Concentraciones de U13: ¿premio o castigo?
|ESPECIAL (por Marcelo González Vilas).- Quizás para algunos parezca muy antiguo y no corresponde a los tiempos modernos de la sociedad decir que los chicos basquetbolistas Under 13 años, Menores de 13 años, sean niños. En todo caso son niños deportistas pero NIÑOS. Si en estos tiempos se enuncia que la adolescencia se ha extendido, seguro afirmo los U13 son niños, jueguen al basket o no.
Ahora bien… ¿Corresponde que sus sueños deportivos los alejen de sus familias, de sus colegios, de sus amigos, de sus geografías, de sus habituales alimentaciones y descansos? ¿Qué profesional en su ego estará capacitado y podrá contener sus vivencias cotidianas de sentir alegría, tristeza, desarraigo , soledad y atreverse a guiar el día a día a esas 12 personalidades en pleno desarrollo por casi dos semanas?
Creo que las concentraciones nos darán el tiempo suficiente para formar el grupo si esto sucede cuando se trabaja con un equipo de categorías superiores. Pero con niños de 13 años o menos, cuya virtud mayor es estrechar lazos de amistad cada segundo de su vida y estar en un permanente descubrir y descubrirse, donde su mundo todavía gracias a Dios se encuentra en sus papas, sus hermanos mayores, abuelos, tíos, en su club, en su cuarto y hasta con su mascota preferida.
Cada ser humano desde que nace esta en una búsqueda incansable de integración y seguridad, (esto sucede en todas las edades), entonces hay que ser cuidadoso que aquello que en un principio lo entusiasmó y lo sedujo, después no lo llene de incertidumbre y lo presione de tal manera que se olvide que el principal objetivo era jugar y divertirse, porque no nos olvidemos que en ingles o español, o como se denominaba antes Pre- infantiles, ni siquiera Infantiles, son niños.
También creemos que con una semana mas de entrenamiento intenso y suma de horas de técnica individual y colectiva tendremos mejores posibilidades, quizás si, pero solo en la siguiente semana dentro de la competencia o torneo, quizás para algunos eso solo sea el objetivo, no coincido con ello, (pero ésto es como uno cuando era niño en la escuela , si estudiaba de memoria podía sacarse un muy bien 10 bien en una prueba, pero lo mas seguro que sucedía es que tiempo después nos dimos cuenta que de esa manera no habíamos aprendido nada).
¿Vale la pena concentrarlos casi una semana antes para ganar un puesto y a ello sumarle otros días mas viajes y competencia donde solo la premisa es mejorar la campaña o ubicación del torneo anterior?… “Y bueno VAMOS CON LOS PIBES, total ellos son CHICOS, no sienten, no se cansan, no extrañan y LO MAS IMPORTANTE LOS PODEMOS RETAR…”, quizás piense algún entrenador o dirigente.
“Quizás logremos profesionalizarlos mas rápido, ya con menos de 13 años, orgullosos de ese logro y exigirles que no solo se supere a él mismo como deportista, también a compañeros y rivales y que actúen como personas grandes, que asuman responsabilidades y que los van a regir premios o castigos…” … Quizás eso otorgue una mejor ubicación en el torneo…
De ser así, tal vez yo como padre de un niño preferiría que mi hijo se divierta en su club y que su única ocupación sea la de ser el mejor compañero de todos.
Es muy importante la competencia y también representar a una ciudad o a una provincia, está muy bien que los chicos sueñen con ello y aprendan en sus clubes, con sus entrenadores, con sus compañeros, solo que debemos entender que en este caso primero son niños y después jugadores de basket.
En el año 2011, fui el entrenador principal de la selección nacional del Paraguay U15, en el Sudamericano FIBA AMERICAS. Diez días antes del torneo, la Confederación Paraguaya de basket exigió concentrar con mis chicos seleccionados en un hotel de la capital Asunción a la espera del arribo del resto de los países de Sudamérica.
Ante ello, expresé que prefería que los chicos siguieran en sus casas, con sus familias, sobre todo por la contención familiar de cada uno de ellos, padre, madre, abuelos, hermanos y esencialmente por los 15 años de relación, muchos mas que 45 días de relación entrenador –jugador.
Aquellos niños, que en sus casas antes de las 23 hs estaban acostados y durmiendo en su mayoría, porque estaban en sus casas con su papas, en el hotel estaban con sus compañeros pero en realidad cada uno de ellos estaba solo.
Tuve mas de 5 reuniones a las 4 de la mañana, donde en una habitación tenia que decirles que ya era hora de descansar y dormir que mañana debíamos entrenar y que se acercaba el Sudamericano que debían representar a su país (ellos no hacían nada malo, solo charlaban, escuchaban música, se reían, se paseaban de habitación en habitación, se tiraban a la pileta y claro cosas normales de chicos que no habían cumplido 15 años…).
Podemos decir, “es el precio de llegar a conseguir los objetivos…”, pero me pregunto… ¿los objetivos de quien? ¿De un cuerpo técnico, de una Asociación, de una Federación?
Quizás sean estos tiempos modernos, que el niño siendo niño sea el campeón que muchos soñaron para uno, que la presión de ser un ganador sea el único espejo de la sociedad.
Cuando uno es chico quiere ganar y odia perder, a todos los que alguna fuimos niños nos pasó y muchas veces hacíamos trampas para ganar, porque éramos chicos… ¿no es cierto eso?
Sí estamos de acuerdo en darles lo mejor, en prepararlos de la mejor manera. Sí que aprendan, que compitan, que viajen, que entrenen, que sueñen con ser campeones. Pero también aprendamos a cuidarlos, a no exponerlos, a escucharlos, a respetarlos sobre todo a respetar su niñez y su crecimiento.
Sí al basket, mas un beso a su abuela, si al ingles más un abrazo a su hermanito, si a la computación mas un beso a su madre, si a los gustos que se le puedan dar mas el respeto a sus compañeros, si a ellos siempre; sí a los niños que JUEGAN al basket.
(*) Entrenador de Basquetbol Nivel 3 – Escuela Nacional de Entrenadores en Basquetbol de Argentina. Categorizado TNA por ATEBARA y habilitado por CODITEP. Miembro de la World Association of Basketball Coaches. Considerado unos los más destacados entrenadores en categorías formativas de gran reconocimiento por sus ESCUELAS DE FUNDAMENTOSY CAMPUS DE PERFECCIONAMIENTO realizados en más de 7 provincias en la República y en el exterior (Perú, Uruguay, Paraguay, México) a través de sus disertaciones y clínicas interactivas. Fuente de consulta y asesoramiento de grandes instituciones deportivas de la Argentina y América, con respecto a jugadores profesionales y jugadores de categorías formativas con proyección. Participante de numerosos Clínics en USA.