Básquet: ¿estamos tan mal…?
|ESPECIAL (por Francisco “Pancho” Calderón).- Nos gusta el básquet. Nos apasiona. Amamos el basquetbol y somos concientes de sus carencias, de sus necesidades, como de sus negligencias. Somos de leer con mucha atención y de escuchar agudamente todo lo que se dice de nuestro baloncesto. Por eso es que discreparemos severamente con quienes reflejan una realidad teñida de particular subjetividad.
Todo análisis es subjetivo, aunque para que tenga la credibilidad, la seriedad necesaria, tiene que acompañarse de fundamentos, de argumentos irrebatibles y no repetir slogans de la década del ’90 o solo usufructuar coyunturas actuales para salir a la palestra e invocar expresiones de alguna manera redundantes con lo que uno ve, en éste particular caso, desde 1979, año en el cual arrancamos a enseñar lo que nos habían legado.
El tiempo deparó que del discreto jugador al osado Monitor y luego Instructor pasemos a informar y comentar básquet, iniciando este proceso a mediados de 1986. Sí, sí… Pasaron casi 25 años y les puedo asegurar, más allá de los grandes éxitos de la Generación Dorada, que muchos de los temas controvertidos de fines de la década del ’86 y comienzos de la del ’90 (con Mundial en la Argentina inclusive) siguen sin solución.
Imposible resistir al Archivo. Uno recorre la hemeroteca y ve editoriales que desde 1986 escribiéramos en El Diario, o halla en las colecciones de Solo Básquet, Encestando, y Solo Basquetbol del Litoral tantas columnas de temática similar a las que hoy llenan espacios en medios gráficos y radiales, o en los muy escasos tiempos televisivos.
Y ya que cité a esa generación de tantos lauros bien vale la pena destacar tan notable paradoja, esa singularidad o contrasentido en cuanto a la cristalización de tantas conquistas pese a los temas NUNCA RESUELTOS del básquet autóctono, sea amateur como profesional.
Por eso, hoy nos suena a risueño o hasta risible que haya quienes desmenucen observaciones de viejísima data pero que solo existan planteos y no REFORMULACIONES.
Peor aún…A veces, hay que pasarse un cepillo de acero para refregarse la mugre de encima acumulada durante tantos años en los que uno fue parte cómplice de distintos desatinos. Ser autocrítico, y a partir de ese autoanálisis vislumbrar si se puede reflexionar despojándose de toda codicia figurativa.
Es facilísimo CRITICAR, SUBJETIVIZAR. Lo aseguramos sin tapujos. Lo que es difícil es PROPONER PARA REEDIFICAR.
Es simple blandir la bandera de la diatriba, pero es complicado decir “HAY QUE HACER ESTO…FORMULO ESTA IDEA Y METODO PARA LLEVARLA A CABO”…
Tirar bombas activadas para dividir, para destruir, es propio de quienes ambicionan, codician, sitiales de PODER. Y ante ésta conducta hay que estar en guardia pues en la Argentina del Siglo XX Cambalache paradójicamente son esos PERSONAJES los que más rápido llegan a puestos de envergadura.
Quien haya leído hasta aquí puede pensar que uno es necio. No amigos… “Carencias y negligencias de nuestro básquet” es una materia que aprobamos hace muchísimos años con EXCELENTE. A diferencia de algunos pregoneros del caos, que pusieron a funcionar el dedo acusador, quien refrenda ésta Columna ha promovido el cambio con detalles de CÓMO hacerlo, pero no tuvimos suerte en hallar el eco para despertar del letargo a TODA la masa basquetbolística nacional y plasmar la REBELIÓN necesaria.
Tal vez nos faltó carisma, o fuimos demasiado vehementes, o nuestras tribunas no tuvieron REPERCUSION SUFICIENTE para movilizar. Qué se le va a hacer…Ya está…
Lo se: “algunos nacen con estrellas, y otros estrellados…”. Nos tocó estar del lado de los que decimos las cosas y planteamos, exponemos soluciones. Nos ha costado todo muchísimo más que aquellos grandes figurones de nuestro básquet que TODOS CONOCEMOS.
Sí amigos…Hay mucho por cambiar. Hay mucho por mejorar, como la ciudad, la provincia, el país, el mundo. De hecho, la sociedad necesita un IMPERIOSO CAMBIO.
La idea es comprometerse a trabajar por ese cambio. La retórica no variará NADA.
Si se cree que el básquet APB necesita renovación, debe apostarse a adentrarse en la estructura asociativa sin pretender posicionamientos determinados. Hacerlo por VOCACION DE SERVICIO, con una disposición conciliatoria, predispuestos a consensuar, y no asumiendo posturas egocéntricas como mucho menos despóticas.
Si se cree que Olimpia, Echagüe o Sionista van por mal camino, sentarse con la dirigencia de alguna de las entidades con una carpeta y presentar la metodología tendiente a variar el destino aciago que ese agorero describe apocalípticamente.
Eso sí…Por favor, es iperioso entender que cada ciudad es un mundo, con su gente, su potencial, su calidad de vida, sus preferencias, y por qué no…hasta con sus desdichas o desventuras. No podemos comparar a Paraná con ninguna plaza de básquet. Es un desliz absoluto.
Y lo reafirmamos… TODO el básquet argentino necesita sangre nueva…NO “FILOSOFOS” circunstanciales.
Queremos cambiar???…PARTICIPEMOS!!!…Yo deseo promover una mutación desde hace casi un cuarto de siglo.
Sumé decepciones consecutivas que a cualquiera lo hubieran vapuleado y claudicar en su moción. No siento que haya FRACASADO. Para nada. Confío, tengo fe, en que algún día alguien reconozca CUÁNTO PROPULSÉ A MODIFICAR CONDUCTAS y lo hice criticando pero EXPRESANDO cómo se podía empezar un proceso de TRANSFORMACION.
Y si ello no ocurre, me quedarán los Archivos a los cuales NADIE SE RESISTE. Y en esos Archivos hay documental variada para dilucidar quien es quien en la historia del básquet argentino en cada estamento, todo lo que se dijo, todo lo que se hizo, o todo lo que criticó, se reclamó, se prometió, y no se cumplió.
Aún así…Surgió la bendita Generación Dorada y no me quedan dudas, tras una transición no tan extensa como algunos conjeturan aterradoramente, surgirán, irrumpirán nuevas generaciones tan o más virtuosas que la del Manu, Puma, Hugo, Chapu, Fabri, Pepe, Luisito, Gaby, Colo, Toro, Yacaré, Paolo, Lancha, etc, etc…Si con un país semidevastado (o peor…) eclosionaron éstos monstruos, con un país más predecible como en el que actualmente vivimos MUCHAS CONQUISTAS PODEMOS PROFETIZAR.
Solo hay que ser pacientes, perseverar, y no desistir en la idea que alguna vez, nos puedan oír e invitar a impulsar ese cambio tan anhelado, como que, TARDE O TEMPRANO, los oradores especialistas en retórica, a aquellos que podríamos denominar “Sofistas” de nuestro básquet, queden al descubierto.
Puede ser que ahí, nos demos cuenta cuánto tiempo se perdió y cuántas alegrías quedaron postergadas o frustradas por tantos “Vendehumo” o por tantos mandamás que no dieron el brazo a torcer sea por necedad, sandez, temor a que se descubran sus mediocridades, como -no es descabellado suponerlo, sospecharlo- por fines espurios.
Mientras tanto, mientras persistimos en seguir soñando, no perdamos la ilusión y leamos o escuchemos con agudeza, con excelso poder discernimiento ciertos escritos de tono tan agorero, como mordaz y en sí contradictorios.