Varisco: “Veo a Paraná devastada”
|Sergio Varisco recibió en su casa a Cuestión Entrerriana concretándose un coloquio imperdible. Desde su visión sobre el estado de la comuna paranaense y la gestión que anhela cumplimentar en el caso de volver a ser intendente, hasta la convulsionada interna radical y la Ley Castrillón fueron algunos de los diversos temas en una entrevista rica en matices donde no faltó nada por preguntar ni responder.
El 14 de agosto se realizarán las elecciones primarias, abiertas y simultáneas de los candidatos de partidos políticos, confederaciones o fusiones de partidos y alianzas transitorias que intervengan en la elección general de cargos públicos electivos provinciales, municipales y de juntas de gobierno a realizarse el 23 de octubre, de manera simultánea con las elecciones que establece la Ley 26.571 con las mismas autoridades de comicio y escrutinio.
Varisco y la UCR saben que tienen por delante un enorme desafío, y que llegar a buen puerto -en parte- se logrará si la dirigencia radical es capaz de dejar de confrontar internamente.
– Busti afirmó días atrás que ésta será (o es) la campaña más sucia en la historia de la política entrerriana. ¿Coincide con esa aseveración?
– No se si la más sucia, podemos sí asegurar que la política se ha degradado, la política está monetizada, prevaleciendo -en determinados sectores involucrados en éste proceso preelectoral- el dinero por sobre las ideologías o convicciones. Por eso no es descabellado afirmar que será una campaña día a día más dura y para algunos no habrá límites a la hora de atacar a un rival. No es nuestro estilo, no soy de atacar a nadie o menos de maquinar actitudes de desprestigios contra los adversarios.
– ¿Algún medio le negó espacios o ha asumido actitud difamatoria alguna en su contra como si se asevera desde el entorno del ex gobernador?
– Para nada. Al contrario. A diferencias de otros años vemos una mejor recepción. Quizás sea el positivo posicionamiento en las encuestas, no lo niego, pero a mi nadie me ha negado un espacio y más aún, como ves, es permanente el llamado de radios, canales, diarios o medios de Internet. Hoy, valoro mucho ésta conducta cívica y democrática de los medios y de sus periodistas. Es un triunfo democrático. Espero que sigan así y no deba cambiar de idea.
– ¿Le preocupa que en el seno de la UCR haya resistencia hacia su candidatura y no exista un frente de unidad?
– Resistencia es normal que haya pues la UCR es un partido altamente democrático, que va a internas cada dos años, que consulta permanentemente a sus afiliados y evita las elecciones a dedo. Lo que sí preocupa es que haya radicales que no comprenden la máxima de la política. Que una vez votado el que gana conduce y quien pierda acompaña, es el concepto de la soberanía popular. Lamento que haya radicales perdedores en una elección de afiliados, que no acepten el pronunciamiento y al perder ponen trabas, perjudican, y esto no lo admito. La regla de oro, dicha por Balbín, debe ser respetada y el que gana también debe saber incorporar a quien pierde, debe ser generoso en cuanto a su proyecto político.
– Se la cambio… ¿No le preocupa lo ocurrido el sábado pasado durante el Congreso de la UCR?
– No. Fue una cuestión que no pasó a mayores, más allá de lo consignado por algunas personas en algunos medios procurando distorsionar lo que fue otra muestra de civismo donde puede haber consenso aunque también disidencias y a las discrepancias hay que saber debatirlas con tolerancia y con respeto. Por ahí lo más preocupante es que haya gente movilizada en vehículos oficiales de la Comuna. Fue un grupo de gente que presionó para tener una reunión con Benedetti, la cual de hecho se realizó, yo estuve presente, y después estas personas se retiraron prosiguiendo el Congreso tras una situación poco común pues en un congreso se movilizan los congresales no la militancia. La concepción ética no es una cuestión de moralina burguesa, es una herramienta revolucionaria, más en la Argentina de hoy en la cual la dirigencia política está sospechada, y en muchos casos con razón, de una gran corrupción. La utilización de los medios del Estado por parte de un partido, sea el oficial o no, es algo que la sociedad toda rechaza.
– ¿Es conciente que la Ley Castrillón lo deja, ante un eventual acuerdo extra-partidario, en una situación de hipotética desventaja por los votos justicialistas que podría sumar Rogel?
– En las pocas semanas que quedan creo que debemos bregar por la unidad, por tratar de lograr conformar una lista única. Si esto no se cumple, lo único que pedimos es que sean unas elecciones limpias. La Ley vigente permite maniobras; que un afiliado del Justicialismo vote en la interna radical o viceversa. La Ley Castrillón permite, reitero, que otros sectores se metan en la vida interna del partido. Esto lo advertimos a partir del cronograma electoral y los decretos reglamentarios los cuales conocimos en el día de ayer, percatándonos que está solapada este tipo de eventual trampa. Convocamos a nuestros afiliados y a la ciudadanía común a redoblar esfuerzos para estar atentos en que ello no ocurra.
– O sea, se desprende que más que internas podrían transformarse en externas…
– Parecería que es yo contra todos, pero no quiero victimizarme. Uno inevitablemente presupone que se podría dar ésta injerencia por parte del Justicialismo y mandar gente a votar en mi contra, especialmente viendo las encuestas previas que, sin internas mediante, me ponen hasta ahora como el candidato preferido de la gente por sobre los demás aspirantes. Hay algunas acciones que sinceramente me preocupan pero, en definitiva, soy conciente que no puedo hacer nada al respecto y debo resignarme a esperar el voto con sabiduría de todos los afiliados al radicalismo como aguardar que la oposición demuestre un espíritu cívico constructivo. Que sean unas internas, sin trampas, sin influencias externas nocivas. Que gane el reconocido por el voto radical genuino o del ciudadano común sin intereses mezquinos, y quien pierda acompañe.
– ¿Le pesa que lo sigan comparando con Don Humberto Cayetano?
– Valoro a todo aquel que recuerde a mi Viejo con afecto, con respeto. Pero no comparto las comparaciones. Ya son varias las elecciones a las cuales me sometí al voto del ciudadano sin la compañía de mi viejo. En 1999, 2003 y 2007 no antepuse el prestigio de mi padre para ganar votos. Hice mi carrera buscando no relacionar lo familiar más allá de la admiración que siempre tuve por Don Humberto. No me prendo de la influencia, del ascendente, o reputación de él como tampoco me agradan las vinculaciones de ninguna índole en el plano personal/familiar. Los logros políticos que he alcanzado fueron por mérito propio y el trabajo de un grupo leal que siempre estuvo, en las buenas y en las malas.
– ¿Qué lectura hizo del sondeo de Cuestión Entrerriana en cuanto al voto mayoritario a su favor, por parte de vecinos avezados?
– Tiene una explicación…La gente que vivió mi gestión valora lo que hice. Hace más de 7 años que pasaron tras nuestra última función al frente del Palacio Municipal de Paraná y es lógico que otro sector de la sociedad o los jóvenes mantengan cierta indecisión o puedan elegir optar por otra fuerza en cuanto a principios ideológicos o convicciones cívicas. No me asombra, no me sorprende que la gente de 40 y pico de años para adelante me haya puesto como favorito en distintas encuestas, como por ejemplo la de Cuestión Entrerriana.
– Me equivoco… ¿o da la impresión que la Juventud K, La Campora o fuerzas de Izquierda hoy prevalecen sobre la Juventud Radical?
– La Juventud Radical se está revitalizando. Y si uno se atiene a que Paraná es una de las ciudades de mayor desocupación en la Argentina, los jóvenes deberían tomar conciencia al respecto. Un estudio científico requerido por el actual intendente a la Universidad Católica arroja alarmantes índices, pero asimismo se denota con el diálogo diario que uno tiene, sea en los barrios como en el centro, con los vecinos de ésta localidad donde jamás se vio esta crisis inocultable de falta de trabajo digno, o sea en las condiciones normativas ideales y contempladas constitucionalmente. No me cabe duda que los jóvenes optarán por un cambio.
– ¿Por qué razón cree que hay tantos indecisos? ¿No quieren hacer pública su preferencia o realmente tienen dudas?
– No me parece extraño que haya tan alto porcentual de indecisos. Hay indefinición en el mapa electoral, aún restan dilucidarse internas, la gente quiere conocer nombres concretos y si es posible equipos de trabajo. Creo que hay una madurez progresiva en el ciudadano y por eso, ante la duda, ante la incertidumbre, prefiere evaluar con mayor profundidad o responder cuando tenga más en claro el panorama de candidatos. No es por una cuestión de hacer secreta la predilección.
– Hoy, piensa al mejor estilo Mostaza Merlo, o sea ‘paso a paso’…¿O tiene firme convicción en que volverá a ser intendente?
– No. Tengo la convicción que estamos en una posibilidad inmejorable para llegar al gobierno. No es prepotencia ni petulancia de mi parte, pero vemos una gran recepción en la gente. Fui el primer candidato que salí a caminar por los barrios y hasta por el mismo centro recogiendo el pensar de los vecinos. Lo que se escucha es un reclamo unánime que trasciende lo meramente partidario. Peronismo o radicalismo es una cuestión secundaria. El 90 % de la ciudadanía está por fuera de las estructuras políticas. El saldo de cada charla es sentir las demandas, las necesidades reales de la gente en cuestiones básicas más allá que trabajo y vivienda sea un clamor generalizado de toda la geografía paranaense.
– En los últimos años mucho se ha hablado del ‘Poder Sindical’ enquistado a la hora de la toma de decisiones por hacer o no hacer a nivel Comuna… ¿Teme a que el gremio ponga palos en la rueda?
– El sindicalismo está para defender los derechos del trabajador pero gobernar debe hacerlo el intendente. Ya tenemos experiencia, no somos improvisados, y sabemos como se manejan las cuestiones de dar eficacia al servicio público. Sin embargo somos concientes que Paraná necesita una transformación acorde a los tiempos que se viven y a la evolución demográfica de la ciudad. En 8 años la ciudad creció en cantidad de habitantes hacia todos los puntos, y ello conlleva la necesidad de refuncionalizar precisamente los servicios que se deben brindar desde la Comuna. Y sin obras, sin inversión, se corre un riesgo enorme en cuanto a la habitabilidad de la misma en condiciones normales.
– Pero no es novedad que el sindicato hace valer los derechos que Ud. enuncia y no faltan en los últimos tiempos funcionarios que sugieren haber sufrido trabas para dar solución a diferentes servicios básicos por disconformidades del gremio…
– Es que reitero, el trabajador tiene derechos inalienables e indiscutibles que todo gobierno debe respetar, pero en éste caso la municipalidad no puede ser gobernada por un sindicato sino por su intendente y equipo de trabajo. Así como el trabajador tiene derechos también tiene deberes y debe respetar lo que se le encomienda mientras no sea un avasallamiento de sus derechos. Es así de simple. Mi gestión jamás violó derechos laborales pero tampoco se doblegó en el precepto de hacer cumplir de la mejor forma todas las funciones a sus empleados. Yo fui sindicalista, por eso entiendo que deban ponerse las cosas en su lugar. Hay derechos, reconocidos, y hay deberes que deben cumplirse.
– Ahora bien… Entonces…¿qué le preocupa a la hora de una conjetural herencia?
– Veo a Paraná devastada. Me preocupa el estado de las calles, los parques, la costanera, las plazas, tener un Parque Industrial abandonado, que haya desaparecido el cinturón verde de fruticultores y horticultores que proveían a la ciudad. Hoy compramos casi toda la verdura y fruta en Santa Fe; o que nuestros pescadores no tengan la suficiente protección del Estado hacia su única fuente de trabajo.
– De ganar la interna y luego las generales… ¿Teme a cómo pueda encontrar las cuentas de la intendencia?
– El Estado está bien en cuanto a recursos. La cuenta económica dependió de las exportaciones de los productos primarios y los mismos, desde el 2002 o 2003 tuvieron una estampida en los precios que hace que a la Argentina le lluevan recursos pues el mundo demanda alimentos y el país vuelve a ser el granero del mundo con excelentes ofertas especialmente en la soja, lo cual implica que entre mucha plata a partir del comercio exterior. Una parte de esto se distribuye a las provincias y municipios por lo tanto, no por gestión de gobierno, pero sí por la economía mundial y las condiciones que ofrece la república, debo reconocer que el día que asumamos tendremos para administrar un importante flujo de dinero. Le voy a dar una cifra: mi último año de intendente fueron 85 millones de pesos en cuanto a recursos de coparticipación, éste año, el municipio recibirá más de 300 millones.
– Pero entonces, de acuerdo a su descripción, ¿por qué los números parecieran no cerrar para acometer mas obras, para reconstruir la ciudad hoy?
– No hay priorización. La partida de personal abarca la mayor cantidad de presupuesto. Y esto no significa que cuando asumamos vamos a echar gente. Que no se entienda esto porque es falso, pero sí entendemos que hay una pésima asignación de los recursos. Acá en Paraná no se ven obras, no se ve progreso a diferencia de otras ciudades.
– ¿Cuál es la fórmula ideal?
– Hay que tener responsabilidad fiscal. La incidencia de la partida de personal en el presupuesto no debería superar el 60 % y hoy alcanza casi a un 80 % Debe tenerse en cuenta que, en el país, Paraná es uno de los pocos municipios grandes -o el único- que no privatizaron las funciones básicas: obras viales, limpieza y barrido, parques y paseos, obras sanitarias y alumbrado. Si no cambia la matriz económica de la ciudad la evolución será inviable pues solo se seguirá atendiendo es en cumplir con los sueldos del empleado público. Hay que profesionalizar el municipio.
– ¿Cambiará algún día esa tendencia de ubicar al militante en cargos o de última en la Administración Pública sin medir capacidades?
– La valoración de la militancia debería ser no en función de la cantidad de afiches que se pegó sino en la capacidad del militante. Por eso hablo de profesionalizar todas las áreas. Un intendente debe estar en todos los temas pero si no tiene gente capacitada en cada área, con la especialización inherente a la función que se le asigna y con la personalidad suficiente para llevar adelante su deber, es obvio que su gobierno tendrá profundos conflictos en cuanto a lo que hoy hablábamos: el derecho y la obligación del trabajador de cada repartición. Por eso soy fiel defensor de armar un equipo de trabajo para que todas las direcciones cuenten con gente idónea y el carácter y la convicción suficientes para desarrollar eficazmente su labor. Por eso entiendo que la militancia debe lograr un salto cualitativo.
– ¿Pero se puede seguir caminando los barrios y prometer al militante lo que luego o cuesta cumplirse o se termina ‘premiándolos’ con cargos para los cuales no están calificados?
– La militancia bien entendida debe cuidarse, la que solo deriva en dar un voto a cambio ‘de…’ debemos redireccionarla plasmando un salto cualitativo mediante un profundo debate de ideas. La militancia va desde el puntero barrial hasta el profesional que en su estudio diagrama un proyecto, y diagnostica con todos los elementos específicos una propuesta en sus distintas áreas para permitirme exhibir la misma dentro de la plataforma electoral. No coincido con eso de prometer y luego despilfarrar el dinero de los vecinos. Claro que en esto, nosotros, los políticos, debemos dar el ejemplo. Si un gobernante ejerce su investidura con equilibrio, con transparencia, el pueblo lo imita: El pueblo, en especial aquel ciudadano que dio su grano de arena en una campaña, suele exigir cuando ve un Estado dispendioso, que malgasta, que dilapida los fondos públicos. Pero cuando hay responsabilidad y cuentas claras, nadie pide más de lo que el Estado puede otorgar pues sabe cuál es la respuesta.
– ¿Cómo ve a la ‘Paraná Turística’?
– Mal. No tenemos producto turístico. La ciudad no tiene un sello que nos identifique. Aunque peor aún… El turista que viene ve una ciudad naturalmente hermosa pero sucia, con un asfalto destruido, con dificultades de fluidez en el tránsito, llena de mosquitos, con parques, plazas y paseos descuidados, sin circuitos estables para recorrer a lo largo de todo el año y no solo para fines de semana largos, Semana Santa o vacaciones. Aparte, siguen reiterándose los problemas con las playas y son escasos los atractivos junto al río, el cual debería ser eje de la oferta para nuestros visitantes. Necesitamos que los turistas se queden por más de uno o dos días. El primer objetivo que tengo -de volver a la intendencia- en materia turística, es potenciar el Parque Nuevo, reformular la zona costera, y construir las termas con un parque acuático con juegos de agua cuidando todas las normas ambientales rigurosamente como priorizando la inversión de gente de Paraná. Ese será un salto enorme en materia de industria sin chimeneas, pero se lo debe acompañar con servicios elementales en excelente estado. Prevaleciendo por otra parte la situación del volcadero y el tratamiento de los arroyos.
– ¿No cree que la instalación de los shoppings puede ser una alternativa válida?
– La economía de la ciudad está parada. Puede ser una variable interesante para los que vienen de afuera, pero dudo que se puedan mantener con el estilo de vida y con las posibilidades económicas-financieras de los paranaenses. Espero que les vaya bien aunque, sinceramente, tengo dudas que puedan mantenerse.
– Ud. está arriba en las preferencias hasta hoy. Pero Benedetti viene rezagado. ¿No le genera preocupación el voto de arrastre?
– No lo veo mal a Benedetti y aún faltan 5 meses y medio. Pueden pasar muchas cosas de aquí en adelante y entre ellas no olvidar que están por delante aún las internas y las posibles alianzas.
– Entre las cosas que pueden pasar es que Cristina Fernández elija a Sergio Urribarri como su futuro vicepresidente. ¿Qué reflexión le merece esa chance?
– Simple. Si la presidenta lograse su reelección y Urribarri asume como vicepresidente la provincia se beneficiará enormemente, especialmente en cuanto a obras. No es descabellado pensar que ello ocurra y ahí hay que detenerse a observar quién será el candidato a gobernador que lo supla.
– ¿Y a Alfonsín cómo lo ve?
– Muy bien posicionado. Reitero, de aquí a 5 meses todo puede pasar en éste país, por eso sigo manteniendo la idea en que debemos buscar la unión del partido.
– ¿Es tema concluido la resolución del Congreso Partidario de dar vía libre para conversar con otras fuerzas políticas afines para constituir un Frente Electoral y Programático?
– Por Carta Orgánica, ciertas decisiones son potestad del Congreso partidario, y éste autorizó al Comité Provincial a llevar adelante el diálogo con otras fuerzas, sentenciando algo que mayoritariamente -reitero- el Congreso votó. No hay nada más por agregar.
– De volver al Palacio Municipal de Paraná, ¿dará a conocer cómo recibe las arcas y demás balances minuciosamente?
– Hay que dar a publicidad la situación del municipio no solo a la hora de la memoria tras una gestión. Hay que hacerlo día a día. Personal, recaudación, inversión, gastos. Toda la gestión de gobierno debe ser publicada, más aún, con los avances tecnológicos, se debe procurar que por Internet un ciudadano, desde su computadora, se entere sin ocultamiento alguno los recursos que se han recibido y como se los administra. Esa es mi intención de volver a ser intendente. Cualquier difamación o intento de desprestigiar la tarea de un funcionario se soluciona teniendo cuentas claras, transparentes y al alcance de cualquier vecino.
– ¿De su última gestión, qué le quedó pendiente?
– Creo que pudimos haber profundizado cuestiones de participación y si vuelvo a ser elegido es uno de los temas a modificar. Si bien es difícil auto elogiarse, me enorgullece la transparencia que tuvo nuestro manejo. El manejo de la función pública es sacramental.
– ¿No es un buen momento para salir a la palestra y callar voces difamatorias inherentes a coyunturas ya juzgadas pero que algunos seguirán reclamando aparentemente de por vida?
– Como bien lo sintetiza; es parte de algo que se juzgó, que no se me encontró culpable y cuanto más me difamen más se trasunta las debilidades de nuestros adversarios y se traduce en nuestras fortalezas.
– Ud. tiene una hija joven… ¿No teme por la inseguridad imperante en una Paraná distinta a la de algunas décadas atrás?
– Nuestros hijos están viviendo peor que lo vivido por nosotros. Si bien nuestra adolescencia estuvo manchada por el nefasto e imborrable recuerdo de una cruenta dictadura y de un país que empezó a vislumbrar serias dificultades y desmanejos en materia socio-económica, la inseguridad que se padece hoy en día, el flagelo de la droga, el alcohol, las conductas violentas, la intolerancia hacen que vivamos en una Argentina de riesgo. Me preocupa y mucho. Como que muchos jóvenes salgan de la secundaria no consigan enseguida trabajo, o peor, que muchos deban dejar la escuela por necesidad o insatisfacción. Aunque si hay un tema que me desvela, lo repito, es la desocupación. El altísimo índice de desempleo, la carencia de Programas Sociales propios, no los bajados de Nación, y la ausencia absoluta del Estado municipal en cuanto a Programas de Vivienda recrudecen la desilusión, la decepción, la impotencia y hace crecer la inclinación a la violencia, a la delincuencia, a la marginalidad.
– ¿Cocina o delivery? Le pregunto para saber si está empapado sobre los precios de la canasta familiar…
– Delivery. Muy rara vez cocino, pero sí se los precios. Y se miente infamemente en el INDEC. La inflación y el aumento en las tasas por servicios es alarmante.
– Ud. tiene una buena imagen con la gente de 40 y pico para arriba…¿Cómo ve el trato que se dispensa a los jubilados?
– Lo que se está haciendo con los jubilados es muy grave. Se habla de aumentos, pero a cada aumento para ellos sobrevienen altos costos para subsistir. La mayoría de los jubilados necesita un régimen alimentario que requiere de una mayor calidad en lo que consuma como especialmente en cuanto a medicamentos que suben de manera constante. Yo aún tengo a mi madre y se de qué se trata. Vivimos en un país que no trata bien a sus viejitos y debemos urgente reflexionar todos al respecto.
– De volver a la intendencia, no cree que los clubes podrían contar con mano de obra comunal que por ahí es ociosa por diferentes razones?
– Podría estudiarse, ¿cómo no?. Los clubes necesitan todo tipo de apoyo. Deben re-funcionalizarse, como los playones polideportivos. La entidad deportiva es clave en la contención ya no solo de los chicos sino hasta de los jubilados y de la familia en sí. Si vuelvo a ser intendente quiero invertir fuertemente en las entidades, especialmente en las más humildes, en las de esos barrios donde los chicos tienen problemas para pagar su cuota y hasta para vestirse adecuadamente o llegar con la alimentación básica a practicar alguna disciplina. No hablo de dinero específicamente, sí me refiero a colaborar con equipamiento, con infraestructura y mantenimiento, con aportar personal especializado, con capacitar a los dirigentes. Precisamente la dirigencia necesita de un espaldarazo. Sabemos que muchos clubes abren sus puertas por padres que ponen de sus bolsillos para que el mismo ofrezca las funciones básicas. Debemos apoyar esos esfuerzos y hasta sacrificios. Y en el caso de los profesionales, como Patronato, Sionista, Paraná y Echagüe también estar junto a ellos, y entenderlos como nuestros embajadores. Aparte, ya estamos evaluando el aporte de becas para deportistas que trascienden y por su calidad amateur necesitan asistencia diversa.
– Sí, creo. Soy católico. Fui a una escuela católica.
– Entonces cree en la resurrección…Por ende, de resucitar grandes políticos como Irigoyen, Illia, Balbín, Perón, Evita, su padre Don Humberto, ¿qué reacción tendrían al ver cómo procede la actual clase política?
– Y… algo de vergüenza les daría. Yo soy Irigoyenista Intransigente; y pensando en Don Hipólito él detestaría muchas cosas de la vida cotidiana política argentina. Recordemos por ejemplo que el ni siquiera cobraba sueldo del Estado. Para él la política era un sacerdocio, en términos de austeridad, de servicio a la gente, capaz que con muchos errores referidos a decisiones pero con una transparencia indudable en materia moral.