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Liga Provincial: evitemos Barras Bravas del fútbol en el básquet…

En juego por la 13ª fecha de la Liga Provincial, Olimpia derrotó por 82 a 74 a San José, escolta del puntero, y se afirmó en el Top Four. Lamentablemente, somos conscientes que por razones operativas no hemos podido acompañar al Azulgrana en la primera parte de la temporada, pero prometemos reordenarnos y consolidar una mayor atención en coberturas venideras. Preocupante los incidentes registrados en el epílogo y clausura del juego desarrollado en el “Humberto C. Pietranera”. Hinchas visitantes, presuntamente identificados con el fútbol,  generaron un caos.

 

Es triste admitirlo…Nos encantaría profundizar sobre la estupenda labor de Alan Guanco, que cinco jugadores hayan anotado más de una decena de puntos en el “Azulgrana”, que en todos los cuartos hubo supremacía del capitalino sobre el aguerrido conjunto que marcha 2° en la tabla posicional y amenaza a Racing, el líder.

Nos fascinaría contarles cómo se derrotó a un plantel de buenos elementos individuales, experimentados en la divisional como los Combet, Arolfo, Toriani, Perrone.

O por qué no, poner de relieve los dos puntos sumados y la caída de Parque ante el n° 1; sin embargo, nuestra Columna deriva en lo extradeportivo…

 

Si bien la hinchada de San José demostró desde su llegada a La Rioja 153 un comportamiento al mejor estilo Barra del Fútbol, con cánticos amenazantes e irónicos, con gestos, ademanes, tendientes a amedrentar a sus “rivales” de tribuna, concretamente, un grupo de pibes de las Inferiores del CAO, NADA hacía presagiar que los forasteros asumirían un harto elocuente NO SABER PERDER.

Es que en realidad, uno espera -en básquet- que las amenazas tradicionales de algunos hinchas terminen solo en eso, en bravuconadas. Pero, no… Una parte de la legión partidaria foránea se salió de cauce normal y ya en los minutos de clausura no tuvo mejor idea que intimidar a todo aquel que pase por debajo de ese sector de tribunas hasta con palos de bandera, escupitajos e insultos de todo calibre.

 

Hasta que llegó el telón final y los pocos policías de custodia se vieron desbordados seguramente por un imbécil que desató la locura grupal del resto, registrándose minutos de angustia pues la diferencia de edades, tallas y hasta raciocinio o discernimiento era abismal.

Para ser lapidarios, era una horda de alterados, excitados, dispuestos no solo a robarle “los trapos” a los pibes de Olimpia, sino también de agredir.

No hubo tragedia por la decidida intervención de 3 o 4 dirigentes de Olimpia que se sumaron a los policías intentando preservar la integridad de los espectadores adolescentes, damas, jovencitas y hasta algunos abuelos, identificados a la divisa local, quienes eran desafiados violentamente por los desaforados hinchas de San José quienes asimismo, en parte lograron ser desalojados de la tribuna por el buen tino de directivos de ese club y jugadores que valientemente se interpusieron para evitar males mayores.

 

La mala conducta del grupo de revoltosos perfectamente reconocible -pues NO TODOS LOS SIMPATIZANTES de la visita evidenciaban ese estado de cólera irracional tipo Barra Brava- prosiguió sobre calle La Rioja y allí sí, tarde pero seguro, se sumaron mas efectivos policiales del Comando Radioeléctrico que debieron intervenir drásticamente para persuadir que los hinchas crispados desalojen la zona y se retiren de la ciudad sin provocar destrozos aunque uno de los arrebatados desafió a la autoridad policial y fue detenido, determinando el Juez de Turno que sea indagado en libertad, fijando domicilio para que luego se lo cite a comparecer.

 

Precisamente, otro aficionado ligado a San José, confesó: “la culpa es de nosotros mismos por permitir que vengan hinchas del fútbol. Acá vinimos cerca de 60 personas entre matrimonios, familias, amigos de los jugadores. Éstos quince o veinte locos que armaron el lío no tendrían que haber venido…”

A buen entendedor, pocas palabras…Está claro…

 

Al parecer, no alcanza con el amor por la casaca, la pasión, el sentimiento. Tiene que haber gente “experimentada” en el apriete, en la coacción, en la violencia. Parece que no basta tener buenos jugadores, con oficio, con agallas, con coraje… Se necesita de una cuota extra de fanatismo y de intimidación.

Pero ojo… Acá hay culpas compartidas… La pandilla de vehementes hinchas no vino sola. Alguien la trajo. Y peor aún, que las autoridades del partido no hayan pedido mayores garantías de seguridad, y más serio aún, que la dirigencia del CAO no lograse requerir con mayor antelación una custodia mayor que disponga de un cerco o vallado entre ambos sectores.

 

Y esto viene bien tratarlo pues se viene el trascendental partido por el TNA entre Echagüe y Rocamora, donde el que gana pasa a Playoffs y el que pierde se despide de la temporada 2011/2012.

Es obvio que nuestros amigos directivos del CAO no contaban con que viniesen hinchas de éste “calibre”, más aún cuando se transita la primera parte de la temporada, pero a veces hay que adelantarse a los hechos y tomar recaudos con anticipación.

Algo falló y hay que hacerse cargo… Los dirigentes de San José en cobijar ésta clase de hinchas que podrían haber provocado una tragedia, la Federación Entrerriana de Basquetbol en no disponer de penas durísimas a todo club que incurra en éste tipo de tropelías, y la directiva de Olimpia en no exigir mayor número de efectivos viendo qué podía suceder con semejante “calor” en las tribunas.

 

Dentro del caos, vale rescatar que ambas directivas obraron rápida y enérgicamente, lo mismo -repetimos- jugadores de San José para calmar a los más belicosos y que dentro del estadio no estalle una batalla campal donde SIN DUDAS los jóvenes y adolescentes y hasta Mini´s simpatizantes del anfitrión terminen siendo arrollados por los Barras de la otra Costa.

Teléfono FBER… Es imprescindible una toma de consciencia. Ya basta de Barras Bravas, sean 1, 5, 10 o 20… No más violentos con pre-meditación dentro de un estadio. Que haya calentones, gritones, apasionados que por allí se les “salga la cadena” no será algo inusual, pero a Grupos de Fanáticos sin medida, irracionales, insensatos, NO SE LES DEBE ADMITIR MÁS INGRESO A NINGUN GIMNASIO ENTRERRIANO.

 

De lo contrario, en cualquier momento estaremos lamentando una tragedia.