Los países golpeados por los aranceles “mueren de deseo” de hacer un acuerdo”, dijo Trump en la noche del martes, al hablar en la cena de gala del Comité Nacional Republicano (NRCC), en Washington.
“No queremos necesariamente hacer un acuerdo con ellos. Estamos contentos de estar así, tomando nuestros dos millones de dólares al día, pero ellos quieren hacer un acuerdo con nosotros”, sostuvo el presidente. “Vienen los fabricantes de chips, vienen todos, nunca tuvimos algo así”, interpretó.
“Pienso que China hará un acuerdo a un cierto punto”, agregó Trump, que subrayó: “sé lo que estoy haciendo”.
Sin embargo, China aplicó este miércoles un arancel aún mayor a los todos los productos de Estados Unidos, del 34 al 84% y puso en listas negras a firmas norteamericanas que invierten o exportan productos al gigante asiático. Beijing acusó a la Casa Blanca de aplicar “medidas intimidatorias”.
Trump reveló que le dijo a la empresa taiwanesa productora de chips TSMC (Taiwan Semiconductor Manufacturing Company) que “si no construyen su planta aquí, pagarán aranceles de hasta el 100 por ciento”.
Durante la cena, Trump atacó a los “rebeles republicanos que quieren meterse y dicen ‘creo que el Congreso debería asumir las negociaciones” por los aranceles. Dejen que se los diga, ustedes no negocian como negocio yo“, advirtió el presidente.
Este miércoles, Trump volvió a pedir a las grandes empresas de su país que regresen EE.UU. para evitar la imposición de aranceles, en sus primeras declaraciones después de que Beijing anunciara que elevará del 34 % al 84 % los gravámenes a los bienes procedentes de Estados Unidos.
“Este es un EXCELENTE momento para trasladar su EMPRESA a los Estados Unidos de América, como ya lo están haciendo Apple y muchas otras, en cifras récord”, escribió el mandatario estadounidense en su red social Truthsocial.
El pasado 24 de febrero Apple anunció que invertirá más de 500.000 millones de dólares en Estados Unidos en los próximos cuatro años y creará 20.000 empleos, en respuesta a un llamado anterior del presidente Trump a las empresas para que vuelvan a producir en el país.
En un breve mensaje, el jefe de Estado estadounidense prometió a estas empresas “cero aranceles”, “conexiones y aprobaciones eléctricas/energéticas casi inmediatas” y que no sufrirán retrasos por cuestiones ambientales.
“¡No esperen, háganlo ya!, concluye su mensaje, al que siguió otro breve con su leimotiv y lema de sus dos legislaturas: “Hagamos a Estados Unidos grande de nuevo”.
Sin embargo, desde que Trump anunció su nueva política arancelaria a amigos y enemigos, pateando el tablero del actual paradigma global de comercio, los mercados se hundieron, el dólar cayó, el petróleo se desplomó por debajo de piso crucial de 60 dólares y los analistas prevén inflación y recesión mundial.
Trump argumentó que la legislación es esencial para mantener el apoyo del partido en 2026 y se dirigió a los pocos republicanos que cuestionan los aranceles: “Solo hay que ir al grano. Cerrar los ojos y poner manos a la obra. Este proyecto de ley es fenomenal. Dejen de pavonearse”, advirtió.