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Acusan a La Emilia SA, controlante de Motomel, de haber promovido la quiebra de Zanella

La batalla en torno al destino de Zanella sigue sumando capítulos. A la sucesión de cierres de plantas y recortes de puestos de trabajo ahora se sumó una disputa en torno a qué pasará con el dominio comercial de una las marcas más emblemáticas de la producción de motocicletas a nivel nacional.

 

En concreto, en las últimas horas desde la firma todavía bajo control del empresario Walter Steiner se emitió un comunicado en el que se acusa a La Emilia SA, controlante de Motomel, de promover la quiebra de la fabricante de ciclomotores.

 

La Emilia SA aparece, justamente, como la principal interesada en quedarse con la marca Zanella. Y el texto divulgado señala a la primera como la principal causante de la crisis que llevó al posterior concurso preventivo de la empresa complicada.

 

“Hacemos directamente responsable a esta empresa y a sus directivos de llevar adelante las siguientes conductas”, comienza el comunicado.

 

Para luego detallar:

 

  • “Irrumpir sin legitimación alguna, en el expediente judicial del concurso preventivo de Zanella, intentando boicotear, obstaculizar, impedir y/o retrasar la disposición de ciertos activos que Zanella pretende gestionar en el legítimo uso de sus derechos y atribuciones, y en el marco de la libertad contractual y el derecho de propiedad, de raigambre y protección constitucional.”

 

  • “Inmiscuirse en una contratación privada entre partes, pretendiendo una suerte de proceso de mejoramiento de ofertas que no existe en el marco de un concurso preventivo, donde Zanella conserva la administración de sus bienes y es la única que puede decidir a quién vende.”

 

  • “Generar confusión e inducir a error a los jueces, a los empleados y al mercado en general, instalando la idea de una supuesta disputa por bienes que no están a la venta, ni en remate, ni disponibles para ser adquiridos por cualquier persona, con independencia de cuál sea el ofrecimiento unilateral que estén dispuestos a hacer por los mismos.”

 

  • “Agravar notoriamente la delicada situación de Zanella, alentando a la confusión y a la incertidumbre sobre el futuro de la compañía entre nuestra red de distribuidores.”

 

  • “Contactar, persuadir y convocar de manera artera y burda a personal de la empresa para que acompañe los ilegítimos planteos de Motomel, mediante fraudulentas maniobras que serán denunciadas e investigadas administrativa y judicialmente.”

 

En otro apartado, Zanella acusa a La Emilia SA de “generar un verdadero escándalo jurídico, mediante planteos de recusaciones, apelaciones e incidentes”, y señala que la empresa en cuestión se ocupa de “afectar gravemente la situación de Zanella, su operación, su imagen y su reputación…”.

 

  • “Incurrir en prácticas desleales y anticompetitivas, lesivas de la libertad de contratación y del derecho de propiedad, con el único interés de obtener a toda costa la adquisición de los activos de Zanella, prescindiendo del ineludible derecho de Zanella de decidir a quién, cómo y cuándo dispone de sus bienes.”

 

  • “Pretender colocar y forzar a Zanella a una situación de quiebra, con el fin de obtener la adquisición de sus activos en un proceso de remate.”

 

Por todo eso, la firma que aún conduce Walter Steiner denuncia en el último apartado de su comunicado:

 

  • “Zanella considera a Motomel responsable, conjuntamente y en forma solidaria con sus directores, de todos los daños y perjuicios (incluyendo lucro cesante, daño emergente, daño comercial y de imagen) que estas conductas están generando y generen en lo sucesivo a la compañía, incluyendo la responsabilidad en la eventual quiebra de Zanella.”

 

El cruce entre la firma en crisis y Motomel tiene como antecedente fuerte un episodio ocurrido a mediados de diciembre pasado.

 

En ese momento, tal como diera cuenta iProfesional, Zanella salió al cruce de las acusaciones de “irregularidades” que formuló La Emilia SA y aseguró que la propietaria de Motomel “nunca hizo una oferta” por la marca sino que actuó a través de “prácticas empresariales agresivas e infundadas”.

 

“Queremos dejar en claro que Zanella SACIFI posee la administración de sus bienes y el poder de acordar condiciones de venta. Asimismo, aclaramos que la compañía nunca recibió una propuesta por parte de La Emilia SA”, indicaron durante el último mes de 2019 fuentes de la fabricante de motocicletas.

 

Desde Zanella se enfatizó: “La Emilia, de manera artera y en perjuicio de nuestra empresa, de nuestros trabajadores y del futuro de nuestras plantas, se ha presentado en el proceso judicial en el cual no es parte, ni puede participar y ha desplegado una ‘inusual campaña mediática’ falseando información, arrogándose facultades de las que carece, generando un grave perjuicio”.