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Otra vez un ángel salvó una nenita en Carbó e Illia

La Municipalidad de Paraná sigue sin escucharnos. Lo extraño es que en la Dirección de Tránsito haya gente amiga, funcionarios y empleados por los cuales guardamos enorme respeto e inmenso aprecio. Pero, aparentemente, NO leen Cuestión Entrerriana ya que hemos sido ÚNICO medio preocupado por el caos y peligro imperante en la esquina de Carbó e Illia.

 

Quizás solo nos falte componer un video. Los testimonios gráficos en distintas notas que pueden leerse utilizando nuestro completísimo buscador son concluyentes. Recordamos que al principio “tapamos” chapas patentes “solidariamente”, pero luego, progresivamente, viendo el potencial peligro de las transgresiones decidimos no ocultar la identificación de los vehículos.

 

Y una vez más, ya nos olvidamos cuántas, lo ASEVERAMOS: si un inspector se para en la esquina de Illia y Carbó entre 07.00 y 07.15 de la mañana, entre las 13.10 y 13.40, o entre las 17.15 y las 17.40, horarios en los cuales hemos tomado distintas postales PROBATORIAS, confecciona multas MILLONARIAS. Si, así de concreto.

Y hablamos de dichos horarios por el ingreso y egreso de alumnos de los distintos turnos, que cursan estudios en el Colegio Hermanas Mercedarias, pero en realidad, deberían realizarse OPERATIVOS hasta con inspectores motorizados y policía, para constatar y si es necesario perseguir a los conductores desaprensivos que en algunos casos hasta conducen micros urbanos, y ni que hablar remiseros o taxistas.

 

Hoy, sí, hoy, una pequeña despedida con un beso por su abuelita, cruzó sin ver que una bicicleta manejada por un obrero pasaba EN ROJO, la niña se salvó POR MILAGRO de ser arrollada y mínimamente sufrir diversas contusiones.

Bastaría cristalizar esas operaciones una semana para REEDUCAR a los temerarios automovilistas, motociclistas y ciclistas, que no tienen el más mínimo escrúpulo en pasar en rojo y en los dos últimos casos hasta andar en contramano.

 

Sabemos que somos hijos del RIGOR. Por ende, es INEXPLICABLE ver a tantos inspectores reunidos en una esquina céntrica charlando, fumándose un pucho, y NI UNO en esa intersección en la cual, AL MENOS en los horarios escolares enunciados, DEBERÍA ESTABLECERSE por mera CUSTODIA y GARANTÍA de los alumnos de dicha escuela.

Lo más extraño es que la intendenta fue maestra, y muy buena maestra por cierto, de dicho Establecimiento allá por los ’70. Más raro aun… Hace pocos días estuvo allí en ocasión de celebrarse el Día de la Merced y acompañó a toda la Comunidad Educativa en misa y procesión por lo cual, es insólita tanta desidia de CONTROL.