Alberto Fernández: “Cometimos errores, claro, hay cosas que no deberían haber pasado, pero no se valoró lo positivo”
Alberto Fernández habló sobre lo que consideró aciertos de su gobierno y los errores, entre los que mencionó la fiesta en Olivos que quedó inmortalizada en fotos y videos mientras el resto del país cumplía aislamiento estricto. Lo hizo sin que le preguntara su interlocutor Pedro Rosemblat, que planteó una charla en el streaming Gelatina.
“Cuando me preguntan por la cena en Olivos, el brindis en Olivos, claro que no debería haber existido, claro que fue un error, claro que me arrepiento”, sostuvo el ex mandatario quien habló sobre el tema sin que se le pregunta de manera específica.
En ese sentido, dijo que no percibió en el momento que era un error festejar el cumpleaños de su esposa, hoy instalada en Madrid junto a su hijo menor, y sugirió que esa falta de percepción se podría deber a que en Olivos entraba y salía gente todo el tiempo porque ahí había instalado su sede de Gobierno.
“También es cierto que no lo percibí en el momento, ese día a Olivos entraron más de 100 personas, todo funcionaba ahí”, reconoció Fernández casi cuatro años después del festejo que en aquel entonces estaba prohibido por un decreto que él mismo había firmado.
Insistió que no percibió “el riesgo” al que se exponía y exponía a otros. “Un error mío, claramente”, añadió.
Luego se autoelogió por haber aceptado la decisión de la Justicia y no apelar la sanción. “¿Qué hice como presidente? ¿Recusé a los jueces, le dije que son cínicos, traté de llevar la causa adelante para que prescribiera?”, preguntó de forma retórica.
“Es una causa menor, absolutamente menor, prescribe a los dos años”, continuó su defensa y añadió más preguntas retóricas. “¿Hice chicanas procesales para que eso no ocurriera? No, fui me presenté, soporté todas la discusiones que había entre los jueces para ver cuál era competente”, insistió.
“Y un día el juez vino y me dijo ‘usted tiene que reparar el daño como manda el Código Penal’. Y lo reparé. Y no apelé nada, no cuestioné, me sometí a la justicia”, insistió como forma de dejar atrás el evento que marcó un antes y un después en su presidencia.
A su vez, el expresidente habló también del fenómeno global de la extrema derecha que en la Argentina derivó en el triunfo de Javier Milei en las elecciones presidenciales. En ese marco, Alberto Fernández dejó curiosas definiciones sobre las libertades en los Países Bajos, la venta de droga y de hongos alucinógenos.
“Tras la pandemia apareció un movimiento global, la extrema derecha que le hizo creer al mundo que estaba sometido a regímenes totalitarios porque los encerraba y lo que uno hacía era cuidar la salud el otro”, comenzó su explicación.
“Por eso pasa que en España existe Vox, en Italia lo echaron a (Mario) Draghi para hacer subir a alguien que se calificaba de fascista”, comenzó su enumeración sobre ejemplos de avance de la derecha en gobiernos de Europa.
Luego fue el turno de hablar de Países Bajos. “¿Conocés un país con más libertades que los Países Bajos? No hay”, comentó a su interlocutor antes de dar con ejemplos las supuestas libertades en el país europeo.
“Vas, la prostitución se ejerce en las vidrieras. Comprás, entre comillas, podés ir y negociar directamente con las prostitutas que se exhiben en las vidrieras. ¿Querés comprar drogas? Te las venden. ¿Querés comprar hongos alucinógenos?, te los venden”, comentó para concluir que ahí también ganó la extrema derecha pese a sus políticas progresistas.
“Hay que entender es que ha pasado un fenómeno global que es que la extrema derecha se globalizó y eso también ocurrió en Argentina”, planteó como epílogo de su explicación.
En otro tramo, Fernández se refirió a las críticas que se le hizo a su gobierno desde dentro del peronismo. “Hay muchas cosas que tal vez algún espacio nuestro fue muy duro con nosotros y plantearon cosas que objetivamente no tienen en cuenta el contexto”, afirmó en el sentido de que no se analizó bajo la lupa de haber atravesado una pandemia, la guerra entre Ucrania y Rusia y la sequía.
“Si uno quiere medir el gobierno nuestro a partir de una normalidad que nunca tuvimos, puede ser que tenga sabor a poco”, admitió el ex mandatario hoy volcado a proyectos educativos con universidades españolas.
Fernández admitió que al finalizar su mandato dejó inflación, pero, aclaró que esa escalada de precios no estuvo “determinada por una política de mal gasto”.
Entre sus logros, destacó que como presidente entabló relaciones con países con ideologías opuestas, como Rusia, China, Francia y Estados Unidos, y causas de corte más progresista como la sanción del aborto e implementar el DNI no binario.
“Nos pasó que parte de nuestra fuerza decía que todo era un desastre. Y no era todo un desastre. Y si tu mujer dice que sos un desastre, nosotros empezamos a mirar con cuidado lo que estás diciendo”, sostuvo sobre los embates que soportó desde adentro del peronismo.
En ese sentido, Fernández cuestionó a la dirigencia del Frente de Todos. “Se creó un clima que terminó siendo una campaña donde todos se avergonzaban de lo que habíamos hecho”, lanzó.
“Yo me preguntaba, ¿de qué sentimos vergüenza? Cometimos errores, claro, hay cosas que no deberíamos haber hecho, claro. Hay cosas que no deberían haber pasado, claro que no deberían haber pasado”, añadió, pero insistió que no se “valoró” lo positivo.