Saludable autocrítica policial aunque deben ajustarse mecánicas
ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Las autoridades de la Policía de Entre Ríos han obrado con una excelsa autocrítica y admirable apertura hacia la Comunidad desde nuestro último artículo inherente a la creciente Inseguridad en TODA la ciudad. Hubo reacción saludable, pero hay que pulir detalles de la prevención buscada con diferentes operaciones tendientes a contrarrestar de modo fundamental la ola aumentada de robos perpetrados en algunos sectores puntuales cercanos al micro centro capitalino.
El 10 de noviembre al mediodía publicamos una columna de opinión concomitante a los actos de delincuencia que se vienen soportando a pocas cuadras de la Peatonal San Martín. Concretamente, crece semana a semana la ola de asaltos a kioscos, niños, jovencitas, jubilados por las manzanas comprendidas entre 9 de Julio, Carbó, Courreges y General Galán.
Pusimos énfasis en calle San Martín entre Villaguay e Ituzaingó, o Pellegrini entre Montevideo e Ituzaingó,o Feliciano/Sebastián Vásquez entre Monte Caseros e Italia, o en zona de Coto muy especialmente, en los cuales parece que la Policía consideraba -INEXACTAMENTE- que es zona “tranquila”.
Lo bueno fue apreciar a los pocos días, que en varias de esas esquinas, como en otras partes de la ciudad, se instalaron guardias policiales con jóvenes oficiales que, con su sola presencia, dieron otra garantía a los transeúntes que circulan por esas arterias, lo mismo que a comerciantes angustiados por el incremento de atentados contra la propiedad.
La pena es que, sorprendentemente, los horarios NO CUBRIERON la demanda precitada en nuestra nota (entre 14 y 16,30; entre las 23 hasta las 8.30).
Sí, se ve a diario un agente en la esquina de San Martín y Sebastián Vásquez pero en horario de comercio y los bloques de REAL peligro como la siesta o la madrugada siguen desprotegidos más allá que se vean circular camionetas o motos policiales.
Indiscutible que hay una saludable intención en cuanto a la prevención de delitos y debemos admitirlo como ponderarlo, pero que haya un agente en una esquina, en horarios donde circula mucha gente y generalmente no suceden actos indebidos, lo consideramos poco edificante en ese positivo propósito de la cúpula policial.
Consideramos que lo ideal es ponerse en contacto con los vecinos y requerirle a ellos información en torno a qué hora se sienten más desprotegidos.
Desde ya advertimos, alertamos, que en el micro mapa descripto de arterias circundantes o adyacentes a nuestra redacción, el problema mayúsculo radica en las franjas horarias puntualizadas.
No es que consideremos NEGATIVA el resto de la protección hoy predispuesta. La VALORAMOS y la ALABAMOS. Pero si se sigue dejando descubierta la siesta o la madrugada, es como una invitación a delinquir y como ya hemos dicho, los vecinos se están armando y están sensibilizados por la aflicción como ya NO CREEN que radicar denuncias o exposiciones remedien el daño que se les ocasiona por tanta desprotección ante el creciente índice de delitos.
Insistimos. No basta con el transitar en unidades móviles Grupos GIA o del Comando Radioeléctrico. Está visto que no alcanza pese a la capacidad y sagacidad de dichas fuerzas. Y lógicamente, entendemos que no hay miles de oficiales para ubicar en todas las esquinas de Paraná, pero sí se puede trazar un mapa de ilícitos acaecidos y reforzar la atención allí o al menos, poner las guardias en los horarios donde menos gente anda, de lo contrario habrá que salir a la calle solo en horarios comerciales.