En la cumbre de AmCham su presidente, Facundo Gómez Minujin, pidió reformas en lo impositivo y laboral

A diferencia de otras ediciones, esta vez hubo varios espacios vacíos al inicio del evento en un salón previsto para 1.500 participantes. Eso sí, había expectativa por el discurso de Facundo Gómez Minujin, presidente del poderoso JP Morgan, considerado el mayor banco del mundo.
Y en la que fue su despedida de AmCham, ya que pasó el mando a la primera mujer que dirigirá la entidad, Mariana Schoua, CEO de Aconcagua Energía Generación, una compañía de capitales argentinos.
En el amplio y luminoso salón de ingreso los comentarios giraron en torno al triunfo de Manuel Adorni en la Ciudad y los ojos están puestos en la Provincia y en octubre. Muchos banqueros auguran aquí que, si se consolida el armado político de Milei, los bonos “van volar y el dólar seguirá achatado”.
Hubo quienes definieron el clima como “nos encanta el rumbo, pero nos desencanta el tono”, en obvia referencia a los modos de Javier Milei.
Y se comentó con sonrisas el sorprendente aviso de Mercado Libre que apareció hoy en los portales: “Ahora somos amarillos, seguimos”, en alusión al cambio de color de la app.
La gente de la suiza Holcim, llegada de Córdoba, contó que sigue de compras en el negocio del cemento, pese a que ya tiene 28% del mercado. Los de Visa comentaron que estuvo en Argentina su CEO mundial, Oliver Jenkin, que se mostró dispuesto a seguir creciendo y hasta viajó en subte para probar los pagos con tarjeta. Los de Bagó se mostraron esperanzados en que se recupere la venta de medicamentos, que cayó 6% el año pasado.
“La competitividad es la llave que nos abre las puertas al desarrollo, al empleo, a la inversión y al progreso sostenible”.
Así abrió nuestro presidente, Facundo Gómez Minujín, el #AmChamSummit.
Un llamado claro a construir consensos para el desarrollo. pic.twitter.com/Nu8k5qnVDk— AmCham Argentina (@AmChamArgentina) May 20, 2025
En cuanto al discurso de Gomez Minujin, resaltó que la competitividad no es un concepto abstracto. “Es la llave que nos abre las puertas al desarrollo, al empleo, a la inversión y al progreso sostenible. Es la condición necesaria para que las empresas puedan crecer, para que las personas accedan a mejores oportunidades, y para que Argentina vuelva a ocupar un lugar relevante en el escenario global. Argentina tiene con qué. Si queremos una Argentina con futuro, debemos trabajar —de manera decidida— para recuperar y potenciar su competitividad. La competitividad comienza por la estabilidad macroeconómica”.
Siguió: “La lucha contra la inflación, la eliminación del déficit fiscal y el ordenamiento del mercado cambiario son pasos fundamentales que ya son un hecho. Estos avances son valorados, pero deben consolidarse y sostenerse en el tiempo. Porque no alcanza con estabilizar: necesitamos un marco macroeconómico que permita planificar, invertir y crecer. La previsibilidad es la base sobre la que se construyen decisiones productivas de largo plazo”.
Así habló de la necesidad de una profunda reforma del sistema tributario que “vaya a un sistema más simple, más equitativo, más enfocado en premiar al que produce, al que arriesga y al que genera oportunidades. Es imprescindible un sistema tributario que reduzca la presión fiscal. No se trata solo de bajar impuestos, sino de hacerlo de manera inteligente: ampliando la base tributaria, reduciendo la evasión y formalizando la economía. Un sistema tributario más equitativo, previsible y eficiente es clave para fomentar la inversión, la productividad y la creación de empleo de calidad” sostuvo.
Se refirió también de la reforma laboral. “El costo del empleo formal en Argentina se duplicó respecto de países vecinos. El costo del empleo formal es entre 1,8 y 2 veces mayor que en Brasil o Chile. La rigidez normativa y la alta litigiosidad han desincentivado la contratación y profundizado la informalidad. Es urgente avanzar”.
Y dejó hacia el final, lo que caracteriza a AmCham. Explicó que “impulsa temas de institucionalidad, quiero contarles que no hay inversión sin seguridad jurídica. No hay innovación sin reglas claras. No hay desarrollo con inestabilidad regulatoria ni con burocracia excesiva. Debemos fortalecer la transparencia, la independencia de poderes y la calidad institucional. Hace ya tres años que en AmCham decidimos levantar la voz con una visión estratégica y de largo plazo, entendiendo que sin institucionalidad no hay país que prospere. No se trata solo de economía: el clima de negocios también depende de condiciones institucionales firmes y previsibles”.
Y añadió algo que luego tomaron los distintos panelistas, “en este camino hacia instituciones más sólidas, lamentamos que aún no se haya avanzado con una Ley de Ficha Limpia que impida que personas condenadas por corrupción accedan a cargos públicos. La integridad de los funcionarios es un pilar fundamental para construir confianza ciudadana y mejorar la calidad democrática. No podemos hablar de un país competitivo si toleramos la impunidad. No puede dar todo lo mismo. Una Argentina moderna y previsible requiere reglas claras, transparencia y un compromiso ético irrenunciable por parte de toda su dirigencia”.