Año Nuevo, Gobierno nuevo, pero… los carros siguen siendo una grave amenaza
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Calle 25 de Mayo. La postal lo dice todo. No hay mucho por acotar. El “chofer” bajó, sin dudas que para continuar buscando recolectar cartones o hacer que su recorrida recoja material de descarte prolífico para él. Pero el pobre animal quedó solo y pudo originar un caos. Así seguimos en Paraná.
Un ciudadano común debe capacitarse y/o aprender a manejar, conocer las normas de tránsito, poseer un vehículo en condiciones dignas y/o seguras de transitabilidad, ir a una repartición municipal, tramitar (pagando) el carnet, abonar impuestos por poseer ese bien circulando, pagar seguro propio y contra Terceros, mantenerlo adecuadamente, y entre otras cosas, respetar las leyes de la manera más responsable posible.
Un ciudadano común ocupa su movilidad mecánica desde un aspecto recreativo, paseo, o mayoritariamente lo hace como modo de traslado de su Familia y TRABAJAR.
O sea… Conduce auto, camioneta, camión, moto, etc, con ciertos requisitos de RESPONSABILIDAD lo cual implica costos y COMPROMISO.
Un ciudadano común PUEDE dejar un auto mal estacionado (de hecho que sobran ejemplos), pero generalmente, en especial si es en zona céntrica, sufre como mínimo un apercibimiento.
Sin embargo, ese auto, salvo que sea dejado sin frenos, sin cambios o tenga características de carrocería o de equipamiento motriz que impliquen un hipotético riesgo, NO OCASIONA conjeturales peligros más allá de obstaculizar el paso, o entorpecer la accesibilidad.
En cambio, quienes circulan por la ciudad en carro no pagan impuestos, no pagan seguros, ensucian las calles con los deshechos del caballo o con la basura que portan, ocasionan una latente inseguridad por el estado de la caja, por el estado del animal o hasta por la irresponsabilidad de sus conductores, sobre todo cuando son MENORES.
Orgullosamente, la Gestión Osuna expuso las entregas de nuevas moto-carros que se suministraron a cartoneros. Y todo siguió igual. O peor.
Hasta se vio a beneficiados trasladando grupos familiares sin la más mínima protección y no faltaron rumores inherentes a que algunos utilizaron las unidades -encubiertamente- tipo transporte de pasajeros de los barrios.
Hoy volvemos a ver en calle 25 de Mayo un carro y su caballo solos. Las fotos pudieron tomarse con absoluta tranquilidad pues el conductor o conductora no estaba, de lo contrario, es usual que recibamos toda clase de insultos cuando los retratamos y hasta amenazas.
¿Qué hubiera ocurrido si el pobre caballo por “x” motivo se espantaba? Seguimos insistiendo… ¿Qué quieren en la Municipalidad? ¿Una tragedia? ¿Y el animal? ¿Qué vamos a decir luego si le ocurriría algo?
Deseamos lo mejor a Sergio Varisco. Lo conocemos de chicos cuando jugábamos al básquet. Mantuvimos SIEMPRE una respetuosa relación no exenta de aprecio. Conocemos a su Familia y siempre nos hemos vinculado con franco afecto.
Hoy, REPETIMOS idéntico gesto que con Blanca Osuna. Invitamos PÚBLICAMENTE al intendente a que salga a la palestra a contar cómo recibió la Comuna. Cuestión Entrerriana está a su disposición sin pedir NADA A CAMBIO.
De hecho, NI OSUNA NI HALLE INVIRTIERON UN SOLO PESO en este humilde Diario Digital desde su aparición, quizás por su INDEPENDENCIA, porque NO NOS CASAMOS CON NADIE y decimos lo que SENTIMOS y/o SIENTEN nuestros lectores.
Estas postales expresan con claridad que, pese a las mejores intenciones que Sergio pueda tener, hay ANOMALÍAS SIMPLES, BÁSICAS, COMUNES que SIGUEN SIN ATACARSE y ese puede ser su MÁXIMO Talón de Aquiles.
Hay que dejar de pensar DEMASIADO a lo grande… Hay que dejar de proyectar y/o prometer obras faraónicas, olvidándose de lo cotidiano, de lo diario, de lo periódico.
Si seguimos con esta tendencia, con esta propensión Paraná quedará definitivamente devastada siendo ultra compleja o hasta utópica la misión de recuperarla.
Foto: Manuela Calderón Bourband.-