Paraná y otra mala imagen: en Conservación Vial está faltando prolijidad
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Si bien tenemos varios amigos en la planta de empleados de la Dirección y Coordinación General de Conservación Vial de la Municipalidad de Paraná, nos extraña tanta desidia en los últimos dos meses. Los habitantes de las torres Altos de Ituzaingó y transeúntes habituales de esa zona ya no saben a quien reclamar para que mejore tanto la imagen como fundamentalmente la seguridad de ese sector, a cinco cuadras de la Peatonal capitalina.
Las fotos reflejan el aspecto de la parte trasera de esa repartición, no solo con montículos de tierra y pedregullo que pueden servir obviamente para distintas obras/reparaciones, sino con alambradas vencidas, matorrales y hasta un micro abandonado.
Si bien a la noche es una boca de lobo por la escasa iluminación, otro reclamo ETERNO, esa área visiblemente desprotegida, es una invitación a cometer cualquier clase de ilícito y refugiarse, o sin ir más lejos resulta un terreno tentador para toda clase de alimañas, como vector ideal para el germinar cualquier clase de peste.
Pero es inconcebible que eso no lo vea el Personal de dicha repartición, y si lo ven los empleados y hacen la vista gorda pues resulta una carga extra de laburo, los encargados deberían ser más responsables en adoptar las determinaciones consecuentes.
Ahora bien, si es una cuestión gremial, mantenemos incólume la idea que desde la asunción de la intendenta, Paraná es una ciudad sitiada y sus ciudadanos rehenes de los manifestantes que cortan calles, queman gomas, asumen posturas desafiantes-amenazantes; mientras que hay un funcionariado que parece no tener ideas para contrarrestar los brazos caídos, la quita de colaboración, y así entonces NO SE OFRECEN LOS SERVICIOS, GARANTÍAS Y SEGURIDADES suficientes para que el mismo vecino brinde apoyo cumpliendo con sus obligaciones respectivas.