TV Digital y Universidades: una misión más participativa que nunca
En el Auditorio “Amanda Mayor” de la Universidad Autónoma de Entre Ríos, se concretó el acto en el cual se lanzó formalmente el Nodo Paraná del Polo Productor de Contenidos Audiovisuales para la Televisión Digital, parte de una política pública que hace base en el sistema universitario buscando consensos y unificando criterios a través de un trabajo en red sostenido. Imperdible galería de fotos exclusivas.
Por añadidura, puede catalogarse como un momento de gran protagonismo para las universidades. Un enorme desafío implicando nuevas formas de pensar y producir información y conocimiento, un cambio de paradigma comunicacional.
En éste este contexto, el papel de las Universidades -a través de sus unidades académicas especializadas por las temáticas que allí se desarrollan- cobra un valor fundamental en tanto puntos de articulación como garantía de puesta en marcha del nuevo escenario.
Paraná, además de ser un nodo de producción de contenidos, se constituye como cabecera teniendo la función articular la red de nodos fortaleciendo el compromiso y trabajo necesarios en pos de posicionar la producción audiovisual de calidad en la región, conformando equipos con expertos en la materia para la elaboración de proyectos, fomentándose a su vez seminarios de capacitación para los nuevos actores del emprendimiento.
Estrictamente, en lo que a tecnología se refiere, también se espera la realización de convocatorias específicas de financiamiento para la reconversión imprescindible en pos de establecer la producción de cada uno de los nodos a la altura de la producción de contenidos de calidad.
Todo ello, involucra, enlaza a UADER y UNER constituyendo un momento verdaderamente histórico que exige estar a la altura de los requerimientos de esta nueva etapa, instaurando de manera insoslayable el potenciar de modo conjunto la promoción, fomento y defensa de los intereses, intercambio y cooperación entre las unidades productivas de ésta materia, desenvolviendo la comunicación audiovisual pública a partir de una protección y proyección de la identidad local y regional; en concordancia con un modelo federal de producción; contribuyendo al desarrollo y profesionalización de las respectivas áreas de producción plasmando un trabajo de consultoría en el marco de las políticas públicas relacionadas con estos temas.
Bien vale poner de relieve la aseveración concomitante a que Federalizar la producción de contenidos audiovisuales no es lo mismo que producir contenidos federales. Si hay algo que rige al Programa Polos es un inédito perfil federal tendiente a crear una TV inclusiva, entretenida y transmisora de conocimientos para lograr la diversidad de producción y la pluralidad de voces, a partir de políticas públicas federales que den lugar a las expresiones genuinas de todo el país y empoderen a la sociedad civil en la apropiación legítima de su propio relato; promoviendo capacidades locales, que impulsen el desarrollo de un nuevo mercado interno de la televisión para efectivamente desconcentrar el negocio, y con ello garantizar la formulación de un nuevo modelo comunicacional en la Argentina, convergiendo en el nuevo espacio -reiteramos- distintos actores sociales vinculados a la producción de contenidos, desde instituciones públicas, pequeñas y medianas empresas, hasta organizaciones sin fines de lucro.
De hecho que la Ley 26.522 de Servicios de Comunicación Audiovisual en su artículo 53, deja en claro que el Ejecutivo nacional “deberá adoptar medidas destinadas a promover la conformación y desarrollo de conglomerados de producción de contenidos audiovisuales nacionales para todos los formatos y soportes, facilitando el diálogo, la cooperación y la organización empresarial entre los actores económicos y las instituciones públicas, privadas y académicas, en beneficio de la competitividad”.
El Ministerio de Planificación ha realizado una fuerte inversión equipando con estudios de televisión en cada polo, aunque no sólo basta con “fierros”, sino que es preciso contar con saberes y habilidades. Por ende, el programa debe agudizar el fomentar la capacitación y la actualización de perfiles técnicos y artísticos tanto como promover la investigación y el desarrollo de nuevos formatos, públicos y mercados.
Algo distinto está pasando en Argentina, porque hasta ayer cualquier intento de producir contenidos para televisión quedaba en manos de cuatro o cinco productoras porteñas. Hay posibilidad de hacer una nueva televisión, de pensar el marco teórico, de capacitarse en estos nuevos formatos también y empezar a producir regionalmente, y comenzar a pensar estos contenidos y dar vuelta el mapa audiovisual.
Está muy claro que sin contenidos no hay TV y respetar los sistemas de consumo cultural que impone la televisión comercial no tendría sentido. Por eso, es clave el trabajo de las universidades en éste aspecto, aunque dicha tarea deberá tener la suficiente cuota de discernimiento en lo concomitante a administración de responsabilidades y que no desemboque la misión en un mezquino e incoherente acaparamiento de funciones, tendientes a quedar bien ante el Poder Político.
Sólo con la creación de un mapa auténticamente federal para la producción audiovisual que quiebre el centralismo capitalino y permita la generación de una red sin un centro o, mejor dicho, con muchos centros en igualdad de condiciones, va a haber contenidos distintos y una tele distinta. Y con ella la configuración de un nuevo paradigma de impacto territorial, económico, social y simbólico configurando un nuevo espejo donde mirarnos como sociedad y como Nación.
