Al final, Camioneros terminó arreglando con el Gobierno
|“Si arreglamos lo de Camioneros no hay paro”. Con la certeza del rol preponderante que tuvo Pablo Moyano para forzar a la conducción de la CGT a convocar la medida de fuerza para el 9 de mayo, y al mismo tiempo que -a la inversa- puede resultar la llave para desactivarla, el Gobierno retomó el diálogo con los gremios y logró este martes un acuerdo con Hugo Moyano para destrabar la homologación de la paritaria de Camioneros.
El líder sindical aceptó reformular el convenio original del sector, que fijaba un aumento de 45% para el bimestre marzo-abril, y selló con las cámaras empresarias del transporte de cargas un nuevo entendimiento que, mediante un esquema diferente, ratifica el incremento salarial original pero por el plazo de tres meses en lugar de dos, confiaron a Clarín fuentes del Gobierno y referentes sindicales y empresarios.
El nuevo convenio que las partes presentaron en la tarde de este martes al Secretario de Trabajo, Julio Cordero, para su homologación, establece un incremento de 15% para marzo más una recomposición adicional de 10% por la pérdida salarial del período 2023, a lo que se agrega en abril y en forma acumulativa un aumento mensual de 9% y una recomposición de 7%, totalizando de esa forma una suba de 45% retroactiva al 1° de marzo y con vigencia hasta el 31 de mayo. Moyano y las cámaras convinieron retomar en junio la discusión para negociar un nuevo aumento.
“El aumento es el mismo: 45%, pero por tres meses en lugar de dos. Todos salimos empatados”, afirmó una de los voceros de la negociación consultados. El entendimiento fue firmado por las cámaras Faetyl y Catac, en tanto que Fadeeac (la entidad que había presentado impugnaciones sobre el acuerdo original) se prevé lo hará en los próximos días.
La reformulación acordada en la paritaria de Camioneros, que será homologada en las próximas horas por el Gobierno y asegurará el pago de los aumentos a los trabajadores del sector, apunta a oficializar un esquema más alineado con la decisión del ministro de Economía, Luis Caputo, que había advertido que no se validarían las paritarias que incluyeran incrementos por encima de la inflación.
“La orden de Caputo es no validar aumentos mayores al 14% en marzo y 9% en abril”, sostienen en el Ejecutivo. Ahora, al “estirar” el aumento original de dos a tres meses, Moyano se acerca de cierta forma al planteo de Caputo, aunque sin desistir del incremento que ya había convenido con las empresas. Es que el renovado acuerdo se ubica en lo formal dentro de los parámetros impuestos por el ministro, aunque suma el aumento adicional de recomposición por el deterioro de los sueldos de los camioneros el año pasado. Todos contentos.
Después de apartar a su hijo Pablo de las negociaciones paritarias e incluso de la reunión que la conducción de la CGT mantuvo la semana pasada con funcionarios de Milei en la Casa Rosada, Hugo Moyano logró asegurar en el acuerdo reformulado el pago de una significativa contribución de las empresas a la obra social del sindicato (OSCHOCA). Esta contribución establece un pago de $10.000 mensuales por trabajador, alcanzando a unos 200.000 empleados registrados en la actividad, lo que suma un ingreso adicional de $2.000 millones mensuales para las arcas de la prestadora médica del gremio.
Luis Caputo no participó directamente en las negociaciones a tres bandas para destrabar la paritaria de Camioneros, un paso crucial para el Gobierno en su intento por suavizar las tensiones con la cúpula de la CGT y permitir un acercamiento que desactive el paro nacional del 9 de mayo. En cambio, las gestiones con Moyano fueron lideradas, además de por Cordero, por el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el principal asesor de Milei, Santiago Caputo.
Estos mismos tres funcionarios, junto al jefe de gabinete, Nicolás Posse, fueron los encargados de recibir a la conducción cegetista la semana pasada en la Rosada, en un encuentro que permitió restablecer el vínculo entre ambos después de cuatro meses sin diálogo. Durante esa reunión, los sindicalistas mostraron disposición para avanzar en una modernización laboral moderada, pero expresaron su preocupación por la demora en la validación de las paritarias. Incluso, anticiparon que al día siguiente se reuniría el consejo directivo de la central para definir medidas de acción directa debido a esta situación y al impacto del ajuste sobre trabajadores y jubilados.
Aprovechando este contexto, Moyano logró entablar una conversación aparte con Cordero y Caputo para resolver la homologación del acuerdo de Camioneros. Sin embargo, dado que el jueves la negociación aún estaba estancada, la cúpula cegetista avanzó con la decisión de fijar la fecha para un segundo paro general contra Milei. El Gobierno no mostró sorpresa ni emitió críticas ante esta decisión sindical, y ahora apuesta a que el acuerdo con Moyano calme el malestar del resto de los gremios para postergar la medida de fuerza.