Puerto Rico tarda peligrosamente en designar head coach
|ESPECIAL (por Francisco Pancho Calderón).- Mientras que en la bellísima Puerto Rico crece la expectativa sobre el supuesto nombramiento de Flor Meléndez para regresar a la dirección del Equipo Nacional masculino, la dirigencia de la Federación posterga peligrosamente la designación pues los días pasan y si hay algo que precisa el baloncesto boricua es un grado de sistemática o metodología de trabajo más profundo para evitar improvisaciones que tradicionalmente lo dejaron con las manos vacías pese al talento inconmensurable de sus jugadores.
“Te puedo asegurar que no hay una decisión tomada”, dijo en tono enfático el vicepresidente de la Federación de Baloncesto (FBPR), Ricardo Carrillo, a El Nuevo Día.
Múltiples comentarios en redes sociales y especulaciones de figuras ligadas al basket boricua anticipan la designación de Meléndez con miras al Torneo Preolímpico de las Américas que abrirá el 30 de agosto en Mar del Plata, Argentina, y en octubre los Juegos Panamericanos Guadalajara 2011 en México.
Ha trascendido incluso que, de ser eventualmente escogido, Meléndez tendría de asistente a otro extécnico nacional, Carlos Morales, quien confirmó el acercamiento por escrito a los colegas de ese medio prestigioso tal cual es El Nuevo Día, y reveló que “estoy disponible”, aunque no ha logrado dar la entrevista solicitada por Jaime Lamboy, miembro del comité especial evaluador de la FBPR.
El comité, también integrado por Carrillo, Fernando Olivero y Joel Katz, fue citado por el presidente de la FBPR, Carlos Beltrán, a una reunión esta tarde en la que se espera que se produzca una recomendación oficial.
Beltrán, no obstante, tendrá la última palabra. Otros candidatos aún en carrera por el puesto son el boricua Omar González; los estadounidenses Eric Musselman, Dave Odom y Jim Cleamons; junto a los españoles Moncho Monsalve y Alejandro ‘Aíto’ García.
La selección boricua, fue dirigida por Manolo Cintrón hasta el Mundial Turquía 2010 y pese a los esfuerzos del entrenador, hubo situaciones que una vez más lo dejaron afuera de la pelea por el título.
Puerto Rico es como nuestra segunda casa. La conocemos como pocos periodistas argentinos la conocen, y les podemos asegurar que la calidad del jugador boricua es enorme, solo hay que encasillarlo en un proceso para el cual debe comprometerse o no, pero si lo hace, llevar adelante un trabajo sin pausas para darle a esa selección un marco de orden, de disciplina, que con el tiempo necesario de adiestramiento puede sin dudas dar frutos de excepcional trascendencia.
Nos da tanta pena que en la Isla del Encanto se siga fallando con los tiempos de determinaciones y, sinceramente, nos moviliza a hacer reflexionar a los queridos hermanos boricuas que de una buena vez por todas designen al queridísimo Flor, que éste Maestro convoque a un grande como Carlos Morales y lo más pronto posible se pongan a trabajar, cimentando las bases de un trabajo -posterior al preolímpico- a largo plazo.