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UADER: reflexiones inevitables acerca de una propuesta

De acuerdo a lo publicado por diversos medios, la Asamblea Interclaustros que ha sostenido el reclamo en la UADER, habría propuesto la “ciudadanía plena” para los docentes interinos. Es inevitable formular una serie de preguntas a modo de reflexión en lo inherente a si se ha analizado profundamente, a conciencia, y mediante un respeto a las normas tanto de la Alta Casa de Estudios como las aplicables estrictamente a la Justicia Ordinaria.

 

La Asamblea Interclaustros habría trasuntado una propuesta que consideran “desactivaría” el proceso judicial que suspendió los plazos de Normalización en la UADER. La idea consistiría en impulsar la “ciudadanía plena” de los docentes interinos, los cuales podrían votar pero también ser candidatos.

 

Sin que ello se haya oficializado aún, la Asamblea habría revisado la Ley de Educación Superior y aferrándose a reivindicaciones diversas -coincidentemente esbozadas cinco años atrás por algunos actores de los presentes reclamos- bosquejó una iniciativa a impulsar como “mejor garantía” para la continuidad de los concursos ordinarios, entendiendo que el funcionamiento del cogobierno permitiría “transparentar y motorizar esos concursos”.

 

El énfasis de dicho repaso se sustentó esencialmente en materia de representación institucional de los interinos, contemplándose el caso de los docentes con más de dos años de antigüedad que no han podido concursar a los fines de habilitar su ciudadanía plena para la democracia de las universidades nacionales, la posibilidad de votar, de ser elegidos y de tener representación en el cogobierno, observándose en los considerandos que hay universidades que incorporaron la ciudadanía plena para interinos, mientras no esté alcanzado el piso del 70 por ciento de docentes ordinarizados.

 

Lo debatido concluye en algunas dudas, incertezas, pues hablando de concursos (por oposición y de antecedentes), ¿no son los mismos la herramienta esencial por excelencia que asegura la elección democrática de sus autoridades?

 

Pero a su vez, permitir que un profesor interino pueda ser elegido decano ¿no transforma el Estatuto en un precepto u ordenanza vetusta, caduca, inútil?

 

Asimismo, ahondando en la hipotética DESOBEDIENCIA a normas prefijadas, ¿y el fallo del juez Grippo? ¿Se incumpliría dicho veredicto arbitrariamente?

 

Pero, por otra parte, el devenir de los acontecimientos, ¿no se erige en una especie de deja vu de aquella acta acuerdo del 2007 donde se estipulaba un plazo y un tope, junto a un porcentaje, siendo protagonistas de aquella coyuntura varios protagonistas que CINCO AÑOS DESPUÉS hoy siguen pululando por los medios periodísticos hasta mutando lo que en su momento se avaló y hasta se pudo tratar oportunamente cuando de alguna forma integraron la conducción o contralor de la Universidad?

 

Ahora bien… ¿y si “aprobada” dicha propuesta luego devienen impugnaciones? ¿No representaría ello un nuevo escollo?

 

¿Y en qué quedaría el recurso interpuesto por los docentes que apelaron a la Justicia Ordinaria?

 

Quizás pre-juzguemos inadecuadamente, pero, entre tantos reclamos, tantas demandas, un proceso judicial que se intentaría desconocer, y un estatuto aún vigente que también se estaría a punto de desechar, ¿no se estaría al borde o al límite de quedar INVALIDADA como Alta Casa de Estudios por el simple y más que evidente rechazo al respeto por las normas?

 

¿Semejante atropello a lo estrictamente normativo, no va en contra de todo plan propendiente a una construcción de conocimiento académico con excelencia?

 

Para concluir este sucinto análisis a modo de cuestionario, solo cabe decir que la propuesta de la Asamblea Interclaustros tiene un fuerte aroma a contradicción, o tal vez sus mentores hayan perdido credibilidad al hoy pretender quebrantar lo que en su momento avalaron y hasta pudieron rectificar oportunamente cuando de alguna manera fueron parte del cuerpo de conducción y/o contralor de la Universidad.