El Club Paracao y una coyuntura inédita
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- El titular de UTEDyC, Pedro Comas, a través de Radio La Voz denunció que cuatro trabajadoras del Club Paracao de Paraná fueron víctimas de abuso sexual y mobbing. El empleado inculpado del presunto hecho presentó su renuncia a fin de ponerse a disposición de la Justicia y esclarecer la inédita coyuntura que lo afecta en su moral y perjudica la imagen de una institución familiar como la enclavada en el sur capitalino.
Desde la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles se informó al medio radial precitado que “la problemática data de seis meses y el incriminado del supuesto hecho sería el capataz de la entidad sureña”.
En ese sentido, consignaron que “la comisión directiva del Gremio, aproximadamente seis meses atrás, advirtió que el capataz que tiene ese club había intentado abusar de compañeras trabajadoras, empezando con la compañera Mariela Montiel que fue la primera acosada laboral y sexualmente”.
“Otra de las resoluciones que adoptó el cuerpo de delegados -consignaron- es pedirle una audiencia a la intendenta Blanca Osuna a raíz que el actual presidente -Guillermo Benítez- es empleado jerarquizado de la Municipalidad de Paraná, por lo tanto, nos pareció que era conveniente hacérselo conocer y, gentilmente, me dijo que sí, que nos iba a dar una audiencia”.
Del mismo modo, solicitarán una audiencia con la secretaria General y de Relaciones Institucionales de la Gobernación, Sigrid Kunath, “porque coordina la implementación del protocolo para prevenir y erradicar la violencia en todas sus manifestaciones”.
Por otra parte, Juan Conde, delegado gremial de UTEDyC afirmó que “puedo dar fe desde el punto de vista que escuché a las compañeras, a las cuales, les creo y, no es un caso, son cuatro. La comisión directiva no desconocía esto. Hubo medidas verbales para dejar conforme a UTEDyC; como mediante Acta, la Comisión Directiva, cuando asume el nuevo presidente se había comprometido a sacar del medio al empleado hasta tanto la Justicia se expida, y este señor en vez de ser alejado completamente, se lo pone en una Oficina a la vista de todas las compañeras donde, solamente la presencia, causa acoso”.
De igual manera, Silvana Famea, secretaria Adjunta de la Unión de Trabajadores de Entidades Deportivas y Civiles clarificó a través de los colegas de Canal Once que “dos trabajadoras fueron despedidas del Club Paracao y otras dos permanecen con licencia por enfermedad debido a situaciones de acoso sexual que debieron soportar y que denunciaron. Por este motivo mantuvieron dos reuniones con la comisión directiva que encabezó Ruiz Moreno y la que preside Guillermo Benítez, pero no brindaron respuestas”.
“Hubo una compañera que estuvo un mes y medio internada. Y otra fue cesanteada porque tuvo el valor de denunciar todo su sufrimiento a la Comisión Directiva y como indicador de tolerancia hacia el acosador, la despidieron”, detalló la dirigente.
“El acosador es un trabajador, porque es el capataz general”, confirmó Famea, quien aseguró que “está avalado por la Comisión Directiva, que solidariamente es cómplice y coautora de toda esta situación. Es terrible que en esta época estemos viviendo estas cosas”.
En este contexto el cuerpo de delegados y la comisión directiva deUTEDyC se declararon en estado de alerta y movilización.
¿Qué es mobbing?
El acoso laboral o acoso moral en el trabajo, conocido frecuentemente a través del término inglés mobbing (“asediar, acosar, acorralar en grupo”), es tanto la acción de un hostigador u hostigadores conducente a producir miedo, terror, desprecio o desánimo en el trabajador afectado hacia su trabajo, como el efecto o la enfermedad que produce en el trabajador.
Esta persona o grupo de personas reciben una violencia psicológica injustificada a través de actos negativos y hostiles dentro o fuera del trabajo por parte de grupos sociales externos, de sus compañeros (acoso horizontal, entre iguales), de sus subalternos (en sentido vertical ascendente) o de sus superiores (en sentido vertical descendente, también llamado bossing, del inglés boss, jefe).
Dicha violencia psicológica se produce de forma sistemática y recurrente durante un tiempo prolongado, a lo largo de semanas, meses e incluso años, y a la misma en ocasiones se añaden “accidentes fortuitos” y hasta agresiones físicas, en los casos más graves.
Lo que se pretende en último término con este hostigamiento, intimidación o perturbación (o normalmente la conjugación de todas ellas) es el abandono del trabajo por parte de la víctima —o víctimas—, la cual es considerada por sus agresores como una molestia o amenaza para sus intereses personales (necesidad de extorsión, ambición de poder, de riquezas, posición social, mantenimiento del statu quo, etc.)
Declaraciones de ex empleadas demandantes
Gisela Puebla adujo que “Entré por un plan de Jefes y Jefas de Hogar y viví acoso sexual y violencia de género. Me cansé y este año decidí hablar con el expresidente Ruiz Moreno, que lo puso en conocimiento de la Comisión Directiva, pero nunca escucharon nada de lo que decía. A raíz de esto me enfermé, fui internada un mes y medio, y ahora estoy luchando”.
Asimismo, la mujer alertó que el capataz concurrió a su casa y la amenazó: “Me dijo que si no me callaba la boca, iba a ser arrollada por una camioneta o alguno de mis hijos iba a terminar con un tiro en el pecho”.
Del mismo modo, Valeria Garay también denunció haber sufrido acoso sexual y moral por parte del capataz. “Este hombre no tiene límites”, aseguró la joven, que realiza tareas de ordenanza en el club. Y reveló que mantuvo un diálogo con la Comisión Directiva para contarle lo que estaba ocurriendo y que le respondieron que al capataz no lo iban a despedir “porque les servía”.
Finalmente, en diálogo con los colegas de elonce.com, se sumó a las denuncias de acoso sexual contra el capataz: “Me despidieron por no acceder a lo que me pedía”, puntualizó. A su vez aseguró que “hay otras chicas que pasaron por la misma situación, pero no se animaron a denunciarlo”.
Dimite el acusado
Desde la entidad se convocó criteriosamente a una conferencia de prensa, donde hizo saber que el empleado denunciado dejó de pertenecer a la entidad, al tiempo que se pusieron a disposición de la Justicia para aportar todos los datos que permitan aclarar el suceso.
El presidente de Paracao, Guillermo Benítez, informó que “al producirse la formal denuncia nos pusimos a disposición para colaborar, pero también sabiendo que hay una persona acusada que debe responder por sus actos personales y que nada tienen que ver con nuestra entidad”.
En esa tónica, añadió que “por estas cuestiones, el trabajador decidió de modo personal presentar la renuncia al club, entidad en definitiva que se encuentra dolida y afectada por todos los comentarios que surgieron sobre el hecho, el cual ahora está siendo investigado por la Justicia”.
“Nosotros no vamos a hablar más de esta cuestión porque la que deberá tomar la resolución que corresponda es la Justicia, y para ello el acusado deberá dar sus explicaciones y defenderse como corresponde”, subrayó Benítez, quien consignó: “Tuvimos que hablar con los padres y socios a fin de explicarles nuestra postura, que fue respaldada. Es claro que la entidad no es la acusada y por el incidente hay una persona que fue denunciada”.
Respecto a la actitud de las denunciantes, reveló que “no se está molesto por la presentación, sino por lo que se dijo sobre el club. Por ello es que hubo medidas que se ejecutaron en el marco de la reorganización dispuesta”.
“Ante esto se decidió no renovar el contrato a una de las mujeres, como también desvincular (despedir) a la restante, que se la indemnizó tal cual lo indica la ley”, agregando que “la restante se encuentra con licencia por enfermedad, por lo que tiene la relación laboral en los términos que marca la legislación”.
Por último, acerca de la desvinculación del acusado, enfatizó: “La renuncia se formuló de modo voluntario por el trabajador. Nosotros no tomamos medidas sin pruebas, y por ello es que nos ponemos a disposición de la Justicia para ayudar en todo”.