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El Gobierno nacional catalogó como “delincuentes” a una porción de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas

En un plenario de las comisiones de Transporte y Presupuesto de la Cámara de Diputados, para tratar la privatización de Aerolíneas Argentinas, exponen el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, y el secretario de Transporte, Franco Mogetta. Si bien estaba citado, el presidente Fabián Lombardo, no asistió. Fuentes de la empresa estatal confirmaron su ausencia cuando ya estaba iniciada la reunión.

En el encuentro de esta mañana se empezaron a debatir dos iniciativas que buscan declarar a la empresa “sujeta a privatización”, algo que preveía la Ley Bases pero que, a instancias de un sector de la oposición en el Senado, se quitó. Si bien el oficialismo intenta apurar el proceso de privatización, y apuesta a dictaminar hoy mismo, es poco probable que eso suceda.

El plenario podría convertirse en un hervidero. Con carteles en los que se leía la frase: “Los cielos no se venden, Aerolíneas Argentinas se defiende”, el kirchnerismo y la izquierda se rehúsan a ceder a manos privadas el control de la compañía estatal. De hecho, esta semana parte del bloque de Unión por la Patria (UxP) recibió al piloto y secretario general de uno de los gremios más duros (APLA), Pablo Biró, con el fin de plantear una estrategia para frenar la liquidación de la empresa. Mientras transcurre el debate en la comisión, el frente de gremios aeronáuticos manifiesta su rechazo con una protesta en las inmediaciones del Congreso.

Tras una primera explicación de los proyectos por parte de sus autores, Hernán Lombardi, de Pro, y Juan Manuel López, de la Coalición Cívica, disertó Rolandi. El funcionario defendió la privatización de la aerolínea de bandera, criticó en duros términos la administración actual y habló de dos ejes: el “deficit de la compañía” y “el avasallamiento de su dirigencia”.

Para graficar el déficit, indicó que la empresa perdió lo equivalente a “900 aviones”. “Ese fue el despilfarro y la locura de seguir manteniendo una empresa dnde nunca se le limitó el giro discrecional de fondos”, consideró.

Sobre el segundo punto, esbozó una comparación entre la dirigencia actual y el rey francés Luis XIV -al que se le adjudica la frase “el Estado soy yo”- y destacó que cuando empezaron a trabajar sobre la desregulación que inició con el DNU 70/2023, “vimos que en la Argentina no existe un criterio para la asignación de recursos entre las aerolineas de todo el eslabón aerocomercial”.

A su turno, el secretario de Transporte subrayó que el objetivo de la privatización es que Aerolíneas Argentinas “compita con las mismas reglas con las que funcionan las otras aerolíneas porque la distorsión no le ha hecho ningun favor a la compañía”. Sobre el déficit, precisó que la compañía “ha tenido que ser asistida en 8000 millones de dólares por el Estado argentino, algo que este país no está en condiciones de destinar para sostener una aerolínea deficitaria”.

Mogetta evaluó que los nueve paros que se sucedieron a lo largo de la gestión de Javier Milei, “hacen perder entre un millon y dos millones de dólares por día”. Y concluyó: “Por su capacidad de personal e historia, Aerolíneas tiene las condiciones para competir con otras, permitámosle que eso suceda”.

Terminadas las exposiciones de los funcionarios del Poder Ejecutivo Nacional, se abrió la ronda de preguntas de los diputados miembros de las comisiones del plenario.

Uno de los primeros legisladores en tomar la palabra fue Christian Castillo, de la Izquierda. Rechazó categóricamente la venta de la compañía estatal y defendió su funcionamiento al subrayar que “permite que destinos no rentables sean compensados por destinos rentables, que son importantes para el resto de la población”. Además, aprovechó el micrófono para chicanear a los funcionarios del gabinete libertario: “Rolandi -que además de vicejefe de Gabinete es parte del directorio de YPF- gana $70 millones por mes. Cómo no van a hacer huelga si le bajan los salarios, que hablen ustedes de privilegios es un poco ofensivo para los trabajadores”.

Diego Giuliano, diputado de Unión por la Patria y exsecretario de Transporte durante el gobierno de Alberto Fernández, analizó la intención de privatización del Gobierno: “Hay un clima de conflicto gremial y tiene una sensación de revancha”. Para sortear las acusaciones de ser una empresa deficitaria, detalló: “Aerolíneas atravesó la pandemia sin mayores dificultades, donde se generó la mayor crisis de la aeronavegación del mundo. Cuando dicen que en 15 años hubo 8000 millones de dólares de aportes del estado, bueno, Alemania en un dia aportó 9000 millones de euros para rescatar Luftansa y para rescatar Air France y KLM aportaron más de 10.000 millones de euros para sostenerlas. Se caían las empresas de los Estados Unidos y el gobierno de Trump puso 25 mi millones de dólares para sostenerlas”. Y sumó: “Aerolínas vuela a 22 destinos donde nadie más vuela y a 39 destinos sin pasar por Buenos Aires, esto no es importante para los que están abrazados al Obelisco, pero si para los que vivimos en la Argentina federal”.

El diputado de Encuentro Federal, Nicolás Massot, hizo hincapié en la forma en que el Gobierno pretende privatizar la aerolínea de bandera. “Tienen que explicar qué formato de privatización, qué metodología, qué controles y qué beneficios al comprador le van a dar”, dictaminó. Objetó, además, la dilación del oficialismo de constituir la Comisión Bicameral de Privatizaciones. “No sabemos en qué idioma ya pedirles que constituyan las bicamerales. Es poco serio que estemos acá reunidos y no se constituya la bicameral de privatizaciones”, sentenció.

A modo de respuesta, Rolandi tildó de “anacrónico” el concepto de “aerolínea de bandera”. “Estamos dscutiendo algo que ya no existe”, consideró. Respecto de la conectividad, indicó que “es cierto que hay rutas que no son rentables, pero hay una articulación entre el estado y empresas privadas que es más eficiente y aporta a la federalidad”. Y explicó: “Que cada localidad pueda hacer estos acuerdos para mantener la conectividad. Así se resuelve en todo el mundo. No podemos tener destinos que no son rentables todo el año”, dijo.

El momento de mayor tensión se dio cuando Mogetta catalogó de “delincuentes” a una porción de los trabajadores de Aerolíneas Argentinas. “No son trabajadores, llamemos las cosas por su nombre, están defendiendo delincuentes”, les achacó al bloque de Unión por la Patria, lo que desencadenó gritos y silbidos de desaprobación. “La postura del Gobierno es firme contra estos hombres que se creen dueños de la compañía, que se van de vacaciones a España, lanzan una huelga y dejan colgados a todos los pasajeros”, sumó.

El legislador kirchnerista Mario “Paco” Manrique, que fue secretario general de Smata, salió en defensa de los trabajadores y cuestionó la acusación “sin fundamentos”. “Que argumenten lo que quieran argumentar, pero respetemos a los laburantes”, exigió.

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