A casi un mes de aislamiento, los contagios en Ecuador se acercan a los 8.000
|El Gobierno de Ecuador informó hoy de un total de 7.858 contagios y 388 muertos por el coronavirus desde el inicio de la pandemia, la mayoría de ellos concentrados en la provincia costera de Guayas, a un día de cumplir un mes de aislamiento social y cierre de la economía.
La ministra de gobierno, María Paula Romo, destacó, sin embargo, que la cifra de muertos posiblemente es mucho más alta, ya que 582 personas fallecieron en el marco de la pandemia y aún no se ha podido determinar si fue por causa del virus.
Si se suman estos casos sospechosos, los muertos en Ecuador ascenderían a 970, según reprodujo el diario local El Comercio.
En este casi mes de aislamiento social y de cierre de la economía los contagios crecieron de 58 a 7.858, mientras la economía, que ya estaba en crisis y deprimida por un plan de ajuste impulsado por el Fondo Monetario Internacional, muestra signos de parálisis y recesión muy preocupantes.
Con el fin de reactivar la economía de forma progresiva y consolidar un sistema de seguimiento de contagios por geolocalización, el gobierno empezó a implementar esta semana una “semaforización regional” que aún está “en rojo” para todos los distritos, por lo cual se mantienen las medidas de restricción adoptadas hace varios días, informó la agencia de noticias EFE.
Ecuador se encuentra en estado de excepción desde el 16 de marzo, con medidas que limitan el tráfico de vehículos, la actividad comercial y laboral, y en algunos lugares, como Quito, con suspensión del uso del espacio público
Con la curva de contagios más “estabilizada”, según el gobierno, el país se ve aún abocado a salir de una triple crisis sanitaria, social y económica, a menos de un año de las próximas elecciones presidenciales.
La región con más casos confirmados es Guayas, con 5.551 contagiados, un 70,6 % del total nacional. La gran mayoría de los infectados en la provincia, además, están en su capital, Guayaquil: 4.184.
Guayaquil, el corazón económico del país y una de las urbes con más desigualdad social del territorio, se convirtió rápidamente en la “Wuhan ecuatoriana”, en referencia a la ciudad china donde surgió el brote.
Debido a errores de gestión y un sistema de salud desfinanciado, la ciudad vio colapsado sus hospitales, sus morgues, sus cementerios y sus calles.
En apenas unos días, decenas de cadáveres se amontonaron en medio de la pandemia y hasta el día de hoy sus seres queridos tienen que esperar más de dos semanas para poder enterrarlos.