Maran Suites & Towers

Inédito: China ofreció llevar un astronauta argentino al espacio

Bajo el sol abrasador de los Andes en la estación del espacio profundo de Neuquén, China anunció su deseo de que un astronauta argentino participe en el futuro de sus misiones espaciales que tienen como objetivo final llegar a Marte, antes que Estados Unidos en la carrera espacial del siglo XXI.

En el inhóspito paraje donde está ubicada esa estación que ayuda a guiar las naves y satélites chinos en el espacio -es una “olla” natural de cerros que evita interferencias radiales- el anhelo lo manifestó el embajador de China Wang Wei, ante una delegación argentina presidida por el secretario de Ciencia y Tecnología, Darío Genua.

El anuncio chino compite con la propuesta del director de la NASA, Bill Nelson, quien el año pasado, había dicho que “en el futuro, desde la NASA entrenaremos a un astronauta argentino y por qué no también podríamos soñar con que viaje a la Estación Espacial Internacional”.

El problema es que el “sueño” costaría unos 50 millones de dólares y ante la falta de presupuesto en la Argentina, los norteamericanos bromean diciendo que el viaje “lo podría sponsorear Messi”.

Clarín y La Nación fueron los primeros medios nacionales en visitar la base que a principios de año generó una tensión entre el Gobierno de Javier Milei y China por la preocupación de Washington de que estación fuera eventualmente usada para hacer espionaje. Las autoridades permitieron recorrer toda la instalación, fotografiar y filmar todo con excepción de las pantallas del centro de comando.

La tensión estalló luego de que el embajador norteamericano, Marc Stanley, afirmó: “me sorprende que la Argentina permita que las Fuerzas Armadas chinas operen en Neuquén, en secreto, haciendo quién sabe qué”. “Tengo entendido que se trata de soldados del ejército chino que operan este telescopio espacial, no sé lo que hacen, creo que los argentinos tampoco lo saben, y deberían entender por qué los chinos están desplegados allí”, agregó el diplomático del presidente Joe Biden.

Entonces, el Gobierno mandó una delegación integrada por los entonces secretario de Ciencia y Tecnología, Alejandro Cosentino, y el secretario de Asuntos Estratégicos de la jefatura de Gabinete, brigadier (RE) Jorge Antelo, con técnicos del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACON) a controlar la planta. Se inspeccionaron los equipos de radio y se escribió un informe que se mantiene en secreto.

Sin embargo, en mayo, el entonces jefe de Gabinete de Ministros, Nicolás Posse, afirmó al Congreso que la cooperación argentina con la base china de Neuquén, es de “corte civil”, que el Gobierno la puede visitar cuando quiera y que no hay convenios “secretos o reservados”.

Según el colega Daniel Santoro, Clarín comprobó que la seguridad del predio de 200 hectáreas está en manos de efectivos de la Policía de Neuquén, incluso manejando un centro de monitoreo de cámaras de seguridad en el interior de la estación y no por soldados chinos como sostuvo una versión periodística. Y la antena parabólica no tiene la velocidad necesaria como para seguir un misil, como decían otras versiones.

Cerca del pueblo Bajada del Agrio, a 250 kilómetros de Neuquén, se yergue la estación donde el embajador Wei recibió a Genua y una delegación de técnicos y científicos de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), del CONICET, del Gobierno de Neuquén y 30 estudiantes secundarios del pueblo andino de Andacollo. A pocos kilómetros de allí está el hermoso salto del río Agrio.

Bajo la consigna “juntos exploramos el espacio por el bienestar del pueblo” y un cuadro de la Gran Muralla tallado en cobre, el embajador chino dio una calurosa bienvenida a los visitantes. Recordó que el año pasado explorador llegó a la cara oculta de la luna en un acuerdo de cooperación con “Francia, Italia, Suecia y esta estación de la Argentina”.

Y manifestó su deseo de “aumentar la cooperación” bilateral científica y tecnológica y dijo que “soñamos con que en el futuro un astronauta argentino participe de nuestros viajes al espacio, así como en el 2020 llevamos la primera bandera argentina al espacio”.

El embajador Wei explicó que “la estación es un proyecto de cooperación científica espacial entre China y Argentina. En sus siete años de operación, ha hecho aportes para la exploración de la humanidad, para la luna y Marte”.

Su misión más reciente fue en el mes de mayo y junio de este año para “asistir a la sonda lunar, que no solamente se alunizó en la cara oculta de la luna, sino que también, recogió muestras para las investigaciones científicas. Esto fue un hito de toda la humanidad”, contó el diplomático.

Luego le dieron la palabra al secretario Genua quien agradeció el recibimiento, valoró la cooperación científica y dijo que iba a “hacer muchas preguntas” durante el recorrido de las instalaciones.

Sucede que toda tecnología de punta, como la espacial, es de uso dual es decir que puede tener objetivos civiles y también militares. Por esta razón, el ex presidente Mauricio Macri agregó una adenda al acuerdo bilateral que permitió la construcción de la estación especificando que solo se puede usar con “fines pacíficos y civiles”.

A su turno, la vicegobernadora de la provincia y presidente de la Honorable Legislatura del Neuquén, Gloria Ruiz destacó que “estos encuentros son una oportunidad para revitalizar las cooperaciones entre China y Argentina, con fines civiles y científicos”.

Luego tomó la palabra el ex secretario de Modernización de la Gestión Pública de Neuquén, ingeniero electrónico y en Telecomunicaciones, Rodolfo Laffite, quien controló el proyecto desde sus inicios. La planta está operativa desde hace 7 años. Laffite también afirmó que la estación “no tiene fines militares” y que es controlada por la CONAE.

Subrayó que no solo puede ayudar a los estudios astronómicos de la Argentina, sino también al Instituto Argentino de Radioastronomía (IAR) de la Universidad Nacional de La Plata.

El acuerdo bilateral supone que los científicos argentinos tienen tiempo gratis para usar la parabólica en estudios astrofísicos y radioastronómicos. La CONEA tiene una oficina propia dentro de la estación, pero “no consigue un operador altamente capacitado para manejar esos equipos y que quiera vivir en la zona”, explicaron fuentes oficiales a Clarín. Por el convenio, la Argentina puede usar el 10 por ciento del tiempo disponible de la antena.

Laffite, quien escribe un libro con la historia de la estación, contó que China proyecta “tener en el 2030 una base en la Luna para luego intentar mandar una nave tripulada a Marte”, en la carrera que mantiene con EE.UU por ese objetivo estratégico.

Tras los discursos, los visitantes pudieron recorrer los cuatro edificios de la estación. Un edificio de usos múltiples, otro de operación y las dos antenas. En la base de cemento armado que soporta la antena de 40 metros de alto y una parabólica de 35 metros de diámetro “se aloja el equipamiento activo de microondas que la alimenta, enfriado criogénicamente para bajo ruido, y se encuentra también el reloj atómico de alta precisión, para la sincronización de las comunicaciones satelitales”, explicaron las fuentes. Existe otra antena de solo 13 metros que da servicio fijo por satélite.

La famosa antena parabólica de 40 metros de altura es el corazón de las instalaciones. Ella sola pesa 110 toneladas, pero el conjunto completo con la motorización para su orientación pesa 430 toneladas. La antena puede girar 360 grados en horizontal y 90 en elevación, logrando la cobertura total de la bóveda espacial. La delegación argentina pudo observar cómo se movía la mole de acero durante la visita.

China invirtió, hasta hora, aproximadamente 50 millones de dólares y pagó el tendido de una línea de alta tensión, aunque la ruta provincial 22 se encuentra en mal estado y el desvío hasta la estación es de ripio.

Sin embargo, en octubre la estación sirvió para guiar otra nave espacial china. En el Centro de Lanzamiento de Satélites de Jiuquan, en el noroeste de China, se despidió a tres astronautas –entre ellos una mujer- de la misión espacial tripulada Shenzhou-19. Estos se reunieron luego con sus colegas de la Estación Espacial Tiangong de China, otro paso para la carrera espacial con EE.UU.

Add a Comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *