paridad en el marcador. Sin embargo, padeció lo mismo que su rival, la falta de ideas. Y la única posibilidad que tuvo en ese lapso de dominio fue un disparo de Zárate desde media distancia que salió por arriba del travesaño.
Argentinos se despertó y volvió a adueñarse de la pelota pasados los 15 minutos y enseguida preocupó a su adversario. A los 17, Niell quedó mano a mano con Cambiasso, con la chance de asistir a su lado derecho a Vargas, pero se demoró en la definición y Vella lo tumbó desde atrás. Tranquilamente, el árbitro Laverni pudo haber sancionado penal.
Cuando parecía que el cero estaba clavado, se iluminaron Ortigoza y Niell y el Bicho encontró el gol tan esperado. El mediocampista trasladó el balón por el medio, juntó gente y en el momento justo habilitó al delantero, quien entró solo por la punta derecha y resolvió bien ante la salida de Cambiasso.