Sionista y un aviso no desperdiciable
|Pasó Quimsa por nuestra ciudad y si bien se le ganó a tan poderoso equipo -hasta ayer invicto-, quedó flotando en el ambiente del “Moisés Flesler” que hay plantel, hay variables, hay carácter, hay personalidad, pero todo costará muchísimo si se carece de un referente toda vez que Johwen Villegas no logre inspirarse. El Svetliza Team llegó a la punta y ahora espera a Olímpico y Atenas.
Está claro que para cualquier equipo será una Liga reñida, complicada, exigente y el ganar en casa propia será valiosísimo aunque tampoco puede obviarse la diferencia, algo de lo que pocos (o nadie…) quieren reflexionar, como minimizando que falta la revancha y así la localía defendida con uñas y dientes puede quedar en la nada si en cancha ajena te someten a un mayor castigo.
Por eso es que, si bien nos tranquiliza y estimula el registro positivo, la punta y el invicto de local, consideramos erróneo soslayar con qué brecha se ganó en el feudo de Carbó y Monte Caseros o más aún, creemos poco reflexivo aludir pomposamente a qué se triunfó en la última bola. Vale desde lo temperamental, pero genera una proyección de intranquilidad para la vuelta.
Es innegable que actitud hubo, eso no da lugar a debate. Éste plantel carece de egoísmos, de vedetismos. Hay solidaridad, todos tiran para el mismo lado y están buscando definir la identidad colectiva como el rol particular de cada uno. Se nota que hay materia prima pero aún falta, y bastante, para alcanzar el grado de ensamble básico y no seguir sorprendiéndose con el correr de las fechas ante adversarios que le toman el pulso a cuáles son sus virtudes esenciales y sus carencias fundamentales.
Y está clarísimo que los éxitos ayudan a que todo se vaya cimentando, afianzando en un ambiente positivo. Pero ojo… Que es tan malo cosechar amargos resultados como no comprender que el camino es largo y van a sobrar obstáculos por lo cual, aún en el triunfo, habrá que ser muy autocrítico para convencerse con el haber pero estudiar profundamente el debe.
Ante Quimsa quedó al desnudo que siguen habiendo buenas intenciones en la circulación de la pelota, casi no se quebró el propósito de pasarse la bola, pero hubo algunos excesos que -como sucedía el año pasado- provocaron desfases defensivos.
Y bien vale la pena consignar que seguimos escuchando una rara interpretación acerca de lo que es una “buena defensa”. Si 75 puntos anotados por un equipazo como Quimsa no es una defensa positiva es inevitable preguntarse ¿cuántos puntos en contra representan un buen trabajo defensivo?
Frente a los de Romano, sí, quedaron en evidencia algunos desequilibrios remarcables pero no fueron por falta de intensidad. Sí creemos que pudieron existir desacoples en torno a conceptos, pero reafirmamos que en la mayoría de los casos se dieron tras malas ofensivas o malas decisiones, y redoblamos la apuesta… En realidad, los trastornos se ocasionaron en amplia proporción por las bondades del oponente.
Pero cuidado… Hay un elemento del cual hablamos en el anuncio del choque ante La Fusión. Le está costando -por lapsos- tomar rebotes “limpios” a Sionista y ello, bajo su cesto se traduce en no poder correr, y bajo el contrario implica rápida salida del contrincante.
Digan lo que digan basta con repasar lo sucedido hasta hoy, mediante video y planilla en mano, para dilucidar que pueden haber buenos gestos de co-participación en la búsqueda del rebote, pero algo está fallando (amén de los atributos ajenos) en la necesidad casi irreversible de meterse los perimetrales a bajar bolas o palmotear entre los brazos de los gigantes.
Ello trae aparejado no poder correr como se pretende. La cualidad “corporativa”, o sea, el espíritu de colaborar todos nos resulta encomiable, pero nos encantaría ver más a los grandes comprometidos en ponerse anchos, capturar el rebote y librar rápido el primer para la ejecución del contraataque. Por ahora, eso se ve poco… o nada…
Volviendo al ataque, Villegas, Locatelli y Cequeira fueron quienes tuvieron dificultades para contenerse, para controlarse y una cosa es que un compañero la sacuda tras dos lanzamientos eficaces sucesivos, como otra que siga insistiendo inútilmente pudiendo llevar la pelota hacia otro sector. Poco a poco, las terquedades van gestando micro-climas desfavorables.
Pero ojo… No les echamos la culpa a éstos tres jugadores. En realidad hay que corregir la mira a nivel colectivo pues sumando los 4 juegos los promedios no ayudan para nada pese a lucir líderes de la tabla posicional en cuanto a unidades acumuladas.
También, fuimos elogiosos respecto a la progresiva madurez de Sebastián Svetliza no obstante no concordamos con algunos cambios que se introdujeron o se demoraron frente a La Fusión. Claro que toda experiencia vale. Habrá que repasar el video y observar a quienes se pudo sacar antes, a quienes se sacó innecesariamente, a quienes se les tuvo demasiada paciencia o a quienes se dejó quizás demasiado en el banco.
Y esperamos no haya enojos en cuanto a discrepar con eso de que no haya objetivos a largo plazo y dar prioridad a tratar de ganar partido a partido. No coincidimos. Siempre hay que fijarse metas y cuidar juego a juego que se cumplan esos planes.
Con fines o designios delimitados se regula más la ansiedad y consideramos que esas ansias le están jugando una mala pasada -por momentos- a un Sioni, que, repetiremos hasta el cansancio, necesita de estudios sinceros, de observaciones agudas, de sondeos francos. Y cabe reseñar que no es inteligente aquel que se rodea de obsecuentes que le aplauden todo lo que hace aún en la equivocación.
Basta con un repaso por las estadísticas para interpretar lo que estamos aseverando. Quien diga lo contrario, lo invitamos a sentarnos a tomar un café y evaluar los fríos y crudos números , no porque sean malos, sino que no son lo suficientemente buenos.
La punta está BUENÍSIMA; ídem la localía inexpugnable. Pero fecha tras fecha se irá conociendo más los pro y los contra del elenco paranaense, por lo tanto, no se puede tan tempranamente quedar expuestos por no corregirse adecuadamente al pensar que todo va a andar bien.
El torneo es largo, recién comienza y se debe ser mesurado, comprendiendo que cada uno debe dar lo mejor, concentrándose al 100 %, sin caer en gestos o conductas individualistas contraproducentes y ello hasta se relaciona con el manejo del diálogo con los jueces.
Debe haber un líder, y ese líder es quien se debe erigir en el vocero del coach dentro de la cancha. Si todos gritan o gesticulan contra los árbitros se termina en un caos innecesario que se traduce en desorden y en goles fáciles del contrario.
En definitiva, estamos convencidos que HAY equipo, pero falta mucho trabajo para ir puliendo desaciertos. Lo bueno es que el director de la obra y sus asistentes han dado un paso importante adelante para mejorar el descernimiento ante mensajes que uno procura ofrecer constructivamente.
De igual modo, el personal elegido para ejecutar la idea tiene el oficio, el prestigio y el talento suficiente como para percibir, para intuir, qué se hizo incorrectamente.
Eso sí… Más simple será, más fácil será, evitar el verso, el argumento estéril, el negar, el obstinarse con un precepto. Cuanta más humildad haya, más sencillo será mejorar día a día.
Que se reivindique solo obrando 100 % con justicia
El domingo, desde las 20.30, en el juego que enfrentará al Centro Juventud y Olímpico de La Banda, estarán en el “Flesler” como jueces Roberto Smith y Silvio Guzmán. Sí, ese juez que en el certamen pasado tuvo un encontronazo absurdo con Daniel Hure. Esperemos que el sanjuanino arribe a nuestra ciudad no con el fin de reivindicarse beneficiando a Sionista por aquella pésima noche en el juego ante Lanús. Jamás concebiremos feliz el ganar por una manito de los árbitros. Pero tampoco nos gusta perder por ellos.