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Apertura de AFA: River casi se queda con las manos vacías

River pagó muy caro su falta de definición porque Quilmes rescató un agónico, inmerecido e inesperado 1-1 en el Monumental. Tres empates más. Huracán y Godoy Cruz, también 1 a 1. Bajo cero: Tigre-Racing y Arsenal-Newell´s.

El conjunto de la banda roja ya calculaba que con esos tres puntos se transformaba en uno de los escoltas de Vélez, cuando, sin que nada permitiera vislumbrarlo, Miguel Caneo cabeceó de manera injustificable dentro del área chica, favorecido por un descuido generalizado y un particular estatismo del arquero Juan Pablo Carrizo.

Así se esfumó lo que parecía un triunfo seguro luego de que Mariano Pavone sacó provecho de su primer partido de titular. El delantero venció al eficaz Emanuel Trípodi luego de resolver de primera un tiro de esquina lanzado por Ariel Ortega, a poco de comenzado el segundo período.

Hasta esa aislada aparición impactante de Caneo daba la impresión de que River, todavía un proyecto de equipo, iba a ganar a pesar de sus serias dificultades en materia ofensiva. En descargo del “millonario”, eso sí, hay que remarcar que Leandro Gioda le cometió un claro penal a Rogelio Funes Mori en la segunda parte y esa falta pasó inadvertida por Juan Pablo Pompei.

Lo más positivo para el local fue el rendimiento del creativo Erik Lamela, por lo que hizo y por lo que elabora para entusiasmar a la difícil parcialidad riverplatense. Con más errores que aciertos, fue River el que intentó en la primera etapa desnivelar a un Quilmes que apostó por replegarse en su campo y salir rápido de contraataque con Juan José Morales como único exponente ofensivo. Es que al dueño de casa todo le costó mucho, porque los que debían ser pases simples a los volantes fueron siempre una dificultad tanto para el paraguayo Adalberto Román como para Jonatan Maidana. Fue así que le resultó extremadamente difícil tanto a Diego Buonanotte como a Lamela recibir la pelota limpia y generar juego.

De todos modos, fue Lamela justamente quien se las ingenió para, sobre el sector izquierdo, generar las mejores situaciones. A los 25′ tuvo su chance Funes Mori, porque se encontró solo frente al arquero tras un rebote, pero el goleador falló. A los 29′, y tras un tiro libre de Gervasio Núñez, la visita respondió con un tiro libre. El entretiempo era un respiro para la visita, al final de cuentas.

Sin embargo, a los 2 minutos del inicio del complemento, Pavone abrió la cuenta. River fue un vendaval en los primeros 10′, pero no pudo ampliar diferencias. Estaba todo dicho, menos ese cabezazo inesperado de Caneo, a los 46′. Quilmes igualó sin merecerlo y casi lo gana con una contra de Morales. Increíble.

Grosero error de Ibáñez le dio un punto a Huracán

La pelota cayó directamente en las manos de Nelson Ibáñez. Era fácil, pero al arquero -insólitamente- se le escurrió y quedó mansita para que Gastón Manchín la mandara a la red con un cabezazo. Así empató Huracán cuando agonizaba el primer tiempo, y el 1 a 1 no se modificó hasta el epílogo.

La igualdad fue un castigo para los cuyanos, que habían hecho las cosas mejor y ganaban con un gol de Jairo Castillo. El colombiano remató un penal y Monzón lo atajó con una estupenda volada. De rebote, Jairo remató con la canilla y el tiro salió para el costado opuesto al que se había jugado el guardameta.

A esa altura Godoy Cruz ya jugaba con un hombre menos, debido a que Diego Abal echó a David Ramírez (le pegó una patada a Machín sin intención de jugar la pelota; roja directa).

El segundo tiempo fue para el olvido porque corrieron mucho y no jugaron nada. En ese contexto de abundantes infracciones -varias con llamativa mala intención- los mendocinos fueron más prolijos. Abal ignoró dos infracciones que debió sancionar como penal: un manotazo de Kevin Cura a Salinas y una mano de Curbelo.

“Lo importante era no perder”, dijo el debutante DT Miguel Brindisi. A confesión de partes…

Cero redondo entre Tigre y Racing

Muchos pelotazos, escasas situaciones de gol y un juego muy cortado. A un partido como ese no le cabía otro resultado que un empate sin goles. Tigre y Racing protagonizaron un flojísimo encuentro y terminaron aburriendo a todos en Victoria.

Algunas apariciones de Pablo Lugüercio en la etapa inicial y un bombazo de Fernando Telechea que devolvió el travesaño en la parte complementaria fue lo mejor que hicieron los dos equipos.

En la primera parte el juego se cortó permanentemente por infracciones. Además, ambos conjuntos carecieron de creatividad para romper las dos líneas de cuatro que dispuso el rival. Otro déficit fue la escasa participación de los volantes en ataque, más preocupados por defender que por acompañar en ofensiva.

Racing salió con la idea de cederle el balón a Tigre para jugar de contragolpe y encontrar mal parado al equipo de Victoria. Por momentos lo consiguió, pero la falta de precisión de sus jugadores le impidió abrir el marcador.

En el complemento ninguno modificó su forma de jugar. Los entrenadores no arriesgaron y el encuentro se hizo intrascendente. Lo más destacable fue el apuntado violento remate de Telechea que se estrelló en el travesaño, jugada que pudo haber cambiado el desarrollo del partido.

Por su parte, Racing casi ni se acercó al arco de Ardente. Tampoco encontró fluidez ofensiva con el ingreso de Gabriel Hauche. El resultado fue justo por la mediocridad del juego.

Tampoco hubo goles en el Viaducto

Arsenal y Newell’s protagonizaron un duelo entretenido, con varias emociones en ambas áreas. Los arqueros Peratta (en el primer tiempo) y Campestrini (en el complemento) fueron responsables del tanteador en blanco.

Se vio un lindo duelo de tucumanos: “Pulguita” Rodríguez contra Krupoviesa. El simoqueño contó con tres chances muy claras para anotar en la segunda mitad. En una de ellas bajó la pelota en el área chica, sin marcas, y tiró desviado. Los rosarinos se agarraban la cabeza. “Krupo” también inquietó a Newell’s, en especial con un par de tiros libres.

Arsenal debió haber marcado la diferencia en la primera mitad. El palo salvó dos veces a Peratta, y en otras ocasiones fue el arquero el que intervino en el momento justo. Newell’s reaccionó en el complemento, pero también le faltó puntería. Sobre el epílogo, cansados, ambos equipos firmaron la igualdad.