Apertura de AFA: domingo de bostezos
|Un domingo sin pena y sin gloria se vivió por la primera fecha del Torneo Apertura de AFA, IVECO 2010. A primera hora, el Taladro derrotó por 2 a 1 a Olimpo de Bahía Blanca, que volvió a Primera tras dos años. Delorte abrió el marcador para los visitantes a los 20 segundos, pero el conjunto de Falcioni lo dio vuelta con conquistas de Erviti de penal a los 26′ y de García a los 35′ del PT. Godoy Cruz y Boca empataron en Mendoza. Vélez le hizo precio a Independiente. San Lorenzo rescató un punto en el Bosque.
En la continuidad de la jornada inaugural del campeonato Apertura, Banfield logró reponerse de un mal comienzo de partido y se quedó con sus primeros tres puntos al superar como local al recién ascendido Olimpo de Bahía Blanca por 2-1.
No habían pasado ni 20 segundos cuando Alejandro Delorte le ganó en el pique a los centrales del Taladro y puso la cabeza después de un preciso centro de Diego Galván para vencer a un Enrique Bologna que quedó a mitad de camino. Sorpresa en el arranque.
Olimpo buscaba ser prolijo y ordenado, mientras que Banfield se complicaba por el gol y las lesiones, ya que en el primer cuarto de hora perdía a Julio Barraza y Marcelo Carrusca. Sin embargo, el equipo conducido por Julio Falcioni tenía a Walter Erviti, quien volvió a ser de lo mejor y desde sus pies llegaron los pocos momentos de fútbol de la mañana.
Sebastián Romero estuvo cerca del empate y Jerónimo Barrales exigió a Laureano Tombolini también con un cabezazo. Banfield apretaba y llegaría al empate: tonto penal de Eduardo Casais a Barrales y gol de Erviti, que pateó fuerte y al medio.
La lesión de Carrusca derivó en el ingreso de Cristian García, el delantero le dio más poder ofensivo y sería el encargado de dar vuelta el partido a los 35 minutos, de cabeza, dejando nuevamente en evidencia los problemas de la visita en cada envío aéreo.
La segunda etapa bajó considerablemente de nivel, ya que Banfield se dedicó a ser lo que bien sabe hacer, cuidar la ventaja, y a los de Bahía Blanca no se les ocurrió nada más que buscar la cabeza de Delorte para inquietar a Bologna. El delantero estuvo bien marcado y, así, el triunfo del local nunca corrió peligro.
Estreno prometedor del Tomba
El Tomba arrancó ganando con un gol del debutante Russo, pero rápidamente Boca puso el empate a través de un golazo de Viatri. Mucha gente en el Malvinas y un estreno prometedor para el equipo mendocino que mostró a algunas de sus incorporaciones.
El equipo mendocino pegó rápido cuando Jiménez se equivocó después de un centro y Russo, debutante absoluto en Primera cambió por gol y 6 minutos después Viatri facturó con una mediavuelta impecable que dejó a Ibáñez revolcandose.
Godoy Cruz arrancó mejor parado, usó el ancho de la cancha y expuso las debilidades defensivas de una línea de tres de Boca que tiene poco rodaje. Apenas 14 minutos marcaba el Autotrol del Malvinas cuando un centro de la derecha cayó en el área de Luchetti, Jiménez se hizo un nudo y apareció rápido e inteligente Roberto Russo, debutante absoluto en primera para entregar un derechazo que se clavó en el techo del arco, nada que hacer para Luchetti. Uno a cero y velozmente Godoy Cruz conseguía una ventaja que pese a haber sido superior en ese primer cuarto de hora no había hecho tanto como para ir ganando.
Sólo seis minutos le duró la ventaja al equipo de Asad porque un centro desde la izquierda desnudó los desacoples defensivos que luego de esa jugada fueron casi permanentes, Lucas Viatri la bajó con maestría y con un derechazo rotundo estampó el uno a uno a los 20 minutos. Arranque movido que empezó a dispersarse hasta hacerse luchado y dividido, tesitura en la que murió la primera etapa.
En el segundo Boca pareció atropellar al Tomba en los primeros minutos, con la levantada en el trabajo de Escudero, los de Borghi se transformaron en más profundos y el peligro se hizo mas presencia cerca de Ibáñez que de Luchetti, que tuvo una gran intervención ante un disparo de Ramírez. Asad buscó aire en Damonte y el platinado que hace poco arribó a la Bodega le respondió siendo rueda de auxilio permanente de Camargo. Cuando promediaba la mitad de la segunda etapa el trámite parecía mas repartido pero Boca era más agresivo, parecía que estaba más cerca de convertir. A los 40 del segundo llegó el centro de Russo, la bajó Sigali, Villar le puso la cabeza y la pelota se estrelló en el palo izquierda de Luchetti. En los últimos minutos se vió lo mejor del equipo mendocino que como un reflejo actitudinal fue a buscar la victoria y por momentos estuvo cerca de conseguirlo.
En el balance Godoy Cruz fue mejor en el primer tiempo y Boca en el segundo por lo que el empate parece algo cerca de ser justo.
River sufrió demasiado
River ganó un partido en el que daba la impresión de que sería incapaz de hacer un gol así se jugara hasta la medianoche. Sí puede jactarse de una gran efectividad, de una contundencia digna de un equipo temible, descripción que por ahora le queda demasiado holgada: su único tiro al arco en más de 90 minutos, el cabezazo de Funes Mori, le alcanzó para triunfar. No menos significativa es la manera en que llegó al gol. Después de haberse repetido toda la tarde en una inconducente circulación de la pelota, encontró una fisura en el compacto Tigre con un largo pelotazo desde fuera del área de Carrizo, la “peinada” de Caruso de espaldas al área, el chispazo de Ortega para anticiparse a Echevarría y enviar el medido centro de zurda para la definición de Funes Mori.
Corría tiempo de descuento y la multitud que había cubierto gran parte del Monumental ya se hacía la idea de una salida en medio de la resignación. Mucho apoyo y poca retribución desde la cancha. El calor del aliento se enfriaba con un equipo que nunca levantaba temperatura. Por eso los jugadores y los hinchas festejaron el gol como si se tratara de un milagro, de una aparición mágica. Fue un estallido para conjurar las malas señales acumuladas durante casi dos horas. Le sirvió para cambiar abruptamente el ánimo, pero no para disipar la preocupación futbolística y desconocer la liviandad del equipo.
River atraviesa una situación inédita en sus más de 100 años de historia. Con lo poco que tenía y algunos refuerzos que trajo, intenta armarse para ser campeón, pero sabe que cuanto más se aleje de ese objetivo más deberá angustiarse por su bajo promedio del descenso. Y ayer, durante la mayor parte del encuentro, el rendimiento de River llevó a los hinchas a pensar más en los padecimientos para mantener la categoría que en la gloria de una vuelta olímpica.
Caruso Lombardi se expresa mejor con la producción de Tigre que cuando les pone palabras a sus pensamientos. Mientras el técnico tiene una insoportable atracción por la victimización y el lloriqueo preventivo, su equipo lo muestra como alguien más inteligente y perspicaz. Sabe cómo plantear un partido y complicar al rival de turno. Tigre estuvo lejos de repetir aquel excepcional 5 a 1 de la última fecha del Clausura en el Monumental, pero hizo méritos y estuvo lo suficientemente sólido como, por lo menos, para volverse con su empate. Y del conjunto de Victoria habían sido las escasas situaciones de gol: un remate de Galmarini en un poste y definiciones de Stracqualursi, Castaño y Pasini que exigieron valiosas atajadas de Carrizo.
El replegado 4-4-2 que dispuso Tigre le alcanzó para neutralizar continuamente a River. Se impuso en el anticipo, el quite y el cuerpo a cuerpo. Sólo le faltó más decisión para escarbar en una defensa rival no siempre bien escalonada.
La idea de River de hacerse dominador a través del control de la pelota tuvo por contracara una alarmante falta de profundidad. Terminó aburriendo con tanto dominio estéril. Salvo cuando salía con los pelotazos de Ferrero o Maidana, River quiso ser prolijo, pero anduvo muy escaso de sorpresa y creatividad. No tuvo desborde y Tigre le cerró todos los caminos por el medio. Lanzini, Ortega y Buonanotte, tres individualidades de buenas condiciones técnicas y que comparten una manera de sentir el juego, rotaban e intercambiaban posiciones, pero se entendían poco y casi nunca decidían bien. Buonanotte todavía está bastante lejos del nivel que tuvo antes del accidente automovilístico. Lanzini es un gran proyecto (no sólo gambetea, sino que también tiene visión y panorama) y merece esperárselo. Y queda Ortega, el ídolo al que la gente espera pacientemente, porque sabe que puede tener 90 minutos olvidables como los de ayer, pero bastó que se iluminara un segundo para que River saliera de una pronunciada oscuridad.
Velez no perdonó a un flojo Independiente
Vélez Sarsfield inició con el pie derecho su tránsito por el Torneo Apertura al vencer a Independiente por 1-0 , con gol de Santiago Silva, en un partido que le fue claramente favorable a lo largo de los 90 minutos y en el que debió sacar una diferencia mayor. Julián Velázquez fue expulsado en el “Rojo” por doble amarilla.
El equipo de Gareca tuvo un marcado dominio territorial durante la primera etapa. Generó mucho volumen de juego, pero le faltó precisión a la hora de definir, ya que tranquilamente se podría haber ido al descanso con una diferencia de tres goles de haber sido más contundente.
Entre Maximiliano Moralez, Juan Manuel Martínez y Emiliano Papa abrieron la defensa de Independiente una y otra vez sobre la banda izquierda y desde ese sector buscaron siempre a Silva, que aunque no tuvo la certeza acostumbrada fue siempre peligroso.
El nuevo mediocampo de Independiente fue muy permeable, en parte por mérito del rival que marcó la diferencia en ese sector. Y una vez que Vélez se ubicó en terreno ajeno a los defensores rojos les costó mucho frenar a los delanteros rivales.
Independiente apenas generó algún contragolpe de riesgo. Uno a los 9 con un buscapié de Federico Mancuello que remató Germán Pacheco sin puntería. El otro llegó a los 36, cuando Pacheco quedó libre dentro del área, pero se demoró y un defensor rechazó al córner.
Vélez llegó mucho más. A los 11 un tiro libre ejecutado por Papa fue cabeceado por Silva, pero Adrián Gabbarini rechazó con lo justo. El uruguayo tuvo otra chance clara a los 13 hasta que a los 34 puso de cabeza junto al poste izquierdo un centro de Moralez y selló el 1-0 parcial.
La segunda etapa estuvo casi de más. Vélez siguió atacando, aunque no con tanta intensidad frente a un rival que casi no pudo agarrar la pelota.
El local mereció ampliar la diferencia, por ejemplo a los 10 minutos, cuando el Burrito Martínez juntó a toda la defensa visitante sobre la izquierda y habilitó a Moralez, pero el enganche se encontró con una excelente respuesta de Gabbarini. Y a los 19, cuando se fue expulsado Velázquez por doble amarilla, el partido se acabó.
Los últimos minutos sólo sirvieron para ver a dos jóvenes figuras locales como Jonathan Cristaldo y Ricardo Álvarez. Independiente siguió sin encontrarle la vuelta al partido y Vélez terminó ganando merecidamente, por lo que ilusiona a su gente con un semestre exitoso.
Pobre empate Santo en el Bosque
Flojo debut de San Lorenzo en el torneo Apertura. En un discreto partido, fue superado por Gimnasia durante casi todo el desarrollo, y apenas pudo rescatar un punto, producto más de fallas del rival que de aciertos propios.
En el arranque del partido, el “Lobo” manejó la pelota, fue más agresivo, pero falló a la hora de la definición, ante un Damián Albil que tuvo un auspicioso debut en el arco “azulgrana”.
Ajustando detalles defensivos, presionando más en la mitad de la cancha, el equipo local logró controlar a Romagnoli y a Alfaro y le cortó el circuito de juego a un equipo muy pasivo.
Serenando los nervios del comienzo, Gimnasia manejó mejor la pelota, se conectaron Navarro, Neira, Jiménez, Capurro y Rinaudo y sobre el final de la primera etapa apareció lo mejor del equipo .
A los 35 minutos Neira probó de tiro libre a Albil, pero su remate se por encima del travesaño. Un minuto más tarde, el equipo de Cocca tuvo dos situaciones claras para ponerse en ventaja. Primero Neira, se anticipó en el área y después de un centro que llegó desde la derecha, sacó un cabezazo que se estrelló en el palo. Sin darle respiro a Albil, de un corner, Jiménez encontró el espacio y cabeceó en el área chica pero la pelota se fue desviada .
Al igual que en el comienzo del primer tiempo Gimnasia arrancó mejor que su rival en el complemento . En los primeros minutos, con una buena labor de Encina por la derecha el local se impuso en el mediocampo.
Con la tenencia de la pelota los de Cocca fueron en búsqueda de lo que en el primer tiempo no pudieron conseguir. A los 9 minutos Neira hizo una jugada individual sobre la izquierda y sacó un remate que Albil controló sin problemas. Tres minutos más trade, tras un centro de Encina, conectó Navarro de cabeza y Albil nuevamente se adueñó del balón.
Ramón Díaz, preocupado por la falta de situaciones de su equipo, sacó a Romagnoli y puso al lungo delantero, Balsas . Cocca para contrarrestar aplicó la misma ecuación y metió a Córdoba por Neira.
A los 32 minutos Placente dominó la pelota dentro del área, se sacó de encima a Moreira y sacó un centro al corazón del área para Balsas, que sacó un cabezazo que fue despejado en la línea por Sessa.
Si bien el empate se palpitaba antes de que termine el partido, Gimnasia lo pudo ganar sobre el final. A los 43 minutos tras un tiro libre desde la derecha, la pelota llegó llovida al segundo palo y Agüero se impuso de cabeza, pero su remate fue controlado por Albil en dos tiempos.