Lucas Llach, asesor de Sturzenegger, exhortó al Gordo Dan: “No me hinchés los huevos”
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Las internas libertarias pueden generarse donde menos se esperan y en un instante. Este miércoles se vio en las redes sociales, cuando el influencer -e influyente- libertario Gordo Dan, comenzó un embate contra “econochantas”, los economistas que cuestiona Javier Milei, tomando como base un cuestionamiento que hiciera el periodista Alejandro Fantino a la consultora CEDES, que nuclea -entre otros- a profesores del actual presidente.
El tema es que Daniel Parisini -el tuitero estrella del streaming oficialista Carajo- tomó lo dicho por Fantino y cuestionó a Lucas Llach, economista y asesor de Federico Sturzenegger, ministro de Desregulación del Estado y brazo de la motosierra libertaria.
“Llach, no podés defender a los que bardean al gobierno por no querer devaluarle el sueldo a los pobres, siendo parte del gobierno”, lanzó Gordo Dan, con la advertencia de ser un “último aviso”, algo nada menor dada la riestra de funcionarios que resultaron eyectados luego de la crítica del tuitero oficialista.
Casos de salidas vertiginosas como el de Fernando Villela, quien fuera secretario de Agricultura, o Julio Garro, de Deportes, nacieron de la advertencia tuitera del influencer.
Pero, lejos de amilanarse, Llach reaccionó redoblando la apuesta y se le animó al temido influencer oficialista. “Primero: no me rompas los huevos que estoy viendo Riestra-Central”, replicó en X el asesor de Sturzenegger. Y agregó un “segundo” punto a su respuesta: “Opino lo que me chifla el moño. Fuerte abrazo!”, le replicó al Gordo Dan.
La nueva disputa de la interna libertaria -en tiempos en los que Javier Milei adoctrina a los funcionarios para que no se salgan de su plan y discurso ideológico– surgió por el embate de Fantino en streaming contra el CEDES, un centro de economistas que recibió un fuerte respaldo de gran cantidad de colegas, de distintos perfiles y con terminales en diferentes partidos políticos.
Lo de Fantino diciendo que economistsas del CEDES quieren tipo de cambio alto para ganar más guita es de las mayores berreteadas que he escuchado últimamente. He discutido con varios de ellos durante décadas, especialmente porque no les disguta el cepo y xq defendían el tc…
— lucas llach (@lucasllach) February 11, 2025
Entre todos ellos, salió Llach. “Lo de Fantino diciendo que economistas del CEDES quieren tipo de cambio alto para ganar más guita es de las mayores berreteadas que he escuchado últimamente. He discutido con varios de ellos durante décadas, especialmente porque no les disgusta el cepo y xq defendían el tc inflacionario de Néstor, pero es su posición de toda la vida, no es por guita. Tienen papers teóricos sobre el tema”, escribió y fue la razón del embate del Gordo Dan, defensor de la verticalidad libertaria.
El tiroteo verbal pareció quedar a la espera de definiciones al filo de la guillotina. Con la velocidad de las redes -y la potencia de su tropa de seguidores en modo brazo armado- el tuitero de Carajo compartía críticas contra Llach y todo economista que tomara parte en el affaire Fantino versus CEDES.
El libertario estrella de redes y de Las Fuerzas del Cielo consideró que “CEDES es una institución de economistas chantas que le erraron en la TOTALIDAD de los diagnósticos económicos que dieron en sus vidas y que ahora se dedican a pedirle al gobierno que devalúe para poder vivir barato con los dólares que cobran de afuera, a costa de empobrecer a los que no cobran en dólares como ellos”.
Y siguió a tono con la diatriba de Fantino, el descubridor de la potencia televisiva del presidente. “Son los mismos 200 chantas que juntaron firmas durante la campaña para alertar que Milei nos iba a llevar a una hiperinflación”, insistió el Gordo Dan.
Llach no es un economista más. Al amparo de Sturzenegger -e incluso mucho antes de que ambos se sumaran al Gobierno- el economista tenía acceso habitual a la Quinta de Olivos.
Milei, que ya llamaba “coloso” a su futuro ministro de la motosierra, armó una suerte de búnker de trabajo en la residencia presidencial , donde Sturzenegger y Llach -su ex número 2 en el Banco Central durante la gestión de Mauricio Macri- ingresaron con asiduidad a Olivos durante los meses de enero y febrero de 2024, con otros colaboradores que, según revelara Clarín, quedaron registrados bajo el rótulo de “asesores UTD”, en referencia a la Unidad Transitoria para la Desregulación.