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Apertura de AFA: River sufrió, pero ganó y llegó a la punta

Funes Mori marcó en el segundo tiempo el 1-0 para el equipo de Cappa, que así alcanzó a Vélez y Estudiantes. Arsenal fue pura especulación hasta que quedó en desventaja. En el “Carminatti” la rompió Palermo ante Olimpo. Fue 3 a 1. Bajo cero en el “Libertadores de América”. El “Rojo” y el “Cervecero” siguen sin ganar en el Apertura. El público local volvió a mostrar su descontento con el equipo de Garnero. Como local, Argentinos Juniors cayó 2-1 con Newell’s y sigue en la última posición.

Las propuestas quedaron bien definidas desde el comienzo del partido. Nada que pudiera sorprender demasiado: River buscaba un triunfo por varias razones necesario, mientras que Arsenal se refugiaba cerca de Campestrini para cuidar un punto.

Muy pronto Funes Mori estuvo cerca de dinamitar la cautela de los de Sarandí, cuando dibujó una buena jugada dentro del área y estrelló su remate contra el travesaño. Faltó poco para que ya a los 5 minutos empezara otro partido.

Pero como River no pudo concretar esa oportunidad y tampoco otras aisladas que aparecieron -es cierto que ninguna con tanta claridad como aquella-, los de Alfaro mantuvieron sin reservas su planteo volcado casi totalmente al contraataque. Eso sí: no hablar de aproximarse al área. Carrizo prácticamente no intervino en toda la primera mitad del partido.

No le encontraba la vuelta al partido River. Porque Arsenal se plantó bien en el medio con Cristian Leiva y el Marciano Ortiz. Además, Choy González manejaba la pelota con criterio y buscaba a los puntas Leguizamón y Obolo. En el segundo tiempo, Cappa buscó tener mayor peso en ataque y dispuso el ingreso de Leandro Caruso en lugar de Rodrigo Rojas. Pero el local seguía demostrando que está lejos de su mejor nivel.

En ese complemento se vio lo mejor de Arsenal. El equipo de Alfaro puso mano a mano a Obolo, que definió por encima de Carrizo, aunque la jugada fue mal anulada por el línea Gustavo Esquivel. Después, Obolo metió un cambio de frente bárbaro, Almeyda quiso cerrar y lo dejó sólo a Leguizamón que definió de derecha y se encontró con un Carrizo enorme que le ahogó el grito. Fue la más clara. Después, Krupoviesa sorprendió desde afuera del área y obligó al arquero a dar un rebote largo sobre la izquierda. Era el mejor momento de Arsenal y el peor de River.

Pero las paradojas son así. Cuando el partido entraba en su recta final y la visita era claramente superior, llegó el gol de Funes Mori. Primero, Ferrari accedió por la derecha a una posición de gol, sacó el derechazo cruzado y Campestrini salvó al córner. Pero de ese tiro de esquina llegó el centro de Ortega al corazón del área, el Melli anticipó a Aguilar, que durmió en la marca, y metió un frentazo que sorprendió al arquero e instaló el 1-0. Eso fue todo.

En los minutos finales, Alfaro intentó mover el banco en busca de un empate que no iba llegar. Alustiza reemplazó a Choy González y Franzoia a Nervo. Punta por volante, punta por defensor. Pero River ya se había agrandado. Sólo hubo tiempo para que las broncas de los jugadores se cruzaran en la mitad de la cancha tras un duelo caliente. Empujones y discusiones. Patricio Loustau sacó dos rojas, una para cada uno (Pereyra y Aguilar), guardó la tarjeta, se secó las manos y adicionó un minuto más a los tres que ya había indicado. Fue final. River volvió al triunfo, aunque sigue sin brillar. Se trepó a la punta y sumó puntos para no sufrir con el promedio.

Alto Palermo

Olimpo sufrió otra derrota, la primera como local, en el certamen Apertura. Aun con altibajos en su rendimiento colectivo, a Boca le alcanzó para vencerlo por 3-1 en el “Roberto Carminatti”. Se jugó bajo la lluvia y con gran concurrencia de público.

Una equivocación en la salida desde el fondo con pelota dominada, que desembocó en el segundo gol de Boca, derrumbó el buen trabajo que Olimpo había construido hasta ese momento. Iban 16 minutos del complemento y la solitaria definición de Martín Palermo cambió radicalmente el rumbo del cotejo.

Con la ventaja a su favor, el conjunto xeneize sacó a relucir su chapa, controló el desarrollo y amplió las cifras por intermedio de Juan Manuel Insaurralde.

Esos dos golpes, en tan corto lapso de tiempo, liquidaron las esperanzas aurinegras de torcer un 3-1 que, a partir de la contundencia de su rival, sentenció anticipadamente la historia.

En la fracción inicial, Olimpo fue aplicado. Se ajustó a su libreto de ahogar a Boca en el mediocampo e impedir que el balón le llegase limpio a los temibles Palermo y Viatri.

Con inteligencia abrió la cancha. Volcó a Galván por la derecha y por ese sector, con el auxilio de Casais y algunas apariciones de Bareiro, marcó diferencias cuando atravesó la línea divisoria detrás de la posición de Escudero.

De a poco, aun sin funcionamiento equipista, Boca ganó terreno. El paraguayo Gaona Lugo, habitualmente delantero, trabajó por el carril derecho y Chávez procuró mostrarse pese a que le costó encontrar su lugar en la cancha.

Sin embargo, a los 15, hizo valer el peso de sus individualidades en una electrizante y certera combinación. Pochi halló a Palermo de espaldas al arco, el capitán la bajó para Viatri y el 27 castigó con violencia para estremecer la red. Un golazo.

Olimpo asimiló rápidamente el impacto y contestó con la igualdad tres minutos más tarde. Galván recibió por su franja y lanzó el centro que Cobo empujó para el 1-1 transitorio. El volante se anticipó a Lucchetti y tocó con sutileza.

El local creció y se afianzó en su juego. Se apoderó del esférico y exigió a Lucchetti con un zurdazo de Longo. Mosset respaldó con su oficio, Brum y Cobo no escatimaron piernas y Galván impuso manejo.

Boca, desarticulado, asomó recién sobre el epílogo con la ubicación de Battaglia y la jerarquía de Caruzzo. A los 41, el 5 desairó a Longo y cedió para el remate elevado del zaguero desde inmejorable posición.

Padeció a Martín y compañía. En la reanudación, Olimpo volvió a incomodar a Boca. A favor de sus imprecisiones, lo esperó para recuperar el balón y sorprender de contragolpe aprovechando los espacios que otorgó en el retroceso.

Ante la falta de respuestas, Borghi buscó soluciones en el banco y apeló a dos variantes simultáneas. Los ingresos de Méndez y Cañete, fundamentalmente, le aportaron mayor panorama y aceleración.

Encima, Tombolini y Longo fallaron al querer apurarse. El rechazo impulsado desde atrás por el lateralista pegó en Méndez y derivó para la entrada de Palermo. El 9, infalible, capitalizó el regalo y estableció el 2-1 que dejó groggy a Olimpo.

De Felippe intentó una reacción con Rolle por Longo y el ex CAI tuvo el empate en sus pies, pero su envío cruzado se perdió muy cerca. Fue el último intento antes de perder decididamente la compostura.

Boca, por su parte, no perdonó las dudas de la retaguardia bahiense y definió el pleito. Palermo asistió la testa de Insaurralde y el ex Newell’s la hundió en las mallas para asegurar una victoria impostergable para las aspiraciones auriazules.

Independiente no pudo con Quilmes

Independiente y Quilmes mostraron todas sus carencias e igualaron sin goles en el Estadio Libertadores de América su encuentro correspondiente a la sexta fecha del torneo Apertura. Pese a la tranquilidad que generó acceder a los octavos de final de la Copa Sudamericana los hinchas de Independiente reprobaron el rendimiento del equipo y cargaron nuevamente con insultos hacia el presidente Julio Comparada y el manager César Menotti.

El “Rojo” sigue demostrando su falta de juego colectivo y claridad en ataque, al tiempo que Quilmes no evidencia mejorías, aunque el empate le sirve a su entrenador, Hugo Tocalli, para mantenerse en el cargo tras los magros resultados obtenidos hasta el momento. Si bien fue Independiente el que en el inicio intentó asumir el rol protagónico del encuentro, ni el Rojo ni Quilmes consiguieron encontrar las formas para poner en peligro la valla rival.

El único acercamiento del cervecero fue a los tres minutos, cuando Ariel Broggi escaló por izquierda, envió un centro que aguantó bien Juan José Morales y Santiago Raymonda controló luego, pero su disparo se fue por arriba del arco.

Sin ideas y con enormes carencias para acercarse a Emanuel Trípodi, Independiente fue sólo un puñado de voluntades. Acaso la actuación de Lucas Mareque fue el fiel reflejo del desorden del Rojo. El ex River Plate sin posición fija deambuló por la mitad de la cancha, quedando por momentos detrás de la línea de Roberto Battión.

Pero Quilmes no fue mucho más, sólo intentos de contragolpe con arremetidas de Gervasio Núñez por izquierda y un trabajo solitario y voluntarioso de Morales.

A los 39, un cabezazo de Facundo Parra que pasó lejos del arco de Trípodi, tras un tiro libre de Leandro Gracián en forma de centro, fue la única chance que tuvo el local.

El complemento mantuvo la tónica de la primera mitad, porque tanto Independiente como Quilmes siguieron evidenciando enormes dificultades en la elaboración de juego. Quizá, con poco, el conjunto de Tocalli por estar algo más ordenando en el mediocampo, fue el que dominó las acciones, aunque sin llevar demasiado peligro a Hilario Navarro.

A los 11, y tras varios rebotes en el área, la pelota le quedo a Morales, quien remató al arco, aunque rebotó en el defensor Leonel Galeano y el balón se perdió por línea final. A partir de entonces y empujado por la impaciencia de sus hinchas Independiente fue en busca de la victoria, pero sus propias imprecisiones abortaron cada posibilidad de ataque.

A los 33, Andrés Silvera giró en la puerta del área y remató sobre palo izquierdo, pero encontró bien parado a Trípodi. Sin merecerlo Independiente lo pudo ganar porque a un minuto del cierre el ingresado Nicolás Martínez salió rápido de contra, habilitándo a Parra por derecha, pero el remate del ex Chacarita se fue pegado al palo derecho del arquero visitante. En definitiva, ni Independiente ni Quilmes se afirman. Los dos siguen en deuda con sus partidarios.

Newell’s lo dio vuelta en una ráfaga

El campeón del Clausura sigue de mal en peor en el torneo Apertura. Como local, Argentinos Juniors cayó 2-1 con Newell’s y sigue en la última posición. Los rosarinos alcanzaron su segundo triunfo y se arrimaron a la cima del campeonato.

El primer gol del partido lo marcó el uruguayo Gonzalo Vargas cuando iban 17 minutos del segundo tiempo. Hasta ese momento, Newell’s era apenas superior a un equipo de Pedro Troglio que no está a la altura de aquel que hace muy poco festejó el título del torneo Clausura. De hecho, el puesto del DT del Bicho está más en duda que nunca.

Newell’s reaccionó. Fue por el empate y encontró más. Con una ráfaga de seis minutos le alcanzó para dar vuelta el resultado. A los 32 minutos, el venezolano Cichero empujó un rebote dentro del área y empató. Y Luis Rodríguez definió para revertir el marcador.

En la primera etapa, la más clara la había tenido Iván Borghello, con un cabezazo desde el sector derecho del área chica que se estrelló en el palo. En el rebote, Alayes no llegó a conectar con dirección para marcar la apertura. Antes, cuando recién había comenzado el partido, el arquero Navarro le cometió un claro penal a Estigarribia, que el árbitro Maglio no cobró.

En el cierre del partido, Argentinos se quedó con diez hombres por la expulsión de Santiago Gentiletti.